Bache.

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-Jamás haría eso, Abigail-me coge de la mano-eres lo mejor que me ha pasado nunca, soy incapaz-se apoya en mis piernas y suspira.
-Vale-digo dejando salir toda la tensión que llevaba dentro.

Confío con los ojos cerrados en Hugo, pero después de la pelea que han tenido, me esperaba lo peor.

-Coge tu mochila, nos vamos-digo saliendo por la puerta.

Él viene por detrás, cuando salimos de la habitación, Abril abre la puerta de Mónica y mira con cara de pánico.

-Perdóname, Hugo. Por favor- llora sin consuelo.

Hugo no hace caso y baja las escaleras sin mirarla. Mónica le pide a Abril que se quede ahí y baja conmigo.

-Disculpa a Hugo, esta muy enfadado-lo defiende-él te quiere mucho.

Bajamos a la puerta y veo que Hugo ya ha salido. Todos miran el numerito que hay montado pero yo lo paso por alto.

-Sé que tu hijo me quiere. Yo a él también-le sonrío para que se relaje-pasará la noche conmigo, ¿vale? Mañana si está más relajado, le diré que se venga-le explico.
-Muchas gracias, Abi-me abraza y salgo por la puerta sin despedirme de mis amigos.

Nos subimos en el coche, Hugo está atacado de los nervios y, aunque yo también estoy un poco nerviosa, trato de desprender paz para que él se sienta un poco mejor. Arranco el coche, él mira por la ventana y, cuando siento que ha rebajado sus pulsaciones, le pongo la mano en la pierna, y se vuelve a acelerar un poco.

-¿Quieres que hablemos? - le digo acariciándole el muslo.
-S... Sí- dice tartamudeando.
-¿Prefieres que paremos un poco el coche o seguimos? - le digo con tono calmado.
-Para mejor, necesito mirarte a los ojos-suspira.

Asiento y me meto por un camino que hay girando a la derecha. Cuando entro dentro del bosque y sé que no va a pasar nadie para que pueda interrumpirnos, paro el coche, me quito el cinturón y adopto una postura cómoda mirando hacia él.

-Cuéntame que pasa, Hugo. Pero tranquilo y relajado, por favor-le sonrío.
-Esto es muy largo. Pero tarde o temprano tenía que salir-se pone en la misma postura que yo y me coge las manos- lo primero de todo, es que te quiero como nunca he querido a nadie y jamás haría algo que pudiera dañarte-me mira con los ojos implados y yo asiento.

Me pongo tensa.

-Cuando te conocí en Isla, hace tres años, jamás pensé que la vida me daría un vuelco tan grande como lo ha hecho-me mira y suspira- me dejaste marcado todo este tiempo. Cuando te vi por la ventanilla del coche, sabía que te ibas y me quedé destrozado...
-Creí que no me habías visto, Hugo... - digo con el corazón en la garganta.
-Claro que te vi-para dos segundos y luego continúa- cuando volvimos aquí después de las vacaciones, me sentía TAN vacío porque te habías ido que empecé a deprimirme. Me decía a mí mismo todos los días que al final el verano tenía que acabar y tu debías volver a Inglaterra, pero no de ese modo-coge su camiseta y se limpia los ojos-total, que cuando empezamos las clases ese año, yo empecé a ir con  chusma, gente que estaba siempre haciendo pellas,aunque evitaba quedar con ellos fuera de clase. Me hacían me hacían reír y por un momento, no me acordaba de lo tacaña que te ponías cuando te discutíamos algo-me mira y reímos-hasta que una tarde quedé con ellos-se pone tenso y cierra los puños-y probé por primera vez un porro. Me inhibí tanto de la realidad, Abi, que por un momento no pensé en ti. Y ahí empezó el problema-suspira de nuevo.

Yo cierro los ojos porque ya sé de qué me va a hablar, se me encoge el estómago y le aprieto fuerte la mano.

-Empecé a quedar con ese grupo a diario para fumar, beber cerveza y echarnos unas risas. De ahí pasó a las pellas, me levantaba pronto para hacer cada día lo mismo con tal de olvidar lo triste y vacío que me sentía. Reprimiendo las ganas que tenía de verte. Gastaba mucho dinero en eso, hasta que se enteró Mon, se lo contó mi hermano y porque un día si no llega a llevarme al médico, no se si lo hubiera contado-se muerde las uñas pero yo le quito la mano de la boca-me bloqueó la tarjeta de crédito. Todo iba mal.
Siempre tenía peleas con mis hermanos y seguidamente con mis padres. Todos los días estaba de mal humor, solo quería hacer lo que llevaba mucho tiempo haciendo. Fumar y olvidarme de que no iba a volver a verte- Hugo me mira con cara de esperanza y, muerto de la vergüenza, vuelve a mirar hacia abajo-hasta que te vi sentada en ese bar. Ahí mi vida cambió por completo-sonríe hacia dentro.
-Si te fuiste al coche corriendo-le quito hierro al asunto.
-Porque no quería que me vieras en ese estado-me explica-los siguientes días estuve pajeándome pensando en ti-encoge los hombros.
-¡HUGO! -le pego en la pierna y consigo sacarle una sonrisa.
-Yo no quería que fuéramos amigos, te evitaba porque tenía miedo de arrastrarte conmigo, igual que hice con todo mi alrededor. Por eso solo tengo a Miguel, a Mateo y a sus amigos. Porque me quedé solo por mis actos.
Cuando me enteré de que estabas aquí porque habías venido a estudiar, la vida volvió a cambiarme. Encontré algo por lo que luchar, por lo que ser mejor persona y por supuesto, encontré un motivo para vivir-me mira con los ojos más sinceros que he visto nunca- tu me has cambiado la vida, has hecho que la gente vuelva a confiar en mí. Me haces mejor, Abigail-me mira.

Yo me quedo callada. Su historia me ha conmovido y ver que una persona me quiere tanto, hace que me ponga nerviosa.

-¿Porque desconfiaban de ti? - empiezo a preguntarle.
-Porque siempre mentía para irme-asiente-ahora me controlan menos.

Ladeo la cabeza.

-¿No te has fijado que cada vez que salimos, me llama alguien o nos ve alguien? Es porque se aseguran de que estás conmigo. Si no, lo hacen a escondidas. Pero es normal, yo me he ganado esto-me explica.
-¿Cuando fue la última vez que lo hiciste? - me rasco el hombro incómoda.
-El día de la fiesta, cuando entraste a mi cuarto y luego te quedaste dormida en la cama de Mateo. Entré, pero ya no te enteraste, estuve mirándote un rato y ahí comprendí que si quería algo en mi vida, debía parar-me dice con fe.

Yo lo miro, nunca nadie había sido tan sincero conmigo.

-¿Porqué no me lo has contado antes? - me acerco a él y le peino el flequillo rubio con la mano.
-Temía que si te lo contaba, te alejaras y no volvieras-traga saliba- lo siento mucho.
-¿Tienes mono? - apoyo mi cabeza en el coche.
-Ya no es como antes. A veces cuando me pongo muy nervioso me entran ganas de hacerlo. Luego recuerdo porqué lo hice y se me pasa-sigue.

Yo asiento, me acerco a él y le beso en los labios.

-¿No estás enfadada? - me mira perplejo.
-No estoy de acuerdo con la manera que me cuentas que trataste a tus familiares y amigos cercanos-supiro- pero un error lo tiene cualquiera y yo te quiero ayudar. Eres el amor de mi vida, Hugo. Haría lo que fuera por ti y si eso implica, tranquilidad para evitar ciertos hábitos, pues que sea así-me pongo el cinturón.

Si podemos con esto, podremos con todo en la vida.

Me ha costado muchísimo escribir este capítulo, pero sin duda es uno de los que más me gusta.
ADVERTENCIA:
Quiero que quede claro y nada más que claro que los personajes de esta novela son totalmente ficticios independientemente de que haya nombres famosos.
¡Yo amo a Hugo!
Pero quería dar un poco de drama al asunto y me parecio una buena idea meter esto en mi historia.

BUENOS DIAAS, FAMILIA! ❤️
¿Como estáis? Espero que bien.
¿Creéis que esto unirá más a la ya sólida pareja de Abi y Hugo?
¿Notáis el cambio paulatino que está teniendo Abi, no? Porque me estoy enamorando yo del propio personaje que inventé 😂❤️
Creo que si se hubiera entrado más pronto, probablemente se hubiera enfadado, pero no. Ahora está más a full con Hugi que nunca.

¿Os está gustando? Espero que si🌟 para poder verlo.
Nos vemos mañana❤️

Life HaackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora