Capítulo 47.

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Tres golpes en la puerta

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Tres golpes en la puerta.

Dos más.

Cinco más, fuertes y hacen temblar a las paredes.

Me remuevo en las sábanas y me doy la vuelta sin que me importe quien aporrea la puerta, hasta que escucho:

—¡Avery! —Derek.

Abro los ojos y me sobresalto escuchando su voz y cómo sigue golpeando la puerta sin parar.

Fray se remueve en las sábanas y frunce el ceño, la cobija lo tapa solo hasta la pelvis, y lo sensual que luce no me distrae.

Pienso en despertarlo, pero no encuentro palabras para explicarle lo que sucede, así que me levanto de la cama, salgo y cierro la puerta de su habitación, al cruzar el pasillo a toda prisa el frío me traspasa.

Abro la puerta y veo a Derek al otro lado con el puño en alto y los labios tensos, el enojo se fragmenta en sus ojos y me siento por un momento, atrapada.

—¿Por qué carajos no abrías? —gruñe y dobla su cuerpo hacia adelante, cuando bajo la mirada hacia los pies de Derek doy un respingo.

Tommy está tirado en el suelo, inconsciente, o eso parece.

—¿Qué le pasó? —chillo y me pongo de cuclillas, tomo su rostro con manos temblorosas y mis pulmones vuelven a funcionar con normalidad cuando Tommy abre los ojos y me sonríe abiertamente.

Conozco esos ojos.

Conozco esa sonrisa bobalicona...

Está ebrio.

—Joder. —murmuro. —Ayúdame a ponerlo de pie. —le digo a Derek y alzo la cabeza para mirarlo.

Él me observa con los brazos cruzados frente a su pecho y el ceño fruncido.

—Derek... —insisto, bufa y se pone de cuclillas al igual que yo.

—Hazte a un lado. —me ordena firme y a pesar de que me cabrea como me habla, le obedezco.

Me pongo de pie y me hago a un lado, él sin fuerza pone de pie a Tommy, el cuerpo de este responde a penas para ponerse de pie, Derek debe arrastrarlo.

—¿Dónde está su habitación? —pregunta bruscamente.

Camino al frente de él y me sigue, le abro la puerta, entra y lo lanza sobre la cama, mi amigo cae, ríe y balbucea.

Derek sale vuelto una completa furia de la habitación, atraviesa el pasillo y sale del apartamento.

Por increíble que parezca, voy detrás de él.

—Derek. —lo llamo, él da la vuelta y se pierde en su apartamento.

Me detengo un momento a tomar aire, cerrar los ojos, gritar internamente y seguir con mi camino.

Con todo y defectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora