¿Alguna vez algo te ha impactado tanto al punto de saber que eso cambiará tu vida?
Eso fue lo que me sucedió, por simple desgracia, por dicha... O por suerte.
Sea cual sea la razón, me llevó por caminos que nunca imaginé explorar, sacaron mi valen...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Observo como el sol se alza a través del ventanal envuelta en sabanas frías, llenándome un poco de la vista renovadora, pensando en que si lo observo lo suficiente, me contagiaré de el. Necesito urgentemente energías que me refresquen. No he dormido en toda la noche, y ahora, a las siete de la mañana, tampoco pienso hacerlo.
Derek se remueve en la cama y giro la cabeza encontrándolo con la mitad del rostro hundido en la almohada, sin querer, me encuentro detallando las facciones de su rostro, su piel aceitunada es suave, su respiración es profunda y pesada, dormido, parece inofensivo; y de hecho lo es, en este momento es un ser vulnerable.
Abre los ojos y el color verde me da la bienvenida, me sorprende ver como su rostro cambia, sus facciones se endurecen y la vulnerabilidad de su mirada desaparece casi al instante, apenas ha despertado y ya se encuentra a la defensiva.
Gira y queda sobre su espalda, me observa por el rabillo del ojo y noto la confusión nadando en sus orbes, pero como el orgulloso que es, no me pregunta nada, en lugar de eso, se levanta de la cama. Aparto la mirada cuando la sabana se desliza y veo su definido trasero.
Anoche, luego de que Fray y yo nos abrazáramos un largo rato, decidimos desnudar a Derek por completo, teníamos que hacerle creer que tuvimos sexo, y creo que lo hemos logrado.
La puerta del baño se cierra y de inmediato me levanto, puesto que él no es el único que ha despertado como Dios lo trajo al mundo. Mis manos se aferran a la sábana con fuerza mientras rebusco una bata por el lugar hasta que finalmente la encuentro, suelto la sábana y me coloco la bata rápidamente, la tela me recibe proporcionándome calor y suspiro con cansancio.
Estos dos días en Los Ángeles han sido de todo menos relajantes, creo que ya no conozco esa palabra, ahora mi vida es un sube y baja de emociones en cualquier momento.
Rio para mis adentros y comienzo a buscar mi móvil que descansa en el piso a un lado de la cama, creo haberlo escuchado sonar esta mañana, pero no estoy muy segura de ello.
Lo desbloqueo y salgo al balcón con los ojos fijos en el celular, el sonido del agua de la regadera es apaciguado y luego ya no lo escucho más al salir, ahora solo se oyen pájaros y ruidos comunes de la ciudad, en cierto sentido es relajante y conmovedor.
Mi corazón salta e inicia una danza estúpida cuando veo el mensaje de Fray, lo ha enviado esta mañana junto con una foto, me muerdo el labio inferior intentando ocultar la sonrisa tonta que amenaza mis labios y observo sobre mi hombro que Derek no venga.
De: Fray.
No pude evitar volver a este lago antes de regresar a casa, y siendo sincero, creo que toda la belleza se la otorgas tú. Ahora luce frío, solitario y aburrido. Ojalá estuvieras aquí. Te quiero.
Abro la foto que me ha enviado y me siento estúpida al suspirar.
El sol le da directamente en el rostro, tiene los ojos entrecerrados y por la pequeña rejilla que deja abierta logro observar el brillar de sus ojos azules, tan maravillosos y hermosos que es arrebatador. Su cabello negro está desordenado y tiene pequeñas ojeras, su piel luce pálida y la pequeña sonrisa en sus labios me encanta.
