Estamos sentados en el comedor, Abelard, Darley, Tommy y yo. Los chicos hablan del partido de fútbol que se transmitió mientras yo estaba con Derek. Bufo internamente, hubiese preferido ver el aburrido partido a haber compartido tiempo con él.
Darley por su lado está metida de lleno en el celular con los audífonos, no me ha hablado, con Tommy a cruzados quizás cuatro palabras, pero mi amigo, como siempre, parece estar ajeno a lo que pasa a su alrededor.
—¿Y tú, Avery? —de repente Abelard se dirige a mí. —Derek me contó que estuviste en su casa el día del partido.
Siento un amargo sabor en mi estómago cuando la cruda mirada de Tommy y Darley se fija en mí. Ellos no lo sabían, claro.
Aclaro mi garganta cruzando mis manos encima de la mesa, y sin mirarlos a ellos, le dedico una sonrisa de labios cerrados a Abelard, no es que me agrade mucho ahora que digamos.
—No lo vimos, me aburrió. —tomo aire, e inclinándome hacia atrás para mirar a mis amigos respiro profundo dirigiéndome ahora a ellos. —Ayer fui con Derek, estaba aburrida y decidí pasearme por su apartamento.
Darley aparta la mirada posándola de nuevo en su celular, me distraigo cuando Tommy pasa los brazos sobre mis hombros y me atrae a él.
—Nena, no me lo habías contado. —comenta Tommy en un murmuro elevado.
—Lo sé, se me olvidó, he estado metida de lleno en mi tareas —miento vilmente. —, por eso pedí días libres en el trabajo.
—¿Muchas tareas? ¿No compartimos casi que todas las clases? —responde él frunciendo el ceño.
Joder.
—Tenemos algunas materias diferentes, Tommy. —me alejo y guardando algunas cosas en mi mochila me pongo de pie. —En fin, hoy me reincorporo al trabajo, no tienes que preocuparte por tareas que no has hecho. —beso la mejilla de mi amigo y me despido con la mano de Abelard.
Camino hasta un salón vacío solo para leer mi teléfono, ya que en la mañana, cuando llegue a la secundaria, tenía un mensaje de Fray que no me atreví a leer, y durante las clases estuve más ansiosa que nunca.
Al entrar al salón lanzo mi mochila sobre una mesa y quedándome apoyada a la puerta de madera desbloqueo mi celular, en la barra de notificaciones está su nombre.
Rayos, es increíble como mi pulso se acelera.
Estoy nerviosa, no hemos hablado más desde ayer, desde que dijimos esas cosas que, bueno... No recordare ahora. Le doy click al mensaje y siento un leve pinchazo de desilusión cuando lo leo.
De: Fray.
Hoy debes reunirte de nuevo con Derek, hablaremos de eso en casa, te espero.
Y ahí está de nuevo ese nudo en la garganta, ese sentimiento de culpa por no haberle dicho lo que quería ayer en la noche, decirle que me lastimó, pero que entiendo su ética profesional y las reglas del caso.
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Con todo y defectos
Romance¿Alguna vez algo te ha impactado tanto al punto de saber que eso cambiará tu vida? Eso fue lo que me sucedió, por simple desgracia, por dicha... O por suerte. Sea cual sea la razón, me llevó por caminos que nunca imaginé explorar, sacaron mi valen...