Un golpe del destino le cambiará la vida a 2 almas que necesitaban encontrarse. Una lo ha tenido todo, menos un amor sincero lo que la hace dudar de que éste exista , la otra se crió con tan solo mucho amor luego de experimentar un evento traumatico...
El día viernes por la tarde salieron todos rumbo a Valle de Bravo, Max iba en el mismo auto que Juliana y Valentina, al igual que Lanna, el mayor de los Valdés viajaba con Ale y Gaby y a estos se les unió Elizabeth que regresó debido a la invitación de Mario para que participara ahora de esta nueva aventura.
- ¿Por qué tardaron tanto en llegar? Las esperamos por mucho tiempo.
- Ya te dijimos enano, Val se quedó dormida y sabes lo que cuesta despertarla.
- Ustedes como que duermen mucho! Siempre llegan tarde a todo lado, más cuando tenemos algún plan... ¿Pero por qué te quedaste dormida? Uno se queda dormido por la mañana, pero no por las tardes.
- Lo que pasa bebé es que amanecí con mucho dolor de cuerpo y Juls me dijo que descansara durante el día hasta que llegara la hora de viajar.
- ¿Y por qué te dolía el cuerpo? Hiciste ejercicio? Estás enferma?
- Eso, ejercicio! Anoche hice mucho ejercicio y amanecí muy adolorida.
- ¿July y tú hiciste ejercicios?
- Oooh sí! Mucho...
- Y por qué a ti no te duele nada? O sí te duele?
- Max andas muy preguntón! Mejor cambiemos de tema...
- Mmm bueno! July otra pregunta...
- No más preguntas sobre dolores y ejercicios! – le advirtió.
- Noooo! Lo que quiero saber es qué vamos a hacer en el rancho del señor Marciano...
- Mariano! – lo corrigió – Vamos a hacer muchas cosas que te van a gustar, a los 2, es una sorpresa. ¿Sabes? Yo también le decía Marciano cuando era pequeña...
- ¿En serio? Entonces soy como tú, por eso somos hermanos. – ambas rieron al escucharlo.
Llegaron al lugar contando aún con la luz del sol, era un terreno bastante grande en el que se podía respirar aire puro y la paz era palpable, todo muy diferente a lo que se experimentaba en la ciudad
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- ¡Bienvenidos sean todos a mi humilde morada! – los recibió Mariano.- Que gusto tenerlos por acá, siéntanse como en casa.
- Eeey viejo! Muchas gracias, el gusto es nuestro... Déjame y te presento a la familia, bueno a los que no conoces, porque a estos 3 terremotos los conoces desde chamacos.
- ¡Claro! ¿ Cómo olvidar a estas 2 princesas que se metían siempre en problemas? Y mira a este caballero como ha crecido, eras tú quien las sacaba de esos problemas- se dirigió a Alejandro.
- Así es! Estos 3 terremotos ya se me hicieron grandes, pero gracias a Dios ahora tengo a un terremotito pequeño, te presento a Maximiliano de quien ya te había hablado y esta es mi nuera, Valentina la cumpleañera.
