Capítulo 14.

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Mis párpados pesan mientras lentamente abro los ojos por el sonido proveniente del pasillo

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Mis párpados pesan mientras lentamente abro los ojos por el sonido proveniente del pasillo. Mi cerebro está nublado y trata de acomodar sus ideas, todo a mi alrededor está borroso, parpadeo varias veces hasta que me acostumbro a la oscuridad.

—¿Qué mierda...? —susurro mientras froto mis ojos.

Son sollozos los que logro distinguir, sollozos cargados de maldiciones. ¿Qué está pasando?

Derek...

Mi corazón se acelera y con suma precaución quito la cobija, coloco mis pies en el piso y comienzo a levantarme lentamente. ¿Derek pudo enterarse de que ya sé su oscuro secreto? Un jadeo involuntario deja mis labios de solo pensar en eso, poco a poco me acerco a la puerta con cuidado de no hacer ruido.

¿Pudo enterarse de eso?, No, no, eso es imposible, todo esto es secreto... Nadie pudo haberle dicho.

Miles de escenarios pasan por mi mente en este momento, las máscaras de aquellos seres llegan a mi como un flash, mi piel se eriza de tan solo imaginar que están aquí por mí, que vienen a herirme y posiblemente herir a mis amigos.

Mi respiración es agitada, mis labios están ligeramente abiertos dejando escapar suspiros acompañados por el constante golpe de mi corazón en mi pecho, va a salir en cualquier momento. Ahogo un chillido cuando escucho algo caer en el suelo, su ruido hace eco por el lugar, es un estruendo que en este momento, solo aumenta más mi angustia. Respiro profundo tomando valor; si voy a morir no lo haré como una maldita cobarde.

Sin pensarlo dos veces más, giro la manilla, mis labios forman una dura línea e intento mantener mis nervios a margen, no es el momento de perder la calma. Lentamente comienzo a caminar por el pasillo, todo está oscuro, solo la leve luz de la luna entra, dándole un toque más aterrador al lugar.

—¡Hijo de puta! —doy un brinco al escuchar el grito proveniente de la habitación de Darley.

Rápidamente abro la puerta con el corazón acelerado, pero lo que encuentro, no es nada a lo que imaginé.

Darley está parada en medio de la habitación mirando con odio su celular, el cual descansa en el piso envuelto en sábanas, hay pedazos de vidrio esparcidos por todo el lugar, la respiración de Darley es tan pesada que puede escucharse en la habitación. Un alivio me recorre por completo, no son los dragones azules, no es Derek, nadie sabe nada. Pero ese alivio desaparece tan pronto vuelvo a observar la escena frente a mí, ¿Qué coño está mal con ella?

—¿Que te sucede? —está tan enojada que no había notado mi presencia. Voltea a verme como si fuera la peor escoria del mundo, sus fosas nasales se abren y cierran con rapidez.

—¿Tú lo sabías? —arrugo mi frente confundida. —¿Lo sabías?

—¿Saber qué?

Muerde el interior de su mejilla, a grandes zancadas se aproxima a su celular, coloca la clave con una fuerza exagerada y segundos después, tengo la brillante pantalla del aparato frente a mi cara.

Con todo y defectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora