End.

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He llegado a mi casa sonriendo como una tonta. Hugo se ha ido a su casa, hemos quedado para cenar.
No es que de repente tengamos algo, pero creo que nuestro destino era acabar juntos.
Estoy en casa, ordenando mi habilitación y eligiendo la ropa que me voy a poner cuando pasa mi padre.

-Rompecorazones- me dice sonriendo.

Yo me giro con el ceño fruncido y lo miro un poco ofendida. No es mi culpa todo lo que está pasando, solo respondo a mi corazón.

-Hay alguien que quiere hablar contigo- me dice abriendo la puerta dejando pasar a Dylan.

Yo agacho la cabeza, asumo la culpa y vuelvo a mirarlo.

-Hola- me dice en voz baja.
-Hola-, Dylan- le contesto yo.

Él cierra la puerta cuando pasa y yo me pongo un poco nerviosa.

-Supongo que vendrás a hablar del tema- le digo con mis manos temblorosas.
- Sí- sonríe el un poco sarcástico.
-Ven, tengo un sitio mejor donde hacerlo- le digo abriendo la puerta del vestidor.

Allí mismo, hay una puerta escondida, dentro hay unas escaleras que conducen al tejado. A mi abuela no le gusta que suba mucho, pero lo cierto es que encuentro mucha paz cuando me siento a mirar el paisaje.
Cuando nos sentamos, miro hacia el horizonte, hay una puesta de sol preciosa, el aire es cálido pero no demasiado y ahí mismo siento que el nerviosismo se me ha pasado. Envuelvo mis piernas con los brazos, apoyo mi cabeza en las rodillas y miro a Dylan que está a mi derecha.

-Yo no quería hacerte pensar que lo nuestro era amor verdadero o algo así- me sincero- no es por excusarme, pero creo que no estaba segura de lo que quería- miro al frente.
-Abi- me coge de la rodilla y le miro, pero él está mirando la puesta de sol- sé que esto no se te da bien, así que no te preocupes- sonríe al mirarme- sé que no querías hacerme daño y de verdad, no me lo haces. Las miradas que teníais Hugo y tu al miraros, esa conexión- suspira- no puedes dejar pasarlo. Ahí hay algo diferente- me explica.
-Lo sé- suspiro- nunca nadie me había hecho sentir así- le digo.
-No aspiro a menos- me explica- yo quiero sentir lo mismo con alguien el día de mañana. Ese...- intenta buscar una palabra adecuada.
- Vértigo- le digo.

Dylan ladea la cabeza y asiente despacio.

- Vértigo- me afirma él- ¿Tu lo ha encontrado?- me vuelve a mirar.

Yo no le contesto, simplemente levanto los hombros acurrucada entre mis piernas.

-No lo sé- le respondo- no me gusta calificar lo que siento por Hugo. No sé si esto durará dos semanas o toda mi vida, pero Hugo es donde quiero estar ahora mismo- le explico.
- Porqué eres tan sensata- niega.

Yo sonrío y miro al frente, hemos hecho silencio, pero no es para nada incómodo. Me alegra que me haya entendido desde el principio, no sabía cómo iba a hacer esto si él no ponía de su parte. Se ha hecho de noche, las farolas del jardín se han encendido y sé que he quedado con Hugo, pero no quiero despedirme de Dylan.

-Dyl- le digo- no quiero despedirme de ti, no quiero que dejemos de tener esta amistad- le digo con una lágrima en los ojos.
- Qué dices tonta- me sonríe y pone un brazo sobre mis hombros- no tiene porqué acabarse esta amistad, yo me quedo ya en Málaga y supongo que tú por un largo tiempo también- me aprieta fuerte- podemos quedar cuando los dos tengamos agenda, hablar por el teléfono- me mira y le quita hierro al asunto- soy hermano de uno de tus amigos, me verás más veces- me dice negando.

Yo sonrío y apoyo mi cabeza en su hombro. Me alivia que él también quiera seguir está amistad, no sé qué haría sin él.

- Ahora vámonos, tienes una cena que flipas con Hugo y aún estás aquí- me dice levantándose- y deja de arrugarte de esa manera, un día te partes en dos- me estira para que me levante.

Yo me río y bajamos hasta mi cuarto. Dylan se gira, me abraza fuerte y se va por la puerta no sin antes gritarme "SUERTE", pero yo sé que la suerte está de mi lado.
Me pongo un vestido negro de seda que lleva hasta mis gemelos. Es de tirante finito con poco escote pero luce muy bien. Me lo compré un poco por capricho, cuando llegué a casa supe que jamás me lo pondría pero sé que ahora mismo es el momento idóneo para ponérselo.
Cojo unos zapatos con tacón plateados, unos pendientes largos y tres collares finitos rodean mi cuello. Me he dejado el pelo hondulado, pero el principio de la cabeza me lo he aplastado con gomina y laca como si me hubiera lamido una vaca, me he maquillado pero no exagerado, me pongo una chaqueta finita que queda súper bien con este look y bajo las escaleras.
Mi padre me mira de arriba abajo y contiene el aire.

- Estás... Guau- me dice.
-Gracias, papá- le sonrío- voy a cenar con Hugo, em... Estoy un poco nerviosa- le afirmo.
-Abi- me dice cogiéndome de los hombros con ambas manos- sé tu- me aprieta y luego me suelta- pero déjame que te haga alguna foto, creo que ya es hora de cambiar mi fondo de pantalla- se seca una lágrima y saca su canon.

Con mi padre he aprendido muchísimo estos últimos meses. Lo cierto es que todo ha pasado súper deprisa, ha pasado de ser totalmente rígido a entenderme e intentar adaptarse, él también se ha abierto al mundo. Ya era hora de que se quitara el luto, seguro que mamá se siente súper orgullosa de él y nos está cuidando.

-Bueno, me voy. Llego tarde- sonrío mirando la puerta.
-A darlo todo- me abre mi padre.

Estoy caminando por la calle, nunca había estado tan nerviosa, ni siquiera cuando quedé por primera vez con Hugo. No sé que nos deparará el futuro, tampoco quiero saberlo. Quiero vivir el presente con él, con nuestros más y nuestros menos pero juntos.

Giro la esquina y ahí está él, con unos pantalones negros pitillos, una camisa azul y unas zapatillas Nike. Hugo está mirando a un punto fijo, pero al escuchar el sonido de mis zapatos se gira y me mira de arriba a abajo.

-Guau- me dice cuando me acerco.

Él me coge la mano, me da un beso y empezamos a andar.

Espero que sea el principio de algo muy largo.

FIN.

↓↓↓↓↓↓↓↓IMPORTANTE↓↓↓↓↓↓↓↓

LO PRIMERO ES PEDIR DISCULPAS POR TODO LO QUE HE TARDADO, HE TENIDO MUCHAS DIFICULTADES ESTOS ÚLTIMOS MESES QUE ME HAN IMPEDIDO SUBIR EL ÚLTIMO CAPITULO DE ESTA HISTORIA, PERO NO ÚLTIMA.

Primero preguntar cómo estáis, espero que muy bien.
Lo segundo es decir que, aunque nos duela, hay que despedir esta historia que ya es muy larga aunque muy bonita y tercero es daros las gracias a todas las personas que apostásteis por ella y la habéis leído de principio a final, sin vosotros nada habría sido igual.
Lo cuarto, esto no es el final, me gustaría que lo supierais. Estos últimos meses he estado pensando y sí, voy a hacer esta historia desde el punto de vista de HUGO, prometo ser constante para que podáis disfrutar, pero necesito ver el mismo cariño que he visto en esta historia.
Dejad en los comentarios si queréis que empiece esta tarde a publicar el primer capítulo!!
Muchísimos besos, familia❤️

Life HaackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora