Es sábado. Llevo toda la semana pensando en Hugo y no sé porqué. En la conversación que tuvimos el domingo pasado. Me ha mandado varios mensajes pero lo cierto es que no le he contestado. Le he estado evitando, para que mentir y con ello también evitando a Mateo.
Yo quería ser amiga de ellos pero me he dado cuenta que me desvían muchísimo de mis cosas importantes y no quiero eso. Yo no quiero defraudar a mi padre.Estoy en casa, me visto y salgo a correr. Estoy por una calle súper larga y hay zona peatonal para poder correr. Llevo los cascos y escucho la música a tope para desahogarme, llevo una semana muy agetreada y estoy saturada. Voy a un paso muy firme pero me tocan por la espalda y me giro.
-Joder, Miguel. Me habéis asustado-le digo muy agitada a él y a Martina.
-Lo siento, no nos escuchabas. Llevamos un buen tramo llamándote-ellos también estaban haciendo deporte por lo que puedo ver.
-Los auriculares-señalo.
-Esta noche vamos a tomar algo. ¿Te vienes? - me pregunta y Martina me sonríe.
-Sí, claro-le digo seguidamente.
-Qué raro que no hayas puesto ningún problema-me dice Martina.
-He tenido una semana muy tensa, necesito refrescar la memoria-le explico.
-Sí, lo he notado, ¿pasamos a por ti a las ocho?- me pregunta.
-Paso yo a por vosotros a las ocho-les digo.Hemos quedado en media hora. Me estoy planchando el pelo y Martina me ha mandado un mensaje diciéndome que me arregle y la verdad es que me apetece. Asique me maquillo un poco, me plancho mi pelo rizado y me coloco una diadema finita de color blanco. Me pongo una falda negra, y una camisa granate que cae por mi hombro y un top abajo que se deja ver.
Me pinto los labios de un color clarito y me pongo mis zapatos con plataformas.
Cojo el bolso, las llaves y salgo a la calle.He recogido a Martina y a Miguel y a juzgar por conforme están, voy a ser sujetavelas. Pero no me importa, porque me lo paso bien con ellos. Hemos llegado a un restaurante y me he pedido una coca cola. Nos hemos sentado en la terraza y yo estoy de espaldas a un paseo que hay. Martina me habla de que están pensando en irse de viaje y yo lo veo súper precipitado porque a penas llevan dos semanas saliendo.
Miguel está mirando de reojo por detrás de mi y yo me giro porque me imagino qué está pasando.-Me cago en vosotros. ¿Esto es una encerrona? - los miro con cara de asesina cuando veo que Hugo está llegando a nuestra mesa.
-No.
-Si.Me responden a la vez.
-¿Os aclaráis? - levanto la ceja.
-No le mientas, Miguel-me mira-hemos llamado a Hugo, él no sabe qué venías, al igual que tu. Pero dice que está súper enfadado contigo-se encoge de hombros.
-Vamos, que no ha dejado de hablar de ti en todo el tiempo esta semana. Entonces hemos hecho esto para que habléis. Callaos que viene-corta la conversación- Que pasa bro.Él se sienta a mi lado y yo lo miro para saludarlo, pero no es recíproco. Él sólo se queda mirando a los ojos de Miguel como si quisiera matarlo.
-Y bien-empieza hablando-que es esto.
Lleva una camisa de cuello Mao azul clarito y unos vaqueros negros con unas Nike a juego con los pantalones. Puedo decir que hoy va guapísimo.
-Nosotros-se ríe Martina-nos vamos, tenéis que hablar. Os hemos pagado las bebidas, te hemos pedido coca cola, Hugo. Un beso adiós- dice corriendo mientras se levantan y se van.
-¿Y estos? - digo al aire a ver si me responde.
-Son idiotas-sacude su pelo rubio.
-Me han dicho que te pasa algo-me levanto y me pongo justo en frente de él.
-No- dice seco.
-¿Rubio? - le sonrío.
-Ni rubio, ni Hugo, ni moreno, ni nada, Abigail, ¿Que estás haciendo? Quiero decir. Un día bien al otro no me hablas en una semana, ni contestas mis mensajes. ¿Porqué? - me pide explicaciones.
-Para empezar tu y yo nunca nos hemos llevado bien-le digo igual de borde que él a mi.Y el caso es, que tiene razón. Él trata de llevarse bien conmigo, sus mensajes de esta semana han sido como estás y al rato supongo que estarás estudiando o en baile. A final de semana desistió. Yo soy la que está mareándolo pero en realidad, la que está liada soy yo y eso, afecta.
-Entonces no hace falta que acabes-se levanta-por favor, pasa de nosotros-y sin decir nada más, se va.
Me quedo perpleja y veo como se va sin ni siquiera mirar atrás pero me levanto y salgo corriendo detrás de él cuando ya casi no lo veo.
-HUGO- le grito- HUGO- me he dado cuenta de que esta vez, me da igual que la calle esté abarrotada de gente. No sé qué me pasa con éste chico.
Él se gira y se queda quieto mirándome.
- Lo siento, ¿vale? Necesitaba arreglar mis ideas. Estoy echa un lío, tengo muchísimas cosas que hacer y tu- me arrimo a él y con mi dedo índice lo señalo tocándole el pecho-tu me has distraído mucho últimamente-levanto mi cabeza y lo miro.
-Puedo no hacerlo más-da un paso hacia mi.
- Quiero que seamos amigos-doy yo un paso hacia atrás viendo hacia donde van las intenciones-¿Quedamos?- lo miro.Él se queda cortado, veo como se sonroja y me quita los ojos de encima.
-Sí, claro. Pero ahora tengo que irme-ladea su cabeza hacia la izquierda.
-Vale. ¿Te parece comer mañana? ¿Conoces algún sitio guay? - doy mi brazo a torcer porque no sé qué me pasa con este chico.
-Sí, vale. Mañana comemos-sonríe-conozco un sitio que te puede gustar.
-¿Te llevo? - le enseño las llaves del coche.Él asiente y cuando se pone a mi lado, me choco con él amistosamente.
Nos subimos al coche y le ofrezco a que ponga su Playlist. Me ha puesto reggaeton y estamos cantando los dos pero me entra una llamada.
"Papá"
Lo miro y le digo que se calle y él me asiente.-Hi dad- le digo mirando al frente un poco nerviosa porqué sé que como oiga a Hugo, la tontería se va a acabar.
-Hola Abigail, como va todo-me pregunta.
-Genial, ¿y tu?
-Bien, en Japón-Hugo me mira ojiplático y yo le miro como si nada-¿los estudios? ¿Igual de bien que el baile? Porque me ha llamado tu profesora de baile. El domingo pasado no fuiste. Y me ha dicho que has estado muy ausente. ¿Qué te está pasando?- me dice serio.Veo que Hugo aprieta los dientes por las palabras tan secas que mi padre me dice. Yo le pongo la mano en la rodilla para relajarlo y cuando me mira, niego con la cabeza para restarle importancia.
-El domingo me invitó a comer Monica, mi casera, papá. Se me olvidó avisar a Lola. Disculpame no volverá a pasar-le explico- en cuanto el rendimiento, los exámenes me están consumiendo-le miento porque en realidad lo que me está sacando del camino, es hacer mi vida, con mis amigos-no volverá a pasar.
Mi padre suspira.
-Vale, Abigail. Espero que sea así. Porque sabes las condiciones que hablamos para que te deje allí sola. Si no es así, iré a quedarme contigo. Eres lo suficientemente responsable para vivir sola, sabes lo que tienes que hacer. Un beso-y sin dejarme responder, cuelga.
Vuelve a sonar la música y Hugo no dice nada. Al llegar, Mónica está saliendo de su coche junto a una chica joven morena con gafas. Estaciono y Hugo baja.
-¡Abi!- me dice Mónica por la ventanilla.
-Hola Mónica, ¿cómo estáis?- le sonrío.
-Que te vas ya a casa-me pregunta.
-Sí, tengo muchas cosas que hacer-le miento.
-Anda quédate a cenar, ella es Vicky, una de mis trabajadoras y cámara de los niños-la miro y ella me saluda- quédate-me sonríe y como decirle que no a esa sonrisa.Aparco mi coche y bajo.
Hola, holaa!! Ahora que parece que Abi se mete un poco más en la vida de estos chicos, ¿que pasará?
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Nos vemos mañana un beso!

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Life Haack
FanficMe llamo Abigail. Soy británica, aunque el trabajo de mi padre me obliga a menearme por demasiadas partes del mundo. Tengo una buena vida, no me puedo quejar. Soy bailarina, calculadora, muy exigente conmigo misma y sobretodo, estudiosa. Muy estudio...