Estamos sentados en el bordillo de la calle, uno al lado del otro sin decir absolutamente nada. Con lágrimas en los ojos y sin pañuelo que pueda limpiarnos la cara.
-Abuelo John estaba muy malo-dice cortando el silencio-no se podía hacer nada-limpia su cara con la fina chaqueta que lleva.
-Nunca se está preparado para despedirse-le respondo con un hilo de voz.Oigo como la puerta se cierra, me giro y veo a mi padre asomado. Él asiente, me señala las llaves en la moqueta de la puerta y se va. Habrá cerrado por la corriente de aire. O para ver con quién estaba.
-Me dijo Telmo que has estado viéndote con Dylan. Es muy buen chico-dice desesperanzado.
-Sí. Hablo con él, me llena bastante-le digo con un poco de sonrisa en la cara al acordarme.
-Y ya... - me dice un poco cortado.
-No-me rio-estamos conociéndonos.Él suspira, no se si de alivio o de cansancio. Es muy tarde, pero cuenta que haya venido a verme después de todo.
-¿No estás enfadado conmigo? - le miro a los ojos.
Él niega con la cabeza.
-Entiendo tu postura. Creo que si fuera un poco más valiente, yo hubiera hecho lo mismo-me explica.
-No soy valiente. Lo he pasado muy mal-le digo tragando saliva-simplemente miré por mi en vez de por tu hermano por una vez-apoyo la cabeza en su hombro mientras me toco un tobillo.
-Él también lo está pasando fatal- sopla-no veas lo pesado que es a veces-niega con la cabeza.Yo miro al suelo. ¿Aún lo está pasando mal? ¿Yo también lo paso mal aún, o ya lo he olvidado? Nunca me había hecho esta pregunta. ¿He aprendido a vivir con el dolor?
-¿Aún? - se me ocurre decir.
Él asiente, pero no dice nada más y yo no le obligo.
-¿Vas a tener valor? - me pregunta.
-¿Para qué? - arqueo una ceja.
-Abi, tu grupo es el mismo que el de Hugo. ¿Vas a estar encerrada en casa hasta que te vayas? - me pregunta.
-Sí. Mi plan no era venir y que estuvierais-me en ojo de hombros-asique estaré aquí, pero podemos quedar por las noches como ahora si te apetece-le propongo muy decidida.
-Sí, podemos quedar aquí por las noches, yo vendré siempre pero debes plantearte el quedar. No puedes perder tu vida porque mi hermano se haya portado mal contigo-me dice con un poco de indignación.Yo no le respondo, me limito a escucharlo. Sé que tiene razón, pero todavía no estoy preparada para quedar con el mismo círculo de amigos que Hugo y no montarle un pollo. Por eso prefiero no ir.
-Hugo hay muchas veces que prefiere quedarse en casa-me dice-si quieres puedo avisarte cuando lo haga-me coge por los hombros.
-Me parece bien-sonrío acoplándome a su cuerpo.
-Creo que deberíamos volver a nuestras respectivas casas-me aconseja-es muy tarde y hace fresco, no deberíamos constiparnos- dice levantándose.Yo asiento y cojo su mano para ayudarme a ponerme de pie.
-¿Nos vemos mañana? - le digo dándole un abrazo.
-Por supuesto-me aprieta con fuerza.Entro a casa y en silencio me pongo el pijama y me meto en la cama... Contenta de ver a Mateo.
Me despierto con el sol en mi cara. Levanto las manos y trato de taparlo, pero estoy demasiado cansada para seguir intentándolo y me doy la vuelta. Miro la hora del despertador antiguo de la mesita, las siete y media. La hora perfecta para levantarme e irme a correr, y es justo lo que hago. Me calzo unas mallas de Calvin Klein, un top a juego y me hago una coleta. Me pongo unos calcetines altos y unas zapatillas aptas para ello y me bajo a la cocina. Mi padre está ahí, leyendo el periódico mientras se toma un café. Él también lleva ropa de deporte, seguro que también se prepara para ir a correr.
-¿Vas o vuelves? - pregunto cogiendo una taza.
-Voy, ¿te vienes? - me dice mirándome.Yo me giro con el café en la mano y sonrío con la ceja levantada.
-Obvio-nos reímos a la vez.
-¿Y eso que quieres correr? - me pregunta-¿Cómo estás? ¿Y Mateo? - me acribilla a preguntas.
-Todo bien papá, yo me siento mejor-le quito sus dudas-y no sé, me ha despertado el sol y he dicho hoy es el dia-me rio.Hemos salido hace diez minutos, se nota que estoy un poco desentrenada pues ya noto la falta de aire en mis pulmones, pero me alivia muchísimo hacer deporte. Libero toda la rabia que tengo por dentro y eso es bueno.
Vamos uno al lado de otro, cada uno con sus auriculares, simplemente nos hacemos compañía. Vamos pegados a la orilla de la playa y está precioso el sol recién salido. No hay gente, bueno, dos siluetas vienen cara nosotros pero por el resto, está vacío y sinceramente, agradezco la soledad.Seguimos hacia y las siluetas se han convertido en dos chicos corriendo cara a nosotros, pero no les damos importancia hasta que por fin, cuando ya no están tan lejos, conseguimos verlos bien. Son Hugo y Mateo. Que justo, nunca corren peor hoy han salido. Mi padre me mira porque se que su educación va por encima de todo y me hace un gesto para que me mantenga relajada.
Yo no puedo estarlo asique paro detrás de él como si fuera mi escudo.-Buenos días, chicos. ¿Cómo vosotros por aquí corriendo? - dice dándole la mano a Mateo.
Yo no digo nada y Hugo tampoco, puede notarse la tensión entre los dos.
-Hugo-repite mi padre ofreciéndole la mano.
Él vuelve de su mundo y mira a mi padre.
-Hola, señor Baker-le devuelve el saludo.
-Te he dicho mil veces que no me llames así-rechista mi padre.¿Le ha dicho mil veces? ¿Porqué lo dice en presente? "Abigail no te comas la cabeza" dice mi subconsciente.
-Perdón, Taylor-se corrige y vuelve a mirarme.
Me ha pillado mirándolo, pero aparto rápidamente la vista a Mateo el cual también me está mirando sin saber que decir.
-Hemos pensado en ponernos en forma-saca conversación Mateo.
-Bueno, ya sabéis lo responsables que somos nosotros dos para el deporte, eh Abigail-dice mi padre dándome un codazo.
-Sí- respondo seca y agobiada.El silencio vuelve a gobernar nuestro círculo de cuatro y noto a mi padre muy tenso.
-Mira se acabó-dice mi padre un poco cabreado-vosotros dos - dice señalándonos a Hugo y a mi-os vais a quedar aquí a hablar y Mateo y yo nos vamos a ir a correr. Cuando vuelva quiero ver que os habláis...
-¡No! - le grito a mi padre interrumpiéndolo.
-Abigail Baker-me advierte-estoy cansado de esto. Vas a quedarte aqui y cuando llegue quiero que hayáis llegado a un acuerdo que me vais a contar-nos mira a los dos.Hugo esta callado a mi izquierda cabizbajo. Yo estoy con las cejas fruncidas super enfadada porque no quiero hacer esto. Mateo se está riendo detrás de mi padre mientras nos mira a los dos.
-Vale-dice Hugo con un hilo de voz.
-¿Como que vale? - le grito.
-Ale, mataros si queréis, nos vamos-dice mi padre dándole empujones a Mateo.Cuando se alejan hasta que vuelven a ser sombras, me giro y miro a Hugo. Diría que en su rostro hay un rayo de esperanza, espero que no sea por esta conversación que vamos a tener...
Porque no va a salir bien.
Hola, FAMILIA!!
¿Cómo estáis? Espero que bien!!!
Como os esta yendo la vida??
Que opináis acerca de lo qje ha hecho Taylor?
Dará algún fruto esta conversación que van a tener???
Espero que os guste, 🌟 si es así.
Dejad en los comentarios que opináis.
Muchísimas gracias por los casi 29K, son vosotros no hubiera llegado a nada.
Os quiero!!! Hasta pronto!!! ❤️

ESTÁS LEYENDO
Life Haack
FanfictionMe llamo Abigail. Soy británica, aunque el trabajo de mi padre me obliga a menearme por demasiadas partes del mundo. Tengo una buena vida, no me puedo quejar. Soy bailarina, calculadora, muy exigente conmigo misma y sobretodo, estudiosa. Muy estudio...