Capítulo 9.

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—¡Uno, dos, tres!

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—¡Uno, dos, tres!

El conteo de Tommy indica que ya es momento de comenzar con la guerra.

Estoy sentada sobre los hombros de Tommy, delante de mí está Darley encima de los hombros de Fray; me gusta ver que se está divirtiendo a pesar de que las cosas no están saliendo como ella quería.

—Caerás. —sonrío de lado y coloco mis brazos en el aire lista para atacar.

Fray da dos pasos colocando a Darley más cerca, la tomo de los hombros y comienzo a forcejear con ella para derribarla, le doy un jalón de cabello, inclina la cabeza mientras hace una mueca de dolor, aprovecho y le doy un empujón que de inmediato la manda a la piscina.

—¡Síii! —elevo mis brazos en victoria.

Choco los cinco con Tommy y bajo de sus hombros con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Que se siente perder? —le digo a Darley, está empapada de agua.

—Se siente igual a como sentirás mi pie en tu trasero si no dejas de molestarme.

—¡Oohh! —exclama Tommy en medio de carcajadas.

Fray, Tommy y yo reímos al ver a la cabreada Darley.

—Lo siento compañera. —Fray lleva una mano a su pecho dramáticamente.

Oculto una sonrisa que se me escapa sin pensar al verlo juguetón.

Mierda, ¿Que está mal conmigo?

—¿Otro juego? —propongo.

—Nah. —responde Tommy encogiendo los hombros.

Me quedo mirando a Darley en espera de su respuesta, pero su mirada está perdida detrás de mí, volteo, y al hacerlo entiendo por qué se quedó en modo estúpida. Patrick está estirando los brazos sobre su cabeza haciendo muy visibles sus bíceps, y de un salto se sumerge en la piscina.

Miro a Darley y le hago una seña con la cabeza para que vaya hablar con él, estuvo esperando mucho tiempo para eso. Asiente disimuladamente con la cabeza y comienza a caminar en su dirección, se le hace un poco difícil por el agua, y deja a su paso un remolino.

—¿Dónde están las cervezas? —pregunta mi amigo mirando a los lados.

—Las están sirviendo en aquella barra. —Fray saca su brazo del agua y señala una barra de mármol, detrás hay un chico vestido de gala mientras mueve botellas y sirve tragos.

—Ya vuelvo. —camina a la orilla de la piscina y sale destilando agua.

Soy consciente de que me he quedado sola con Fray, y eso desata nervios extraños en mi estómago.

—¿Ya sabes dónde vivirás? —aclaro mi garganta y con mis brazos hago círculos en el agua.

Niega con la cabeza con una sonrisa de labios cerrados.

Con todo y defectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora