12. Bienvenida a casa.

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El camino hacia del departamento estaba siendo bastante animado gracias a la interacción entre Gabriela y Valentina quienes iban en el mismo vehículo conducido por Juliana que lo único que hacía era escucharlas hablar acerca de los edificios y diferentes monumentos que habían en la ciudad, de vez en cuando observaba a Val por el retrovisor, la chica mostraba una sonrisa tan grande ante lo que veía, cosa que hacía sonreír también a Juls. Todo esto no pasó desapersivido para Gabriela quien iba de copilto, metros más atrás en otro vehículo iban Mario y Alejandro.

- Oye Juls! Tu carro está bien grandote, me gusta mucho, es más, este asiento está más cómodo que la cama del hospital. Está como nuevo y huele muy rico, así como tú. – comentó la castaña.

- Mmmm gracias? En realidad sí está nuevo, lo compré en estos días. El que tenía era bastante más pequeño e incomodo, me alegra que te haya gustado. – la verdad es que Juliana había decidido comprar un coche nuevo no por ella, sino porque no quería que Valentina tuviera algun contacto con el que casi le quita la vida, también pensó en su comodidad, ya que su anterior coche era un Audi TT Roadster de solo 2 plazas color rojo , lo suyo siempre habían sido los deportivos.

 – la verdad es que Juliana había decidido comprar un coche nuevo no por ella, sino porque no quería que Valentina tuviera algun contacto con el que casi le quita la vida, también pensó en su comodidad, ya que su anterior coche era un Audi TT Road...

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- Vale entonces piensas que Juliana huele rico? – preguntó con una sonrisa Gabriela.

- Mmm sí! Tiene un aroma fresco que te hace pensar como en algo citrico y a la vez en flores, no sé, pero es rico. Tú no hules mal, solo que tu aroma es muy dulce, entonces a veces marea. – ambas chicas soltaron la risa al escuchar las palabras de Valentina.

- Con que yo te mareo? Mira Valentina, – dijo tratando de hacerse la ofendida – si Juliana te huele a algo citrico es porque es una amargada, yo huelo a dulce porque así soy yo, una persona dulce, cada olor con cada personalidad. - le sacó la lengua a Juliana quien no paraba de reír.

- Yo no sé cual es mi olor! Ahorita huelo como a hospital. - arrugó la cara - ¿ Juls tú sabes cuál es mi olor?

- Fresas! Tú solías oler a fresas. – y no era mentira, Juliana recordaba que a eso olía Valentina el día que sucedió el accidente, además de que doña Julia había mencionado que era la fruta preferida de su nieta.

- Fresas? Creo que eso me gusta... ¿En tu departamento hay fresas?

- En nuestro departamento hay muchas fresas y todas son para ti. – le guiñó un ojo por el retrovisor.

- Gracias Juls! – a como pudo Valentina se acercó desde el asiento trasero y le dio un beso en la mejilla, lo que dejó a Juliana sin palabras.

*

En la torre departamental en donde vivía Juliana era muy exclusivo, de hecho años atrás había sido diseñada por su abuelo poco tiempo antes de sufrir el accidente en donde perdió la vida. El departamento de Juliana se encontraba en el último piso y en definitiva era el más grande, a decir verdad era un pent-house que ocupaba todo ese sitio superior.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora