¿Quién dijo que ser mesera es fácil? Quien haya sido, déjeme decirle que se meta su argumento por el...
—¡Mesa número doce! —me grita Edwin desde la barra.
—¡Voy! —dejo la bandeja de plata encima de la mesa de dos señores, quito de la bandeja los dos platos y los coloco sobre la mesa. —Provecho. —dicho esto me retiro.
Es horrible trabajar con Darley y Tommy, con el mal humor de Darley se ha ganado más de tres pleitos con clientes, cada vez que me doy cuenta corro a la ayuda, le digo que se vaya y que yo me encargo; así que debo ser responsable del trabajo de ella para que no la despidan, y del mío.
Tommy coquetea con todo lo que tenga falda, tardando más de treinta minutos con cada orden, así que atrasa a las demás mesas que me llaman sin parar para que vaya, diciendo cosas estúpidas como: Falta una servilleta, se acabó el hielo, me falta un cuchillo. Y cuando llevo el cuchillo vuelvo a mirar y están comiendo con las manos, entonces, ¿Para qué me piden el puñetero cuchillo?
Juro que quiero asesinar a Darley; sé que odia a todo el mundo pero al menos que lo disimule, y Tommy me las va a pagar, es el trabajo, no una cita a ciegas donde cada treinta minutos cambias de chica.
Camino de nuevo a la barra con la bandeja de plata al terminar de recoger los platos sucios y demás cosas que han dejado los clientes.
Edwin me sonríe abiertamente.
—¿Les está gustando el trabajo?
—Si. —respondo sonriendo.
El problema es que siento que es demasiado para mí, joder, mis piernas están pidiendo a gritos un descanso y atender a tantas personas no es algo que me agrade. Mi estado de ánimo ahora es: Irritada.
Busco con la mirada a Darley asegurándome de que no esté causando otro pleito. A diferencia de mí, cada vez que a ella le piden un cuchillo o tenedor y lo lleva para luego ver que no lo están usando, les reclama a los clientes, eso no es profesional. Por suerte cuando mis ojos la encuentran no está en medio de una disputa, tiene su cara de culo habitual pero todo bien.
—¿Estás cansada? —Edwin coloca un lápiz detrás de su oreja mientras que con un marcador tacha en la hoja los precios viejos.
—No, para nada.
No le voy a decir al chico encargado de supervisar mi primer día de trabajo que estoy jodidamente cansada. Ni mucho menos quiero hacer que despidan a mis amigos, o sea si, son unos buenos para nada, pero los quiero.
Es agotador, realmente siento que la única que se toma enserio lo de "nueva vida llena de independencia" soy yo. Darley no pone de su parte; y Tommy bueno, no creo que se dé cuenta de lo que pasa a su alrededor.
La chica con la que Tommy está hablando se ríe sin cesar. Bien, me cansé.
Camino hasta donde están ellos, le llego por atrás a Tommy y rodeo su cintura con mis brazos, dejo un beso en su hombro y le sonrío a la chica.
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Con todo y defectos
Romance¿Alguna vez algo te ha impactado tanto al punto de saber que eso cambiará tu vida? Eso fue lo que me sucedió, por simple desgracia, por dicha... O por suerte. Sea cual sea la razón, me llevó por caminos que nunca imaginé explorar, sacaron mi valen...