Fray Mclaguen.
Dibujo, mis manos trabajan con el lápiz sobre el papel creando lo que mejor les parezca, y no le presto atención a lo que hacen, mi cabeza está en otros lugares, en otras palabras, en otras personas. En ella y en él.
<< Tú eres la hormiga en medio del camino, y yo soy el zapato que no dudará en pisarte para seguir adelante... >>
Tenso mis dedos alrededor del lápiz y empiezo a mover las manos con más rapidez. He leído que el mejor paso para dejar de pensar es concentrarte en lo que estás haciendo, y eso me reitero yo más de una vez.
Estoy dibujando, estoy dibujando, estoy dibujando.
Entonces me doy cuenta de que estoy dibujando a Avery tirada en el piso con el rostro contraído en dolor, mientras una figura más alta que ella la acecha.
Bufo alto y rompo la hoja, tiro los pedazos en la basura y me paso las manos por el cabello en un gesto claro de impaciencia. El insomnio es una mierda, lo que ha pasado es una mierda.
Carajo, odio lo mucho que mis pensamientos logran atormentarme, son tan pesados que no puedo cargar con todos ellos.
Desearía que esto fuera igual que la otra vez, no poder dormir, ir por un vaso de agua y terminar con los labios de Avery alrededor de mi polla. Pero no terminará así.
Observo el reloj, las dos de la mañana y yo me encuentro divagando entre un montón de palabras y recuerdos en mi cabeza, sospecho que si no me duermo pronto, terminaré haciendo alguna cagada.
Justo en este instante la voz de Derek irrumpe en mi cabeza por décima vez; sus palabras y lo asustada que se escuchaba Avery hacen que me tiemble la mandíbula, hace que todo hierva en fuego.
Al carajo, no quiero dormir, quiero tomar decisiones estúpidas.
Me cambio de ropa, pantalones negros y sudadera del mismo color, abro la puerta de mi habitación y me escabullo al pasillo, cuando lo estoy atravesando para llegar a la salida, paro cuando veo la puerta abierta de la habitación de Tommy; él está durmiendo boca abajo y Avery está tumbada de lado, tiene una pierna afuera de la cobija y frunce el ceño mientras balbucea, tengo muchas ganas de acercarme y eliminar esa arruga que se forma en su frente, pero me abstengo sabiendo que despertará y que no podré salir para hacer lo que quiero.
Cuando llegamos, Tommy la asaltó de inmediato con sus chistes tontos y sonrisas cálidas, me sentí agradecido con él cuando los hombros de Avery dejaron de estar decaídos y sus ojos dejaron de ser una chispa de tristeza para convertirse en lo que son la mayoría del tiempo, esos ojos marrones que rebosan esperanza.
Los escuché hablar hasta tarde en la habitación de él, el chico Tommy, brillante y feliz puede tener más problemas de los que aparenta, y mi Avery, como siempre hace, estuvo dispuesta a escucharlo hasta que sus voces cesaron, supe que se habían quedado dormidos y pensé que yo lo haría segundos después, pero no fue así.
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Con todo y defectos
Romance¿Alguna vez algo te ha impactado tanto al punto de saber que eso cambiará tu vida? Eso fue lo que me sucedió, por simple desgracia, por dicha... O por suerte. Sea cual sea la razón, me llevó por caminos que nunca imaginé explorar, sacaron mi valen...