Un golpe del destino le cambiará la vida a 2 almas que necesitaban encontrarse. Una lo ha tenido todo, menos un amor sincero lo que la hace dudar de que éste exista , la otra se crió con tan solo mucho amor luego de experimentar un evento traumatico...
Faltaban 2 días para que la feliz pareja regresara a CDMX, lo cierto es que habían aprovechado cada instante de principio a fin, se demostraban de todas las maneras posibles lo mucho que se amaban, cualquiera que las viese pensaría que eran una pareja de recién casadas. Este día Juliana había planeado llevar a Valentina a que conociera más allá de lo que hasta ahora habían tenido al alcance, se irían a turistear y así le enseñaría más de las bellezas que hacían parte de la Riviera Maya.
- ¿Amor a dónde me vas a llevar?
- Vamos a ir a explorar otros lugares de la Riviera! Un poquito al menos, se necesitan muchos días para poder disfrutar de todo, pero por ahora iremos a que conozcas los cenotes y otras cosas.
- Va! ¿Y vamos a estar fuera durante todo el día?
- Pues creo que sí! ¿ Acaso querías seguir metida en la cama? – le preguntó con una sonrisa.
- Mmm pues no me quejo! ¿Tú sí?
- No, para nada. Ha sido muy placentero, solo que por lo visto eres medio viciosa mi cielo.
- Ahora resulta que solo yo soy la viciosa! – se hizo la ofendida – Además, tenía que aprovechar y poner en marcha mi venganza.
- Amor eres una salvajita! Yo no te había mordido tan duro el hombro como para que llegaras y me quisieras arrancar un pedazo de mi pompi. Si no son las uñas que me clavas, son los dientes.
- Esas pompis ahora son mías también y yo puedo hacer con ellas lo que quiera y tampoco te quejes tanto que bien que después te di muchos besitos para que no te doliera mucho.
- Bueno, la verdad es que sí me gusta tu manera de remediar las cosas. – le guiñó un ojo.
Luego de un no tan largo recorrido llegaron a uno de los cenotes más populares de Tulum, Cenote Dos Ojos; llamado así porque hay 2 sumideros de 70m que están conectados a través de un pasillo.
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- ¿Qué te parece? Lista para nadar un rato?
- Se ve muy bonito! ¿Vamos a meternos ahí?
- Obvio mi amor! ¿ A poco crees que solo vinimos a ver y ya? Tenemos que aprovechar la luz de la mañana que se refleja de lo más bonito dándole al agua un color muy padre...
- ¿Y no salen bichos ahí? Es que sí me da miedito.
- ¡Jajaja! No tengas miedo, no va a pasar nada. El único bicho que te puede comer ahí soy yo.
- ¡Jajaja! Bueno, así pues sí...
Estuvieron ahí por una horas para luego ir al llamado Cenote Cristalino, lugar exuberante que ofrece diferentes cuerpos de agua cristalina para explorar, bucear o simplemente relajarse.
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