Martina.

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Me despierto a las siete de la mañana. Me pongo un café y mientras se calienta en el microondas, me pongo unas mallas y un top de Calvin Klein. Tomo mi café y seguidamente salgo a correr.

Desde hace más de cinco años, todas las mañanas, antes de empezar el día, salgo a correr. Me relaja. Me hace pensar y sobretodo, libero toda la adrenalina que acumulo. Es mi rato personal todos los días.
Llego a casa, me ducho y meto todo lo que voy a necesitar en una bolsa y me visto.
Son las ocho. Mi corazón va a mil. Voy al baño, cojo un poco de espuma y la pongo en mi pelo con tal de rizarmelo. Me recojo medio pelo en un moño y dejo mi flequillo suelto.
Salgo del baño, bebo un poco de agua, ando hasta mi cuarto, salgo y cuando llego hasta el comedor mi padre me para.

-Abigail, basta-trata de relajarme-todo va a salir bien, ya verás.
-Sí, lo sé- digo impaciente-¿Nos vamos?- trato de sonreír pero sólo pongo una risa angustiosa.

Vamos con el coche. Mi padre ha decidido acompañarme y llevarse mi coche para hacer cosas durante el día para luego venir a recogerme.

-Suerte, hija-me da un beso en la frente.
-Gracias, papá. La necesito-cojo aire y me dispongo a entrar.

Voy caminando pensando en lo que me va a deparar. Miro fijamente hacia alante sin parar ni un segundo cuando por accidente, choco con una chica y se caen todos nuestros libros al suelo.

-Disculpa, lo siento yo... - la miro y ella también me está mirando con una sonrisa en la cara mientras niega con la cabeza-no te he visto-digo con la voz muy baja y el corazón a mil por hora.
-No te preocupes-sonríe mientras nos levantamos-soy Martina-levanta su mano para que yo le devuelva el saludo y lo hago-yo también iba despistada-dice señalando el móvil.
-Yo soy Abigail, Abi- me corrijo-yo voy a biología humana-señalo el edificio que hay en frente de mi.
-Anda, justo yo también voy ahí- señala ella también el edificio algo desubicada-¿vamos juntas?

Asiento y le sonrío. La chica parece muy simpática. Nunca antes me había costado tan poco conocer a alguien. No voy a cantar victoria, va a ser mi compañera de clase y no la conozco de nada.
El día ha transcurrido rápido, he ido con Martina a todas partes. Resulta que viene de Madrid, el trabajo de sus padres hizo que tuviera que cambiarse de universidad el año pasado. Es muy simpática y un año más mayor que yo, como toda la clase.

-¿Quieres que te lleve a casa? mi padre está ahí esperando-señalo mi coche.
-Oh, ¿enserio no le importará llevarme?- me pregunta con educación.
-Es mi coche, mando yo- me río.
-¿Enserio? - dice un poco alucinada- ¿ese cochazo es tuyo?- sonríe.

Afirmo con la cabeza y le hago un gesto para que me siga. Cuando nos arrimamos, mi padre se levanta del coche y se sienta en el copiloto. Pero no antes sin darme un beso.

-Hola,Abigail-dice mi padre dándome un beso en la cabeza- Hola-le dice a Martina.
-Ella es Martina-le señalo a mi padre y él le alza el brazo para saludarla- Martina, él es mi padre, Taylor- los señalo para que se conozcan.
-Encantada-sonríe ella.

Nos subimos al coche y mi padre le hace un interrogatorio exhaustivo al que Martina no le da importancia pero a mi me pone nerviosa.
Mi padre parece que la ha aceptado, cosa que me parece raro porque todo lo que no tenga que ver con estudios y baile, no le parece bien.

-Esta tarde he quedado con unos amigos, Abi. ¿Te quieres venir?- me dice Martina.

Miro a mi padre y él me mira y aparta enseguida la mirada. No hace falta ni siquiera que hablemos. Sé que es un no rotundísimo.

-Em-intento buscarme una excusa-esque tengo que ir a baile-le sonrío- otro día quizá-digo mientras asiento con la cabeza.
-Bueno, tienes ya mi número de teléfono- abre la puerta para cerrarla de seguido- nos vemos mañana. ¡UN BESO!- me dice ya desde la distancia.

El caso es que evito cosas de estas para que mi padre no ponga malas caras. No ha cambiado nada en este sentido. Sólo quiere que me centre en mi carrera y en el baile. Y a veces me cuesta mucho entender lo que mi padre me dice. Necesito vivir. Hacer amigos, bailar con ellos, ir a la playa, hacer viajes, enamorarme. Quiero saber que son todas esas cosas que desconozco.
Pero en lugar de eso, niego a ir a ningún sitio para no escucharlo.

Hemos llegado a casa y comido. Mi padre se ha ido a una reunión de trabajo y yo, me he metido en mi cuarto a hacer resúmenes de lo que hemos hecho hoy, que prácticamente no ha sido nada.
He merendado una manzana y estoy viendo un capítulo de Teen Wolf en la televisión. No sé cuántas veces he visto esta serie, pero me la vería mil veces más. Mi padre entra por la puerta, deja las llaves en la entrada y oigo como viene hacia el salón.

-¿Has acabado por hoy? - deja el maletín en la isla de la cocina-empiezas baile dentro de poco, ¿no?
-Sí, la semana que viene tengo mi primera clase con la nueva tutora-le digo mientras atiendo a la tele-y no, solo estaba merendando, ahora me iré al cuarto de nuevo-continuo.
-Ah, vaya-dice en un tono despectivo-yo que te iba a decir que te fueras con la amiga nueva que has hecho-dice con normalidad.

Giro la cabeza y lo miro con cara de ingenua. No me puedo creer lo que están escuchando mis oídos.

-¿Qué? - le digo para que vuelva a repetirme lo que no me creo.
-Eso, que siempre que no descuides tus estudios, puedes salir-se encoge de hombros.

Me levanto del sofá, me quedo quita mirándole y frunzo el ceño.

-¿Estás hablando enserio? - sonrío.
-Vete antes de que cambie de opinión-me dice serio.

Aplaudo al aire, le doy un abrazo y me voy al cuarto para ver que me pongo mientras llamo a Martina.

-Hola, Abi- me dice con ruido alrededor- que tal.
-Martina, que al final si voy a poder quedar, ¿puedo seguir yendo?- digo mientras cojo unos pantalones campana y un top negro.
-¡Claro!- me dice con un poco de emoción-estamos en un bar un poco lejos de tu casa. Te paso ubicación. Hay buen sitio para aparcar-me comenta.
-Genial, nos vemos en un rato-le cuelgo y me arreglo.

Cojo el coche aunque mi padre no ha quedado del todo contento con esa idea. Me pongo el cinturón, enciendo la música y me pongo el Google maps.
Cuando llevo veinte minutos conduciendo, aparco y me bajo del coche.
A lo lejos puedo ver la melena rizada y morena de Martina. Está sentada al lado de un montón de chicos.
Me pongo nerviosa, como no. Trato de relajarme a mi misma diciéndome que todo va a salir bien y que no hay nada que pueda hacer para cagarla. No me conocen, sólo tengo que respirar y sonreír. Al llegar, abrazo por detrás a Martina y sonrío a todo el mundo.

-Hola-digo para que todo el mundo pueda oírme aunque mi voz también tiembla como yo.

Todos me miran y me sonríen mientras dicen "hola" amablemente, pero yo me paralizo cuando veo que el chico que está sentado al lado de Martina, se gira para mirarme.

-Telmo- digo en voz tan baja que sólo yo misma me he podido escuchar.

Bueno, bueno familia. ¡ABI HA VISTO A TELMO! ¿Qué pasará ahora? No sé, no sé...
Comentad si os está gustando y que os gustaría ver.
La verdad es que seguro que Abi no se lo esperaba.
Espero que lo estéis disfrutando tanto como yo. Y no os olvidéis de votar si os está gustando🤗
Un beso. Nos vemos mañana ❤️

Life HaackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora