Life Haack

Piscina.

Llega el chico donde estamos esperándole hace ya un rato. Se acerca a los chicos y le abraza. Parece que no se han visto en un año.

-Ella es Abigail- me señala Mateo.

Giro la cara para no perder el control porque esto de conocer gente nueva, a mi no me gusta. Respiro hondo, vuelvo a mirar y saludo con la mano sin decir nada por mi boca.

-Perdónala- dice Hugo negando con la cabeza- es un poco rara.

El chico se ríe y viene a darme dos besos.

-Yo soy Telmo, encantado- me mira en busca de alguna respuesta pero yo sólo asiento.

Que manía de ser tan rara como dice Hugo, pero en lugar de contestarle mal, me giro y lo fulmino con la mirada a lo que él me responde con una risa súper sarcástica. Súper.

Estamos de vuelta, me encuentro algo cansada pero feliz. Jamás pensé que por un día dejaría los estudios y el ballet de lado para poder divertirme. Es algo que jamás ha estado en mis planes.

Son las cinco de la tarde, al llegar del aeropuerto me han dejado en mi casa y apenas he intercambiado palabra con Hugo o Mateo en todo el día. Estoy sentada en el sofá viendo una película, pero es muy aburrida.
Bueno, no es aburrida, es solo que me gustaría estar por ahí pasándolo bien. Cualquiera lo diría.

Cojo mi móvil y busco el WhatsApp de Mateo.

Mateo Haack
Hola, ¿que hacéis?

Le pregunto como si nada. Salgo del chat y bloqueo el móvil y no ha pasado ni un segundo y ya estoy desbloqueándolo para ver si me ha contestado. Pero no. Continuo viendo la peli. Respiro hondo, me levanto, me vuelvo a sentar y reviso de nuevo el móvil.

Mateo Haack
Hola Abi, pues nos estábamos preparando para ir a la piscina. Justo iba a hablarte,¿te vienes?

Ja, no me creo nada acerca de que fueran a avisarme. Pero le contesto que sí y me aclaran que en 20 minutos vendrían a por mi. Asique me subo a prepararme mi mochila.
Se que parezco la típica pija consentida, y en parte es real. Mi padre puede permitirse ese rollo de todo marcas caras para su hija preferida, claro que soy la única.

Me pongo la música del móvil y pongo el cable de los altavoces mientras suena "Best song ever", cojo mi mochila de Victoria's secret y me meto una toalla de Bimba y Lola, un neceser con crema solar, ropa interior de cambio, un desodorante y las cosas típicas que se suelen llevar las chicas. Un vestido de cambio por si acaso luego vamos a tomar algo, mi monedero y poco más.
Abro el armario, esta mañana al dejarme, he aprovechado para deshacer por fin mi maleta, entro dentro y elijo finalmente mi bikini con estampado de leopardo de braga alta. Me pongo un vestido corto azul eléctrico con volantes y me hago una coleta alta.

Cuando bajo, los tres chicos están en la mesa de la cocina hablando con mi abuelo. Me miran los tres y se quedan callados.

-¿Os ha comido la lengua el gato? - enarco una ceja.
-Vaya, pero si tienes cuerdas vocales- me dice Telmo mientras se ríen los tres.

Le sonrio falsamente, acabo de bajar las escaleras y les abro para que salgan para salir yo la última.

Vamos andando por las carreteras llenas de piedras, delante van Telmo y Hugo hablando de no sé qué de la play y Mateo va callado a mi lado mientras me mira de vez en cuando.

-¿Queda poco para llegar? - digo cansada de andar, esta mochila pesa un poco. No se para qué he cogido tantas cosas, ellos solo llevan una toalla.
-No- me mira Hugo serio- esta al girar esa esquina.

Pero este chico, ¿es así de raro siempre?  No le hago nada y de repente es súper borde y otras veces es adorable.

-Hugo, no hables así- me defiende Mateo.

Hugo le saca el dedo y se vuelve a girar hacia alante.
Llegamos a la piscina. Esta plagado de gente.
Mierda. Sus amigos y esa tal Andrea también. Genial.

-Holaa- grita saliendo de la piscina esa voz que chirría tanto en mi cabeza.
-Hola- contestan Hugo, Telmo y Mateo a la vez.
-Veo que ha venido tu querido amigo- se muerde el labio y mira a Telmo de arriba a abajo.

Telmo se da la vuelta y pone los ojos en blanco. Sonrío sin enseñar los dientes y ella me lanza una mirada muy fea.

-¿Y esa bolsa de imitación? - me señala mientras me mira por encima de los hombros.

Todos me miran, Hugo niega con la cabeza, seguro que piensa que se va a liar. Me quedo callada, me ruborizo y empiezo a temblar. Esto no quería que volviera a pasar.

-No es de imitación, Andrea- me ayuda Mateo- o esque no ves que no pone Victoria Secrot- todos ríen y yo me rio con él. Me mira y me guila el ojo.

Menos mal que a veces me salvan el culo porque creo que ya me conocen y no sé como reaccionar a estas cosas.
Los chicos se quitan la ropa y se van corriendo al agua, yo me quedo hablando un poco con Paula y Maria de lo que nos depara cuando acabe el verano y Andrea, bueno ella solo está haciendo historias con los chicos.

Ha pasado un rato, nos hemos bebido una coca-cola. Los chicos deben de estar como una pasa porque no han salido ni un segundo del agua.
Me quito el vestido, dejo mis chanclas al lado de mi toalla y me acerco a la orilla de la piscina.
Mateo me mira de abajo a arriba, Hugo simplemente abre su boca pero la cierra rápido y Telmo dice "Hostia" en un tono muy bajito.

Abro los ojos como platos en busca de una respuesta, pero ellos se giran y actúan como si nada pasara. Me meto al agua,está tan caliente que parece un baño turco. Nos estamos bañando, Andrea no deja de estar encima de los chicos y ellos, hacen todo lo posible por apartarse.
Son las ocho de la noche, el sol se está poniendo y corre un aire un poco frío, asique hemos decidido salir e irnos a cenar todos a casa de Hugo y Mateo.

Cada uno se va a los lavabos correspondientes para darnos un agua.
Me quito el bikini, cojo mi toalla y entro a la ducha con tal de darme un agua para no estar llena de cloro en la cena. Cuando acabo, cojo mi toalla, me la envuelvo y vuelvo al vestuario.

-Paula, ¿y mi mochila? - pregunto mirando por todas partes-¿Maria? - les pregunto.
-No sé tia- me niega Paula con la cabeza y Maria encoge los hombros- acabamos de salir también de la ducha.

Mi móvil, el dinero es lo de menos, el DNI, el pasaporte, mis llaves de casa... Busco como una loca pero no encuentro nada y empiezo a hiperventilar. Paula y Maria me ayudan a buscar mis cosas pero no hay nada por ningún sitio.
Y ahí estoy yo, con una toalla envuelta  y desnuda.

Me pongo a llorar.

-Tia, no llores- me abraza Maria.
-No es eso, Maria. Esque lo tenía todo ahí dentro y el dinero me da igual- respiro rápido.
-Hugo me está llamando- dice Paula y lo coge y lo pone en manos libres.
-Se os ha comido el desagüe de la ducha- afirma riéndose- dónde estáis.
-Hemos tenido un percance- dice Maria.
-No puede ser- acabo gritando.
-¿Que ha pasado? - pregunta Hugo serio.
-A Abigail le han robado la bolsa y lo tenía todo ahi- le responde Paula- y no puede salir solo con una toalla.
-Hostia... - maldice Hugo - em... No se que decir.

Sigo llorando. No sé cómo resolver este problema que estoy teniendo. Bueno sí, creo que solo me queda una cosa.

Irme así hasta casa. Porqué a mi.

Holaa... Supongo que no tengo excusa para haber tardado tanto en publicar. He tenido muchísimas complicaciones este último mes. Prometo intentar estar más al tanto y de vosotros.
Un beso fuerte❤️