Life Haack

¡BASTA YA!

-¿Q.. qué?- le digo a mi padre cuando casi me atraganto con mi saliba- ¡NADA! Hugo y yo somos amigos. Ya está-le miento.
-Espero que sea así, porque ahora mismo no necesitas distracciones y tener pareja es una distracción-conduce.

Y está vez no me callo. Cruzo mis brazos y lo miro fijamente.

-¿Y si lo fuera? - rechisto- tu conociste a mamá con mi edad.
-Hoy en día, la relación que teníamos tu madre y yo, no existe. Sólo os queréis un par de meses, que ni eso, comentéis todos los errores que conlleva la vida y si te he visto no me acuerdo. No sois maduros-dice con la voz ronca.
-Papá, no es cierto. ¿Vale?
-Entonces sí tienes una relación con ese chico, Hugo. Encima esque el mismo que hace tres o cuatro veranos, Abigail-pega un golpe en el volante.
-Pero que problema tienes con Hugo, vamos a ver-le grito.
-¿Pero no ves las pintas de macarras que me llevan esos niños? Enseñando la marca de los calzoncillos, los calcetines subidos hasta arriba y chancletas-niega con la cabeza.

Yo soplo y me rasco la nuca porque estoy nerviosa.

-Con lo que me costó tirar esas cartas sin que te dieras cuenta-niega.

Lo miro ojiplática. El aire se para dentro de mis pulmones y me cuesta respirar. Asique mi padre fue el que cogía mis cartas del buzón y las escondía. Por eso nunca llegaron. Por eso nunca más supieron de mi.

-Papá- digo con un hilo de voz- ¿Guardabas mis cartas para que no llegaran a España? - me implo- ¿Cómo pudiste hacerlo? - me cae una lágrima.
-Porque me negaba a que suspendieras y no llegaras a nada en esta vida por unas personas que estaban a miles de kilómetros-dice seco.
-No me lo puedo creer-empiezo a hiperventilar- tu hiciste que estas personas se pusieran en mi contra-le miro con lágrimas en los ojos.
-Y ya veo que no ha servido de nada-suspira-esto es por tu bien Abigail- para el coche y me mira-dejé pasar por alto que fueran tus amigos, pero si tienes una relación con ese chico rubio...
-Hugo, Taylor. Se llama Hugo-le contesto borde.
-Pues Hugo, Gilberto, Alejandro o como se llame. Me da igual su nombre, no quiero que estés con él-me advierte-cuando apruebes y seas cirujana, entonces podrás tener pareja. ¡Y UNA MÁS DECENTE! - me grita.
-Hugo es una persona decente, papá-lloro- es amable, comprensivo y muy muy muy empático. Me trata bien. ¿Qué más da como vista? Qué más da si es rubio, moreno, alto o bajito-acabo gritando y hay tanto silencio, que oigo mi voz dentro de mi-ahí donde ves "sus pintas" - digo poniendo comillas con los dedos- estas personas son embajadoras de tu tienda-le señalo- Mateo esta estudiando en la universidad empresariales con un A+, y Hugo entra el año que viene a arquitectura con otro A+- le explico.
-Ah, que encima es más pequeño-ríe- y, ¿qué me dices de que sean Youtubers? - me saca pegas.
-¿Tu te has enterado de todo lo que te he dicho? - le digo escupiendo las palabras- ¿Ves que sus notas hayan sido bajas por grabar un video a la semana? ¿Ves que su vida dependa sólo de los estudios? ¡NO!- limpio mis lágrimas- Ellos tienen una vida normal. Van a clase, a extraescolares, amigos y aún así, aprueban todo con dieces, como yo-lo miro y está serio escuchándome- no necesito apartarme de nadie para seguir siendo tan buena como soy en todo-y después de soltarle todo, me callo y espero a que hable.

Hay un minuto de silencio y cuando vuelve a arrancar el coche, me mira.

-Lo siento, Abi. Pero puede esperar todo a que tu carrera acabe-mete primera y el coche se pone en marcha- si no me haces caso, tendrás que volver a Inglaterra.
-¡NO! - le niego- No vas ni a alejarme de ellos, ni a quitarme baile, ni universidad-vuelvo a llorar-Esta vez no-niego.
-Eso ya lo veremos- responde seco.
-Por encima de mi cadáver.
-¡BASTA YA, ABIGAIL! - acaba gritándome- como te pongas tonta, ahora mismo recoges tus maletas y te vienes a Inglaterra-me advierte.
-Mamá estaría en contra de lo que estás haciendo-digo en voz baja.
-Tu madre no está aquí-le cambia la voz-y que sea la última vez que la nombras en estas conversaciones. ¡PORQUE TE CAMBIO DE UNIVERSIDAD Y A LA MIERDA TU PROGRAMA!- grita- ¡Y NO QUIERO NI UNA PALABRA MÁS AL RESPECTO!

Me callo y ahogo mis lágrimas. Por muchas cosas que me diga, esta vez no voy a alejarme de Hugo me cueste lo que me cueste. Quiero vivir mi vida y él forma parte de ella.
Hemos llegado a casa, me he encerrado en mi cuarto y estoy llorando. Macarras dice mi padre. Si son las personas más respetuosas que he conocido hasta el momento.

-La cena está lista- me toca mí padre la puerta.
-¡NO QUIERO CENAR! - le grito.
-Pues más desayunaras mañana-dice indiferente.

Me lleno de rabia y le pego un golpe a la almohada. Odio que actúe como si no hubiera pasado nada.
Son las nueve de la noche, han llamado a la puerta pero ni siquiera he hecho mención de levantarme a abrir.

-Abigail está durmiendo-oigo a mi padre decir.
-Hola, Taylor. Buenas noches. - es Hugo.

Me levanto de un brimco, me calzo con mis zapatillas de estar por casa y salgo corriendo.

-Ya es muy tarde, mejor ven otro día-continua serio mi padre.

Veo por el pasillo como le cierra la puerta pero Hugo pone el pie impidiéndolo.

-Tengo una cosa importante que decirle a tu hija, Mr.- le dice muy educadamente.
-¿No puede ser en otro momento? - le rechista mí padre.
-No hubiera venido hasta aquí a las nueve de la noche para decirle algo que no fuera importante-dice.

Yo me pongo detrás de mi padre. Hugo tiene las manos cogidas por detrás de la espalda. Lleva unos vaqueros ajustados, unas Nike y una camisa a juego con los dibujos. Se ha arreglado para venir a verme.
Mi padre lo mira de arriba abajo y asiente.

-Dile lo que tengas que decirle ahora. Vamos a cenar-dice con palabras duras.
-Papá, basta ya-miro a Hugo y éste alegra su cara hasta que ve mis ojos llorosos- ¿puedes dejarnos un momento? - lo mira pero este niega.
-Supongo que a Hugo no le importará que me quede aquí-mira a Hugo y este asiente.
-No importa Mr. Puede quedarse- dice y me mira- desde que te has ido, he buscado como loco qué hacer con lo de Abril-me habla de una forma que sabe que mi padre no se entera-he estado toda la tarde súper liado, pero al fin lo he podido arreglar-sonríe.

No me lo puedo creer. Sonrío como una tonta y aplaudo.

-¿Qué es lo que has arreglado? - dice mi padre desconcertado.
-Es mentira-le digo yo.

Desata sus manos de la espalda y saca una caja azul. La abre y ahí está mi collar. Intacto.

-Hugo... - lo miro con ilusión.

BUENAAAS. Al parecer el padre de Abi, Taylor, no consiente que la "relación" que llevan Hugo y ella siga adelante.

¿Cambiará de idea al ver que Hugo es un cachito de pan?
¿Obligará a Abi a marcharse para poner distancia?
¿Podrán salir de este entuerto esta vez juntos?

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Por cierto, tengo que deciros que por motivos personales, a partir del miércoles que viene, empezaré a publicar a las 19 de la tarde. ¿Os parece bien? Disculpad las molestias.
Nos vemos mañana, familia❤️