-Abigail- dice con un hilo de voz- ¿Eres tu? - trata de convencerse a si mismo.
De repente todos se callan y me miran ojipláticos.
-¿Os conocéis? - dice Telmo- qué casualidad, nunca nos habías hablado de ella-continúa con sarcasmo.
-La conocemos los dos, Telmo- se apoya en la ventanilla de Miguel y sin mirar, sé que todos deben estar frunciendo el ceño-es la chica de Isla-baja la voz-se fue sin dar explicación, nos dejó tirados en un día importante y nunca más la volvimos a ver- dice rencoroso-¿te acuerdas?
-No mucho-responde Telmo- bueno nada.No les miro, se me está cayendo la cara de vergüenza. ¿Un día importante? ¿Qué iba a pasar ese día?
-La empollona que prometió volver al año siguiente y no la vimos-escupe las palabras.
-Hostias, ya me acuerdo-coge aire-que fuerte.
-Estoy perdido-dice Edu desde atrás.
-Una historia muy larga. Bueno, os veo mañana en clase-dice Mateo poniéndose recto.Sin dejarles decir adiós, arranco el coche y salgo corriendo más deprisa de lo que es debido. Sus palabras chocan fuertemente y hace que una lágrima caiga por mi mejilla pero me la limpio antes de que nadie pueda verme.
-Ya me acuerdo de ti, ¿porqué te fuiste así, sin más? -saca Telmo la cabeza por el medio de los dos asientos delanteros y me mira-Un mensaje hubiera bastado, digo yo- me pide explicaciones.
-Tuve que irme, no hay más que decir-hago que se calle y sin hacer ni una pregunta más, se sienta y veo como mira por la ventanilla pensativo.
-Gira a la derecha, hemos llegado a mi casa-dice un poco enfadado.Sin decir adiós, se baja del coche y anda sin mirar atrás hasta que entra en una casa enorme.
Llevo aquí dos días y ya la estoy cagando hasta el fondo.
He dejado a todos en casa. Ninguno a habierto la boca desde que Telmo ha bajado del coche y podía cortarse la tensión con un cuchillo.
He aparcado mi coche y cuando he subido a casa, papá tenía la cena hecha pero me he ido a dormir directamente y he tratado de olvidar las últimas horas de mi vida.Ha pasado una semana. He estado en todo menos en lo que tengo que estar. No he podido dejar de pensar en que Mateo, bueno, los Haack viven aquí. En ese maravilloso mes de verano que mi padre me hizo olvidar.
Yo no sé porqué lo hizo. Nunca he sido mala hija y no creo que me mereciera eso.
Por otra parte, no he vuelto a ver a ninguno de los otros chicos que conocí con Martina y ella no sabe nada de lo que pasó. O si, pero no me ha preguntado nada.Hoy es mi primer día de baile. Siempre he sido una gran bailarina. Voy a clases desde que tengo uso de razón y me encanta. Me ayuda a despejarme, como correr. Es un poco duro, mis pies se llenan de durezas y heridas por las bailarinas, pero nada que no se pueda arreglar con una buena sesión de pedicura.
A mi madre también le encantaba bailar, creo que eso ha sido lo que me ha hecho no tirar la toalla y seguir hacia alante hasta llegar donde estoy.He entrado a un polideportivo enorme con un montón de actividades. He visto que hay tenis, sala de hip hop, padel, boxeo y fútbol. Mi clase está un poco apartada y tengo que andar más de la cuenta pero no me pierdo y llego a la primera. Allí me espera una profesora que se hace llamar Lola y me comenta que va a ser mi profesora todo el tiempo.
Yo doy clases de baile sola desde hace mucho tiempo. Mi padre dice que para ser la mejor, los profesores deben poner toda la atención sobre mí. Por una parte me relaja porque tener que bailar con otras personas seguro que me pondría nerviosa, pero por otra parte, me gustaría conocer gente a la que le gustara hacer lo mismo que a mi y poder abrirme.
Me he puesto mi maiot y mis bailarinas, estamos estirando y noto una leve flojera porque llevo unas cuantas semanas sin bailar, pero se me pasa cuando comienzo.
Mi profesora me mira con tal de saber hasta dónde soy capaz de llegar y se fascina al ver que sé de todo lo que me pide que haga.
Estoy en mi salsa, me lo estoy pasando genial. La habitación donde estoy ensayando, es una cristalera enorme y a mi espalda, son todo ventanales enormes donde la gente que pasa, puede mirar... Y lo hacen.
Estoy haciendo un Relevé cuando veo que pasa Mateo junto a Edu y me distraigo, piso mal en el suelo y me caigo.-¿Estas bien?- me dice Lola acercándose a mi.
-Sí-le respondo masajeando mi tobillo-necesito ir un momento fuera-me levanto y cogeando un poco salgo por la puerta sin que ella me responda.
-¡NO TARDES! -me grita desde dentro.Salgo corriendo cuando mi tobillo responde mejor. Me quito el tutú y lo dejo tirado por el pasillo y cuando abro la puerta, Mateo y Edu están muy lejos. Miro hacia todos los lados a mi alrededor y cuando veo que no hay nadie, porque me da vergüenza, les grito.
-MATEO, EDU- grito, pero no se giran.
Seguidamente me pongo a correr detrás de ellos. Yo no soy de esas personas que dan el cante en público, porque tengo mis modales y porque me da vergüenza, pero creo que le debo unas disculpas a Mateo aunque él no me perdone jamás. Cuando estoy más cerca de ellos, vuelvo a alzar la voz.
-MATEO, EDU- esta vez me oyen y se giran los dos a la vez. Veo que Mateo suspira y Edu me mira con el ceño fruncido de arriba a abajo- Hola-digo hiperventilando al llegar.
-¿Baile? - dice Mateo mirándome con una ceja levantada.
-¿Tenis? - le devuelvo la contestación.
-Bueno, te espero en el vestuario-dice Edu- hasta luego Abi- se despide y nos deja solos.Mateo me mira y yo me quedo bloqueada. Me da mucha vergüenza, además que me cuesta admitir mucho mis errores, aunque no fue exactamente mío sino de mi padre.
-¿Algo que decir? Tengo clase en quince minutos-me señala la pista.
-Eh, si verás- digo cuando ya me he calmado un poco de la carrera que me he pegado-creo que mereces una explicación de todo lo que ha pasado este tiempo-miro hacia abajo.Él se ríe con sarcasmo y se cruza de brazos mientras espera que diga algo.
-Mi padre me obligó a irme, así, sin más-cojo fuerzas y le miro a los ojos-me quitó el teléfono, traté de hacerme con vosotros pero lo perdí todo y no pude hacer nada, él me obligó-me implo y lucho por no ponerme a llorar-he pensado en vosotros cada día desde que no os veo.
-Ya, ¿y el otro día? Porque parecía que no me conocías-levanta una ceja.
-Me dio mucha vergüenza verte, se me caía la cara de vergüenza, pensé que estabas muy enfadado conmigo-le explico.
-Pues la verdad es que sí, estaba enfadado contigo-se calla para luego continuar-pero que hayas venido a pedir disculpas después de tanto tiempo dice mucho de ti-sonríe. Siempre fue un amor de chico-asique por mi parte, esta todo bien-me alza el brazo y me mira-¿amigos?Le sonrio de oreja a oreja y le doy la mano y seguidamente un abrazo que acepta sin pensárselo.
-Bueno, me voy a tenis- me dice andando hacia atrás.
-Sí, y yo a baile-me río- Adiós Mate.
-Adiós Abi.Nos hemos ido cada uno hacia un extremo del polideportivo, estoy sonriendo como una tonta porque al final, no ha sido tanto como yo me esperaba y Mateo, que es muy buen chico, no le ha dado importancia a nada.
Voy por el pasillo para entrar a mi clase, cojo mi tutú que he dejado tirado en el suelo y oigo estruendos súper altos. Me paro, ando unos pasos hacia atrás y miro por el cristal que hay en la puerta.
La sala de boxeo.
Siempre me hubiera gustado probar una clase por saber que se siente estar pegando puñetazos a un saco. Seguro que se debe liberar muchísima adrenalina y te deja súper cansado.
Estoy curioseando, la mayoría son chicos aunque se escapa alguna chica por ahí y me parece impresionante. En el ring hay un chico moreno, alto y un poco delgado junto a una chica algo más bajita que él pero parece dura de roer.
Fuera del ring hay un chico pegándole al saco. Está de espaldas a mi. Es alto, muy moreno de piel y rubio. Va sin camiseta y le brilla la espalda del sudor que cae por ella. Lleva unos pantalones negros con rayas blancas que puedo intuir que son de nike y una cadena...-Mierda-digo en voz baja.
El chico, que parece haberme leído la mente, se gira y mira hacia donde estoy yo. Rápidamente me agacho para que no me vea. Y vuelvo a maldecir.
-Esa cadena plateada- maldigo para irme a gatas hasta mi clase en la cual me está esperando Lola para seguir.
Pero yo ya no me puedo concentrar porque sólo puedo pensar en esa cadena plateada.
Buenaas! ¿Como va el día, familia? Espero que muy bien.
Primero. Siento la largaria de este capítulo. Siento que tengo explicar muchas cosas y al final se me va el santo al cielo. Quien será el famoso chico de la cadena plateada... Espero que acertéis. He estado pensando y lo más seguro es que pase a publicar por las tardes en vez de a medio día. ¿Qué opináis?
Espero que estéis disfrutando mucho y que os guste. Ya sabéis 🌟 si os esta gustando y comentad que esperáis que pase.
Besos❤️
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Life Haack
FanfictionMe llamo Abigail. Soy británica, aunque el trabajo de mi padre me obliga a menearme por demasiadas partes del mundo. Tengo una buena vida, no me puedo quejar. Soy bailarina, calculadora, muy exigente conmigo misma y sobretodo, estudiosa. Muy estudio...