Un golpe del destino le cambiará la vida a 2 almas que necesitaban encontrarse. Una lo ha tenido todo, menos un amor sincero lo que la hace dudar de que éste exista , la otra se crió con tan solo mucho amor luego de experimentar un evento traumatico...
La noticia de querer agrandar la familia había sido no solo el mejor regalo para Juliana sino que también para el resto de la familia. Uno de los que más festejó fue Max, él había sido cómplice de Valentina en eso de visitar algunas Clínicas para averiguar de los diferentes métodos para concebir un bebé, de igual manera el revelarle a los demás acerca de la posibilidad de ser tío, eso era algo que le daba felicidad y lo llenaba de orgullo, durante días había tenido que guardar ese secreto y cumplió hasta el último momento. Corrió por todo el lugar siendo perseguido por los perros, estos no entendían nada de lo que estaba sucediendo, pero sí tenían la sensación de que era algo bueno y por ende había que celebrar.
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Siguieron celebrando hasta la madrugada, luego todos se fueron a acostar, bueno, casi todos. La felicidad que albergaba Juliana era algo que no la dejaría dormir, si así se sentía ante la posibilidad de convertirse en madre, no podía imaginar el momento de ver ese sueño hecho realidad, el momento de tener entre sus manos a esa personita que sería el resultado del amor entre ella y su esposa. Para Valentina no existía nada que la hiciera más feliz que el ver a su morena feliz y más si había sido ella la que le había provocado aquel sentimiento, el haber dado ese paso tan importante no había sido tan fácil, el miedo no se había ido del todo, pero se repetía a sí misma que al final del camino valdría la pena todo, el hacerlo a pesar de los riegos y del miedo. Ambas se habían quedado a solas en la sala, realmente necesitaban procesar bien lo que había sucedido.
- Creo que ya has bebido mucho... - le dijo Valentina – Después vas a andar con una cruda espantosa.
- ¡No importa! – le respondió Juls- Estoy celebrando... No todos los días recibes un obsequio así de hermoso.
- Estás muy emocionada, ¿verdad? – se acercó a ella y la abrazó por el cuello – Esta vez realmente te superé con eso de los buenos regalos.
- ¡Oh sí! No puedo discutir eso... Hasta ahora ha sido lo mejor de lo mejor. – la besó - ¡Te amo!
- ¡Yo te amo más! ¿Qué te parece si vamos a caminar un poco? – le propuso - La noche está hermosa...
- Me encanta tu propuesta. – le dijo no sin antes volver a besarla.
Tomadas de la mano caminaron hasta la playa, la calma en el ambiente solo era interrumpida por el leve sonido de las pequeñas olas que se formaban en el mar, existía cierta claridad debido a la luz proveniente de la luna que adornaba el cielo, todo era perfecto en ese momento. Se quitaron los zapatos para disfrutar mejor de la arena y sin decir una palabra se alejaron un poco de la casa, habían cosas que no necesitaban pronunciarlas, sus almas, sus cuerpos y esa conexión entre ellas era más que suficiente.
- Me puedes hacer un resumen de la información que viene en esos folletos que me diste? – le preguntó Juliana en cuanto se sentaron en la arena.
- Mmm, ¿qué te puedo decir? Empecemos por las alternativas que existen... Existen métodos como la inseminación, la fertilización in vitro y también está el método Ropa y este es precisamente el que me gusta.
