*Flashback*
Estamos en la playa de Candano, en Isla. Hace una tarde maravillosa y prácticamente todos están en el agua, menos Telmo y yo que hemos salido a beber agua.
-Aún tardarás en volver a Inglaterra, ¿no? - dice con ese acento andaluz- quiero decir, aún quedan varias semanas hasta acabar el verano-coge una botella, bebe a morro y yo lo miro con cara de asco cuando me la ofrece.
-Sí- le rechazo la botella con la mano para coger mi propia botella-técnicamente mi padre debe volver a por mi a principios de septiembre-abro mi botella-aún puedo disfrutar unas semanas mas- sonrío y bebo.
-¿Te da asco? - señala la botella que lleva en las manos.
-Un poco-nos reímos.
-Eres una tía rara-guarda su botella-pero pechá de maja.Telmo me recuerda a mi amigo Chris, es amable, simpático y silencioso. En estos pocos días que lo conozco he creado un vínculo muy fuerte con él. Ojalá esté toda la vida.
Guardamos las botellas y nos vamos otra vez andando al agua cuando me coge por los hombros.-Es genial que nos hayamos conocido-me mira y yo le cojo por la cintura-estoy deseando que llegue el año que viene para volver a vernos.
*Acaba Flashback*
-Disculpa-vuelve a repetirme para sacarme de mi asombro-¿te conozco?
Una aguja se clava en mi corazón y de repente, juro ver una mancha en mis ojos que me nubla la vista. Juraría que éramos buenos amigos. Sí, solo fue un mes.
Pero, ¿tan mal fue como para no acordarse de mi?
Han pasado tres años, Abigail. Trato de convencerme. Es normal que no te reconozca.
Y aunque he cambiado físicamente un poco, tampoco tanto como para que no me reconozca. Ahora soy más rubia y un poco más alta. No, es imposible que no me reconozca y me entran ganas de pegarle un puñetazo y que él me diga que está bromeando. Él también ha cambiado pero yo sé quien es.-No- acabo contestando con un hilo de voz-me habías parecido alguien-sonrío falsamente para quitar la sonrisa.
-Vaya- dice Martina asombrada-casualmente el también se llama Telmo- sonríe-y él es Andrés-señala a un chico rubio de ojos claros con brakets en los dientes-él es Nico, Miguel y Edu. Faltan algunos pero hoy no pueden venir. Ven, siéntate ahí- dice señalando justo en frente de ella, entre Nico y Miguel.Veo que Telmo me mira fijamente y frunce el ceño, como si quisiera acordarse dónde me ha visto antes. Pero niega con la cabeza y se vuelve a meter en la conversación.
-Entonces- me mira Miguel-tu has venido aquí a estudiar-me pregunta-pero, ¿de dónde eres? ¿Vives cerca? ¿Qué estudias?
-¡Miguel! - le corta Martina-le estás agobiando, mira su cara-me miran todos y yo me siento súper agobiada-estudia conmigo cirugía cardio torácica, viene de Inglaterra, tiene dieciocho años y un cochazo de la hostia-aclara.
-Mejor explicado imposible-Río en voz baja mientras me coloco un mechón tras la oreja derecha.
-¿Pero vivías en Inglaterra y eres española?-me pregunta Nico.
-No, natal soy británica. Mi padre es de Londres y mi madre de Birmingham. Mi madre se vino a vivir a España cuando sólo tenía 2 años, mis abuelos maternos son españoles aunque vivieron muchísimo tiempo allí. Mis padres se conocieron en Oxford- les explico la historia aunque no les tendría que importar nada-cuando yo nací nos fuimos a vivir a Londres aunque mi padre viaja muchísimo-me encojo de hombros.
-Y ahora vienes aquí a estudiar porque... - levanta las cejas Andrés para que continue.
-No es por alardear-me rio- siempre he sido buenísima en los estudios y aquí ponen un programa para estudiantes que es uno de los mejores de Europa y bueno, me han cogido entre tres de todo el continente-afirmo.
-¿Qué? Eso no me lo habías contado-me aplaude Martina.
-Hostia loco-dice Telmo. Y cada vez que habla se me encoge el estómago-que bien, enhorabuena.Ya les he contado un poco de mi historia y han hecho que me suelte bastante. Son gente muy simpática y tienen muchísimo salero. Ellos dicen que es por la zona de España donde me he venido. Me encanta la gente andaluza. Siempre de buen humor y sonriendo. El sol se ha ido pero todavía hace calor. Mi padre me ha mandado un WhatsApp diciéndome que fuera a casa a cenar y claro, después de que me deje salir casi por primera vez en la historia, no me voy a negar a ir.
-Bueno, me voy a ir a casa-digo recogiendo mi bolso y mi teléfono.
-¿Yaaaa? - se queja Martina-si aún son las nueve-mira el reloj.
-Sí, tengo que cenar-saco el monedero y cuando pasa el camarero, dejo dinero en su bandeja-lo que sobre propina-los miro a todos-invita la casa.Todos me silban y aplauden en modo agradecimiento y yo solo hago que ponerme roja y decirles que bajen el volumen.
-¿Me acercas a mi casa? - me dice Edu-vivo cerca-sonríe.
-Y a mi-se levanta Miguel.
-¿Alguien más? - digo en tono sarcástico.
-Yo- dice Telmo uniéndose.Se sienta Miguel de copiloto, pongo la música y empiezo a conducir. Todos hablan cosas que no saben como que creen que mi padre está forrado pero yo sólo me rio y no les contesto. Miguel ha puesto su Playlist y está sonando sur y norte cuando Edu baja la ventanilla trasera.
-¡EH!- grita- EEEEEH.
-Edu, por favor-le digo mirando el espejo-baja el volumen o te subo la ventanilla.Veo como Miguel también baja la ventanilla y empieza a silbar con los dedos metidos en la boca.
-Pero, ¿y estos chicos de que van? - suspiro.
-Arrimate a la derecha, Abi-me dice Miguel señalando al paisaje- ¡MATEE!
-¡MATEO!- gritan los tres a la vez.Me pongo a la derecha del todo y pongo los cuatro intermitentes del coche para estacionarme. Me apreto las sienes para liberar el estrés que esto me está provocando.
Al final, confirmo las dudas que tenía. De todos los millones de personas que hay en la faz de la tierra, yo me voy a tener que encontrar con Mateo, con la persona que fallé hace tres años yéndome sin más.
Genial.-¿Le queda mucho a vuestro amigo?- digo angustiada-vamos a tener que mover.
-Eh Mateo- le oigo decir a Miguel y eso me afirma que ya está aquí- ¿has visto este bebé?-acaricia la puerta.
-Qué pasa tíos,¿ y este cochecito?- se acerca a ellos y les choca la mano.
-Pues de nuestra nueva amiga-se sienta bien en el coche para que pueda verme.Y entonces cruzamos miradas. Y a mi se me cae el alma y él pone cara de decepción total.
-Abigail- dice con un tono de esperanza.
Y yo, al ver que me reconoce, giro la cara como si no lo hubiera escuchado y agacho la mirada.
Que genial mi nuevo principio de vida.
Bueno familia... Ahí está Abi, sin saber que hacer al ver a Mateo. ¿Qué creéis que pasará? ¿Mateo querrá saber de ella? ¿Abi le dirá algo?
Dejad en los comentarios lo que creéis que pasará.
No olvidéis darle 🌟 si os gusta.
Un beso. Nos vemos mañana!! ❤️

ESTÁS LEYENDO
Life Haack
FanfictionMe llamo Abigail. Soy británica, aunque el trabajo de mi padre me obliga a menearme por demasiadas partes del mundo. Tengo una buena vida, no me puedo quejar. Soy bailarina, calculadora, muy exigente conmigo misma y sobretodo, estudiosa. Muy estudio...