78. El cielo y el mar en su mirada.

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Juliana POV.

Por fin sucedió lo que tanto deseaba, - narraba Juliana mientras observaba a su esposa bailar con Max - ¿ en algún momento imaginé llegar a casarme? No, no al menos antes de conocer a Val, al amor de mi vida. Hace casi dos años que esta morrita se me cruzó en el camino y desde entonces hemos pasado por todo tipo de cosas, buenas y malas y las hemos superado gracias a la existencia de este gran amor que nos une.

¿Por qué estoy tan feliz? Porque voy a pasar el resto de mi vida junto a ella, junto a ese ser humano maravilloso que hace latir mi corazón desesperadamente.

- ¿ Qué pasa por esa cabecita? - me preguntó Gaby llegando de sorpresa con el bebé en brazos.

- Estaba pensando en como te cambia la vida cuando encuentras a la persona correcta. - tomé al niño para cargarlo - ¿Verdad que sí bebecito lindo? Tú también estás feliz porque tus tías se casaron.

- ¡Te ves hermosa! - me dijo Gaby - No me refiero solo a lo hermosa que luces con vestido de novia, sino a la hermosura que trasmites a través de tus expresiones, de tus ojos, nunca te había visto tan feliz.

- Es que nunca antes me había sentido tan feliz como hoy, tan plena.

- Estoy muy orgullosa de ti, - me dio un beso en la frente - nunca imaginé que llegaría este día, no al menos hasta que supe que estabas muerta de amor por Valentina, ahí ya te consideré un caso perdido y algo muy dentro de mí supo que las cosas terminarían así. No te imaginas lo feliz que estoy por ambas, tú te mereces lo mejor del mundo y encontraste a la persona correcta, esa que te ama tal cual eres así como tú la amas a ella, Vale también merece lo mejor y es por eso que ambas se tienen.

- Ella es mi regalo más grande! - le digo entre una que otra lágrima que se me escapaba.

- Pero que mujeres más guapas me encontré por aquí... - nos interrumpió mi papá - Pero nadie más guapo que este pequeñín. - le acarició la cabecita a Felipe - ¿ Qué es la secretiadera que se tienen?

- Aquí su hija suspirando de amor al ver a su ahora esposa. - le contestó Gaby - ¿Quién lo diría? Las veo y me cuesta terminar de creerlo.

- ¿Les digo un secreto? - nos preguntó mi señor padre - al principio yo no estaba muy de acuerdo con esta relación.

- ¿Quéééé'? ¿Por qué no? Nunca demostraste nada de eso... - reaccioné bastante sorprendida.

- ¿La verdad? Pensé que iba a ser algo temporal de tu parte, todos sabemos que nunca te tomabas ninguna de tus conquistas en serio, que le huías al compromiso, además, estabas acostumbrada a otro tipo de mujeres, ninguna como Valentina. Temía que terminaras lastimando a la chica y no es que dudara de que tienes un gran corazón, pero consideraba que esto se iba a descontrolar, pero no solo temía por ella, también por ti.

- ¿Por mí? Creo que era más creíble tú teoría de que yo era la que le podía hacer daño a ella y no ella a mí.

- También tenía que preocuparme por ti, mi vida... Tus ojos nunca mienten y en ellos se podía ver claramente que estabas enamorada de ella, me di cuenta incluso antes de que lo admitieras, bastaba con ver como actuabas cuando la tenías cerca, como brillaban tus ojos al hablar de ella o al escuchar su nombre y pues me preocupé, mi temor era que tu amor hacia ella no fuera correspondido o que al final de la historia ella te dijera que estaba confundida , ¿ me entiendes? Temía que te rompiera el corazón con algo así, pero como te dije, eso fue solo al principio, ya después supe que Vale también estaba enamorada, sus ojitos brillaban al igual que los tuyos.

- Estoy segura que te preocupabas más por ella que por mí, - le dije entre risas - y te lo agradezco, sin saberlo estabas cuidando lo más valioso en mi vida. Pero dime algo, ¿por qué nunca dijiste nada? Nunca te opusiste, de hecho siempre dijiste estar de acuerdo con todo.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora