Capítulo 5.

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Miro el reloj sobre mi mesa de noche que marca las 6:00 pm, ya es hora de arreglarme para salir con Derek

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Miro el reloj sobre mi mesa de noche que marca las 6:00 pm, ya es hora de arreglarme para salir con Derek. Resoplo mientras paso una mano por mi cara, ¿Hice mal? De cualquier modo, ya no hay vuelta atrás.

Hace horas fui a su apartamento para preguntarle a dónde iríamos, me dijo que cenaremos en un restaurante Francés.

Me levanto de la cama y le paso seguro a la puerta, me desvisto y camino a el baño, al abrir la regadera dejo que el agua caliente caiga por todo mi cuerpo relajándome, algunos escalofríos recorren mi cuerpo cuando cierro la llave y me enjabono, tarareo una canción mientras termino de quitar el jabón de mi cuerpo.

Me dirijo al clóset y saco la ropa que usaré esta noche, elijo unos pantalones negros ajustados, un suéter amarillo que llega hasta mi ombligo y un par de tenis, desenredo mi cabello y lo dejo suelto. Finalmente salgo de la habitación y llego a la sala, Tommy se encuentra sentado en el sofá con Abelard, han estado viendo programas toda la tarde.

—¿A dónde vas? —me pregunta Tommy mientras mira con el ceño fruncido mi ropa.

De una manera relajada y tranquila tomo asiento a su lado.

—Saldré a cenar con Derek.

—¿Con Derek? —Abelard se une a la conversación.

—Eso mismo pregunto yo. —Tommy arquea una ceja.

—Sí, con él, me invitó a cenar, ya saben, como amigos. —me encojo de hombros.

—Claro, como amigos. —dice Abelard burlón y alargando la palabra.

Arqueo una ceja en su dirección.

—¿Acaso una mujer no puede salir con un hombre solo como amigos?

—Es raro. —responde Tommy.

Bufo.

—Raros ustedes con sus ideas del pasado.

Ambos hacen una mueca con sus labios y se giran hacia el televisor.

—¿Darley no ha llegado? —pregunto cambiando de tema.

—Noup.

Dejo caer mi espalda en el asiento del sofá y miro mi teléfono tratando de distraerme, reviso Facebook y hablo un rato con mamá. Conversamos sobre mi primer día de trabajo, mañana es martes y se me había olvidado por completo hasta que ella lo mencionó; me dio algunos consejos sobre cómo llevar a los clientes y cómo manejar con la presión, se encontraba preocupada por mí.

La puerta se abre dando un pequeño chillido, giro mi cabeza para ver quién ha llegado pensando que quizá es Darley pero no es así, es Fray quien cruza el marco.

—Hola. —saluda cerrando la puerta detrás de él mientras comienza a caminar a la cocina.

Me debato en si ir o no, opto por no ir, siendo sincera conmigo misma sé que no me dirá nada más.

Con todo y defectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora