Life Haack

Mónica.

He estado muy ausente últimamente. Con un nudo en el estómago que apenas me deja comer y me cuesta respirar. He ido de la universidad a bailar y a casa. Me he dedicado a estudiar y dormir, no me apetece ver a Martina, no me apetece ver a sus amigos y mucho menos me apetece tener un numerito como el que tuve hace unos días.
Me he planteado incluso tirar la toalla y volver a Inglaterra. Pero llegar hasta aquí me ha costado mucho y no pienso dejarlo por nada del mundo.

Nada ni nadie va a conseguir que yo, cambie de idea.
Me levanto de la cama, es sábado, las 8 de la mañana. Hoy no me apetece salir a correr pero tengo intensivo de baile asique desayuno, me peino un moño muy apretado en mi cabeza, cojo la mochila y me voy.
Casi empieza Octubre y se va notando el fresquito por las mañanas, pero nada en comparación al frío de Reino Unido. Cojo el coche, enciendo la música y salgo del garaje para hacer el mismo recorrido de cada día.
Cuando llego, aparco al lado del coche de Mateo que tanto conozco ya. Él está metido dentro esperando a sus clases.

Le pito, él me mira y sonríe.

-Buenos días Abi- dice bajando la ventanilla.
-Hola, Mateo-le respondo yo cerrando el coche-¿Tenis?- sonrío.
-¿Baile? - se ríe él también.
-Sí, de echo, tengo que irme ya. ¿Vienes? - le ofrezco.
-Eh, no-me rechaza la propuesta-estoy esperando a que Hugo venga a por su mochila, pero gracias-.
-Mateo, ¿Qué le pasa a tu hermano conmigo? - le pregunto algo incómoda.
-Ya te dije que no se encontraba bien-sale del coche y se apoya en la puerta-él es así, se encontraba mal y decidió irse al coche-se encoge de hombros.

Oigo un silbido que viene desde detrás de mi y me giro. Es Hugo, lleva una camiseta blanca de Calvin Klein y unos pantalones de chándal negros.
Le levanta la mano a Mateo supongo que para que le abra el maletero, pero cuando me ve, agacha la cabeza y el sol, hace que su melena rubia brille muchísimo. Automáticamente, llega al coche y sin decir absolutamente nada, coge la mochila y se va.

-¿Y la verdad de la historia? - le vuelvo a preguntar a Mateo.

El suspira y niega con la cabeza.

-Lo cierto es que... - dice pensativo-mira, me caes muy bien, pero yo no soy quien para darte explicaciones sobre Hugo, Abigail.
-Abi- le interrumpo un poco molesta porque sé que está tratando de defender a su hermano, pero yo también lo haría.
-Abi- se corrige-si quieres saber que le pasa, no sé, páralo, haz que hable contigo, si lo consigues- cierra el coche al coger su mochila y me vuelve a mirar-Hugo es muy tozudo, pero es buen chico, ¿vale? Y ante todo es mi hermano-me dice y se gira para irse.

Me quedo pensando unos segundos y cuando salgo de mis pensamientos me voy a clase. Voy por el pasillo y oigo los golpes del gimnasio pero esta vez no me paro a mirar. Cuando acaba la clase, me voy a las duchas y al entrar hay un par de chicas que salen de Hip Hop.

-Sí, esta noche hay fiesta en casa de Mateo, tendría que ir a comprarme un modelito, pero lo cierto es que no te gl pasta-dice una peliroja con pequitas en la cara.
Escucho pero no le presto atención, yo sigo enjabonandome el pelo.

-Hola-me dicen todas al entrar ellas también a las duchas.

Les sonrío y me miran.

-¿Eres nueva? Yo soy Beatriz, ella es Lucía y ella Paula-me sonríe- ¿Cómo te llamas?
-Abigail-digo tímida.

No es que me de vergüenza, pero me incomoda estar presentándome desnuda a unas chicas.

-¿A qué clase vas?
-Ballet.
-Siempre me ha gustado el ballet, mucho gusto conocerte-va a la ducha y yo me despido al salir.

Me siento en el banco con tal de secarme y ojeo el teléfono mientras tanto. Hay un mensaje de Martina.

"Tía no se que te está pasando, espero que no estés enfadada conmigo. Esta noche Mate da una fiesta en casa. Tenemos que ir"

A lo que yo le contesto que si él no me lo dice, yo no iría. Necesito estudiar.

He salido de ballet, he hecho la compra y estoy conduciendo hacia casa cuando me entra una llamada de Mónica, mi casera. Frunzo el ceño pero no tardo en cogérselo.

-Hola, Mónica, buenos días, ¿como estas? - le digo mientras me paro en un semáforo en rojo.
-Buenos días, Abigail. Muy bien. Mira te llamaba para decirte que yo me tengo que ir a Madrid hoy por trabajo pero vuelvo el Domingo por la mañana y era por si te quieres venir a casa a comer y así nos conocemos un poco más. Además tu padre me dijo que ya se había ido y que de vez en cuando te llamara para ver como vas.
-Para controlarme, vaya-digo en voz baja pero me escucha y se ríe.
-Tu padre te quiere mucho-lo justifica- entonces, ¿te apetece venirte? Estarán mis hijos, así conoces gente para salir y refrescar la mente entre tantos estudios-trata de convencerme.

No me disgusta la idea de conocer gente nueva para poder quedar y salir un poco del círculo de amistades de Martina. Vamos, que necesito más amigos para olvidar que Mateo y Hugo están súper ariscos conmigo. Asique me parece una idea espectacular que Mónica tenga hijos y poder conocerlos.

-Será un placer ir a tu casa a comer el domingo, Mónica-sonrío yo sola.
-Muy bien-se pausa un segundo-nos vemos el domingo entonces. Te mandaré ubicación. Un beso-se despide y cuelga.

El echo de que me haya invitado a comer, me alegra un poco a la vez que me causa cosquillas en el estómago. ¿Como serán sus hijos? Que diga en plural la palabra "hijos" me hace pensar que tiene dos o más asique muchísimo mejor para mi, espero que alguno sea de mi edad.
Entro al garaje y antes de salir aplaudo de la emoción.
Estoy en casa, sentada en la cama con las piernas cruzadas, mi MacBook entre las piernas y un libro justo delante de mi, me llaman pero lo ignoro porque estoy centrada.
Vuelven a insistir, miro mi reloj y veo que me está llamando Mateo, pero lo vuelvo a ignorar.
Y una vez más, vuelve a llamar.

-Como me vuelva a ignorar no la llamo más - oigo al descolgar el teléfono.
-Qué quieres Mateo, estoy estudiando-digo ignorando sus palabras.
-Uy, Abi-se ríe- que está noche doy una fiesta, vente-sigue riéndose.
-¿Vas borracho? - Frunzo el ceño- son solo las siete de la tarde.
-No, voy contento-se ríe - vente.
-Imposible, tengo cosas que estudiar-pongo la excusa.
-No nos hagas ir a sacarte de ahí-oigo a Nico gritar por detrás.

Hay un montón de risas y oigo también la de Martina.

-Imposible de verdad chicos-dejó mi ordenador en la cama.
-Vale pues en diez minutos estamos ahí para sacarte a rastras-insiste Mateo- vamos, vente sólo a cenar y te vas-trata de convencerme.
-Esque no lo veo buena idea-niego.
-ES SÁBADO-grita Telmo.
-Está bien, callaros pesados-resoplo- iré a cenar y me vuelvo y vosotros no vais a poner ninguna pega más.
-Te mando ubicación-y me cuelga sin nisiquiera decir adiós.
-Será retrasado-digo en voz baja.

Dejo el móvil tirado en la cama, suspiro y me tumbo. Menos mal que mi padre no está para ver esto. Si no, tengo claro que me ahorCa. En fin, voy a cambiarme.

¡¡Hola familiaaa!! ¿Qué os esta pareciendo? Siento si los capítulos son un poco largos, prometo hacerlos un pelin más cortos si os parece mejor.
Está claro que Abi está dejando un poco de lado los estudios para averiguar porqué los Haack están así con ella.
¿Qué creéis que habrá pasado para que estén así?
¿Qué pasará en la fiesta de Mateo?
Cometad que queréis ver y si os esta GUSTANDO, no os olvidéis de la 🌟
Gracias por vuestro apoyo. Un beso. Hasta mañana!