18. Tú eres el mejor regalo.

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    Quedaron frente a frente mirándose fijamente, juntaron sus frentes cerrando los ojos al sentir el contacto, Valentina acarició la nariz de la morena con la suya hasta que esta no se resistió y acortó la distancia que las separaba uniendo sus labios a los de la castaña. Fue un simple contacto, pero que duró varios segundos hasta que Juliana fue consciente de lo que había hecho y se separó bastante abrumada.

 Fue un simple contacto, pero que duró varios segundos hasta que Juliana fue consciente de lo que había hecho y se separó bastante abrumada

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- ¡Val perdón! Esto no tuvo que haber pasado, no sé que me sucedió...! Perdón en serio! – repetía alterada.

- ¡Juls tranquila! No pasa nada, tranquilízate por favor, no tuviste culpa de nada. – trataba de tranquilizar a la morena, aunque por dentro ella estaba peor.

- Valentina será mejor que nos vayamos. Yo recogeré las cosas, mientras tanto puedes ir a cambiarte. – decidió salir de la piscina dejando a la castaña sola.

Valentina no sabía que más hacer, se quedó unos minutos más en el agua tratando de entender lo que había pasado, se sentía culpable ya que de no haber realizado ese ultimo movimiento Juliana no la habría besado. Sentía una mezcla de alegría y tristeza, alegría porque le gustó sentir los labios de Juls pegados a los suyos aunque fue algo que no duró mucho, pero también la invadía la tristeza por la reacción que tuvo y por no saber como manejarían las cosas, lo que vio reflejado en los ojos de la otra fue confusión y enojo ¿ se había enojado con ella? Decidió salir de la piscina y subió a la que era su habitación, tomó un baño y se quedó un gran rato bajo el agua, no aguantó más y empezó a llorar.

Se sentía tan mal, tenía miedo, mucho miedo, ¿Y si Juliana quería que se fuera de su casa? Esa y muchas otras cosas más pasaban por su mente. Cuando ya se había desahogado lo suficiente, salió y se vistió, estuvo ahí hasta que escuchó a Juliana llamarla diciéndole que ya todo estaba listo para que ser marcharan.

El viaje de regreso estaba siendo incomodo, muy silencioso, ninguna quería o sabía como decir algo. Juliana usaba unas gafas oscuras mientras conducía, había notado que Valentina tenía los ojos rojos y se sintió peor al pensar que había llorado por su culpa. Por otro lado Val se mantenía en silencio, había visto que Juliana se mordía fuerte el labio, con eso sabía que estaba molesta o estresada, fijó su mirada hacia la ventana hasta quedarse dormida. Para cuando por fin llegaron, la morena la despertó avisándole que ya estaban en casa, bajaron del coche en silencio y así subieron hasta el ultimo piso, cada una se fue hacia su habitación sin decir una sola palabra, se tiraron en sus respectivas camas y empezaron a llorar a solas.

Tenían aun pendiente la cena de esa noche son Gaby y Alejandro, por lo tanto Juliana decidió llamar a su amiga para posponerla para la noche siguiente antes de que su amigo regresara a Estados Unidos, le mintió diciéndole que habían salido tarde de donde estaban y que aún no llegaban a CDMX.

Todo en el departamento se mantenía en silencio, se preguntaba que estaría haciendo Valentina; ya era tarde y de seguro tenía hambre, además no consideraba correcto que terminaran el día de esa manera, distanciadas sin decir nada, por esa razón decidió ir a buscarla, tocó la puerta de su habitación y al no tener respuesta pensó que estaba dormida, estuvo a punto de desistir pero al final se decidió por entrar.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora