Para el sábado todos estaban en el aeropuerto esperando la hora para abordar el avión que los llevaría a Cancún, todos excepto Juliana y Valentina, quienes luego de una larga jornada de estar dándose amor se habían quedado dormidas, llegaron justo antes de que el vuelo despegara, recibiendo los reclamos de los demás.
- ¿Qué son estas horas de llegar? Les juro que si no aparecían las íbamos a dejar botadas. – se quejó Gabriela.
- ¡Perdón! – se disculpó Juliana – Ya estamos aquí y eso es lo importante, ¿no?
- ¿Por qué llegan tarde? – preguntó Max.
- Todo fue por culpa de Valentina... No se quería levantar! Y eso que ella es la que organizó todo esto.
- Eeeeey! No mientas... - se quejó la castaña haciendo un puchero.
- ¡Mentira mi amor! Fue mi culpa, yo me quedé dormida y punto.
- ¡Ya me imagino las razones! Gobernada... -
- Las mismas por las cuales traes esas ojeras Gabrielita... - le guiñó un ojo - ¿Listos?
- July – le habló Max- ¿Te puedo decir algo?
- ¡Claro amor! ¿Qué pasó?
- Es que ... Es que me da miedo subir al avión! Y si se cae?
- No se va a caer! Además tú eres muy valiente y el vuelo dura poquito, ¿quieres que me siente junto a ti?
- Mmm no! Tienes razón, yo soy un niño valiente... Me sentaré con Bros para que no se vaya solito.
- ¿Te digo un secreto? A papá le dan un poco de miedo los aviones y eso que viaja mucho, así que es bueno que lo acompañes y le demuestres que eres muy valiente.
- ¿De verdad le dan miedo? Va... Yo lo voy a cuidar entonces.
El vuelo fue rápido y sin ningún problema, llegaron a Cancún y de ahí se dirigieron hacia Tolum, Max había quedado como loco con la experiencia, el poder haber visto las nubes tan de cerca y todo lo que divisaba desde las alturas era algo que nunca iba a olvidar. Su emoción aumentó al ver la piscina que había en la casa, juró que de ahí no iba a salir, pero lo que lo hizo llorar en definitiva fue haber visto el mar, tenían la playa en frente y era todo tan bonito, aquella inmensidad era sorprende, más para un niño al que dicha experiencia siempre le pareció algo imposible de vivir. No paraba de llorar, al principio los demás se asustaron un poco, Mario de inmediato lo abrazó y empezó a hablar con él.
- ¿Qué pasa campeón? ¿Acaso no te gusta?
- ¡Sí me gusta! - decía entre sollozos – Es que creo que estoy soñando y yo no quiero despertar de este sueño. Me da miedo, me da miedo que nada de esto sea real.
- ¡A ver! – le limpiaba las lágrimas – No estás soñando, todo esto es real y quiero que te des la oportunidad de disfrutarlo al máximo, así como muchas cosas más que están por venir. No tienes por qué tener miedo de nada y quiero que entiendas una cosa, cada sueño que tengas yo me voy a encargar de que se haga realidad y voy a cumplir lo que te prometí... A ti nadie te va a alejar de mí, de nosotros.
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Golpe del destino...
RomantiekUn golpe del destino le cambiará la vida a 2 almas que necesitaban encontrarse. Una lo ha tenido todo, menos un amor sincero lo que la hace dudar de que éste exista , la otra se crió con tan solo mucho amor luego de experimentar un evento traumatico...