Golpe del destino...

47. Nada es seguro en esta vida...

Los días previos a la exposición Valentina había estado preparando todo, seleccionó las que consideró eran sus mejores pinturas con la ayuda obviamente de Juliana. La morena tenía en puerta varios proyectos, la mayoría en CDMX lo cual agradecía porque lo que menos quería era estar lejos de su morrita.

- ¡Hola mi amor! ¿Qué tal tu día? – saludó Valentina.

- ¡Hola mi cielito lindo! Yo muy bien... ¿Tú que tal? ¿Cómo vas con lo de las pinturas?

- Mmm ahí vamos, pero siento que hay algo que me hace falta. No estoy del todo convencida con el material que tengo hasta ahora.

- Creo que entiendo el punto! Necesitas algo en donde transmitas mucho, ¿cierto?

- Correcto! ¿Cómo sabes?

- Porque me pasa lo mismo, he estado con todo el rollo de los nuevos proyectos y están bien, a decir verdad están excelentes los diseños, pero necesito algo que me inspire realmente.

- Eres la mejor arquitecta mi amor, todo lo que haces es excelente...Dime algo, ¿De todos tus proyectos cuál ha sido el más importante para ti?

- Mmm hay varios, pero puedo decir que el más importante ha sido este edificio, ya sabes, fue algo diseñado por mi abuelo y por mí.

- Imagino que esa es una de las razones por las que decidiste vivir aquí. Es un lugar muy hermoso! ¿Si no vivieras aquí dónde sería?

- Imaginas bien! De hecho desde pequeña siempre me visualicé viviendo en un lugar así... Y no sé, si no fuera aquí, sería en algún otro departamento más pequeño, tal vez en la zona en donde vive Gaby.

- ¿Y por qué no en una casa? Es decir, creciste en una casa grande, casa que al fin de cuentas vas a heredar.

- Mmm no quiero esa casa, sabes que parte del acuerdo de divorcio de mis padres fue que ese lugar quedara a nombre de mi adorada madre y de ella no quiero absolutamente nada. Nunca me vi viviendo en una casa grande porque siempre creí que eso era cosa para familias y así... ¿Si tuvieras la oportunidad de tener tu propia casa cómo te gustaría que fuera?

- ¿Mi propia casa? Mmm pues me gustaría que fuera en un lugar en donde haya zona verde, una hermosa vista y exista mucha tranquilidad. No importa si es pequeña o grande...

- Tú te mereces un castillo princesa! Dime ¿Qué más te gustaría? Piensa en grande...

- Mmm ok! Voy a pensar como me gustaría una casa que fuera para ti y para mi... La visualizo en grande, una casa con varias habitaciones, la más grande obviamente sería la nuestra, estarían luego las de los niños – Juliana sonrió – y obviamente para invitados, para toda la familia, ah y claro que Max tendría su propia habitación en nuestra casa. También me gustaría una cocina grande, una sala de televisión más grande que la que tenemos aquí porque ya seríamos más personas, sería bonito tener un jardín en donde Lanna pueda jugar y correr y en donde podamos organizar parrilladas y ¿sabes que sería genial? Una piscina, me encantaría una grande. – así siguió detallando todo a lo que Juliana prestaba mucha atención.

- ¡Me gusta todo! Principalmente esa parte de las habitaciones de los niños, eso quiere decir que nos visualizas con más de uno.

- ¿Eso está mal?

- Mmm no! Para nada... Solo que me gustaría saber cuántos niños piensas que vamos a tener!

- ¡Muchos! No ya en serio, para empezar nos veo con un bebé y luego de algunos años otro más y ya, creo que 2 son más que suficientes...

- Perfecto! Yo también nos veo con una mini tú corriendo por todos lados, una cosita hermosa con los mismos ojos de su mami. Podemos practicar eso de hacer bebés...