Destino o Casualidad - jhs & myg

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YoonGi terminó sentado en los asientos traseros de mala gana, tenía los brazos cruzados sobre su pecho y el ceño fruncido, observando al menor que cerraba la puerta con seguro mientras guardaba las llaves por ahí, sin dirigirle la mirada en ningún momento.

—Yah, se supone que debíamos ir con Kook, ¿qué pasa si ese alf-...?

—Te dije que no estaba bien meterse en la vida de JungKook, Min YoonGi. —lo cortó serio.

No pudo evitar estremecerse al notar que no había ni una pizca de gracia en su voz, bajando la cabeza sin querer cuando le asestó una mirada fría, decepcionado de su comportamiento.

—Tengo que proteger a mi hermano. —se excusó apretando los puños, sintiendo como su lobo se volvía chiquito ante la molestia del alfa.

—Exacto, protegerlo. No meter la nariz donde no te importa, logrando solo lastimarlo a él y a los demás.

—Yo...

—Aún no termino —YoonGi asintió, sin atreverse a levantar la cabeza, sintiéndose regañado como nunca antes. Era cierto que sus padres lo reprendieron más de una vez por hacer maldades, pero era muy diferente la sensación que tenía al ser sermoneado por su papá, a serlo por su alfa. Se sentía pequeñito, culpable. Quería restregarse contra él para evitar que siguiera hablando, y por lo tanto regañándolo, pero no lo haría, seguía siendo un omega fuerte e independiente, a pesar de que quisiera a ponerse a temblar para suavizar su enojo—. Si estaban destinados a estar juntos tarde o temprano se habrían encontrado, quizás en un mes o dos, o más, pero lo hubieran hecho. Apresurarte lo inevitable y de la peor forma posible.

—Si Kook me hubiera dicho que era su pa-...

—¿Y cómo te lo habría dicho si le dejaste claro que no querías un alfa para él? Si según tú, el hecho de no saber defenderse, ni tener idea del amor no le daba el derecho a estar con alguien.

—Solo quería cuidarlo...

—Tiene dieciséis años, hyung. No es un adulto, pero tampoco un niño. Y estaba siguiendo sus instintos, los instintos jamás se equivocan.

—Lo siento... —susurró bajito.

—Debes decírselo a él, no a mí.

YoonGi asintió, sintiendo su labio temblar, creyó que podría hacerle frente, pero no fue así.

Durante ese tiempo, lobo y humano conectaron más que nunca, logrando que su parte más sumisa saliera a flote. No es que no pudiera contradecirlo, sino que con el tono de voz que usaba, su mirada de reproche y esas feromonas dominantes no hallaba forma de hacerlo. De haber sido otro alfa, le hubiera plantado un puñetazo en el rostro dejándole en claro que Min YoonGi no bajaba la cabeza ante nadie, pero era HoSeok, su alfa, su pareja. Su omega también tenía las orejas abajo con el reproche, sin embargo, estaba lejos de sentirse temeroso, sorprendiendo a YoonGi, siempre pensó que el verse sometido, aunque fuera mínimamente, por un alfa, significaba tener miedo de él, pero con HoSeok no era así, se sentía regañado, sí, pero no tenía miedo.