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JungKook tenía suficiente dinero en la billetera para ir a un restaurante de primera calidad y poder probar todo el menú, pero se conformaron con un pequeño local cerca del bosque donde vendían ramyeon, kimchi y otros platillos

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JungKook tenía suficiente dinero en la billetera para ir a un restaurante de primera calidad y poder probar todo el menú, pero se conformaron con un pequeño local cerca del bosque donde vendían ramyeon, kimchi y otros platillos.

Los omegas comían con tranquilidad, como si lo sucedido unas horas atrás no hubiera ocurrido en lo absoluto. HoSeok los admiraba, cuando sus padres discutían solía encerrarse en el cuarto pensando en una forma para reconciliarlos, sin embargo, cuando finalmente la encontraba, los mayores eran un panal de miel y abejas otra vez.

-¿Qué vamos a hacer en el bosque, Hobi hyung? -le preguntó Jungkook luego de acabar el refresco.

-Bueno..., planeaba que tomáramos nuestra forma animal e ir a correr, o jugar por ahí.

-¡Eso suena genial! No me he transformado desde pequeño, y hyung tampoco.

-¿Por qué?

-Ya no teníamos tiempo. Mamá nos inscribió en clases de taekwondo e inglés y ocupaban casi todo el espacio luego del colegio.

-Oh, ¿pero recuerdan cómo se hacía?

-Por supuesto que sí -respondió YoonGi en un tono ofendido—. Es parte de la naturaleza de un cambiaformas.

—En eso concuerdo.

Al terminar de comer, tomaron un autobus que los dejara cerca de su destino y mientras que los hermanos admiraban el paisaje, el alfa observaba atento a su alrededor, procurando no pasarse de la parada.

Bajaron unos minutos después, en la entrada del bosque. Gigantescos árboles se extendían más allá de lo visible, el sonido de las aves, el viento, el olor a madera y humedad se filtraban en sus sentidos revolviéndoles el estómago de la emoción.

Se adentraron por al menos veinte minutos escuchando algunas ramas crujir bajo sus pies y observando a lo lejos a un venado que huía al verlos.

Pararon cerca de un lago dejando sus cosas en el suelo, los omegas fueron detrás de algunos arbustos a sacarse la ropa mientras que HoSeok hacía lo mismo en el otro lado.

Cuando el alfa se transformó, todos sus huesos tronaron reubicádose para dar lugar a un enorme lobo negro que superaba por poco a un humano promedio en altura y longitud, poseía unos colmillos gruesos y cortos, patas grandes con garras lo suficientemente capaces de atacar y defender. Para todos los efectos, era sumamente intimidante, un cazador nato, hecho para triturar, derribar y matar a su presa.

El gran lobo escuchó unas ramas moverse a sus espaldas y se giró para ver a los omegas acercarse. YoonGi y JungKook eran, tal como predijo, más pequeños, debían medir lo de un lobo normal, y cada uno podría caber por separado debajo de él sin problemas.

El lobo del mayor era blanco, mientras que el del menor, gris con orbes turquesa.

JungKook saltó sobre él tratando de tirarlo al suelo, soltando un gruñido molesto cuando no lo logró. HoSeok sonrió antes de echarse para jugar, lo derribaba con su pata, mientras que el menor le lanzaba mordidas rápidas y certeras.

YoonGi observaba en silencio, sintiendo a su omega chillar emocionado por unirse al juego, pero el orgullo del humano era mayor. Solo cuando su hermano cambió de objetivo, se unió a ellos.
Jugueteó con él mordisqueando sus orejas y patas, moviendo la cola eufórico. Se revolcaron por el pasto, empujándose tratando de que el otro quedara debajo para poder atacar, revoloteando sin parar por varios minutos, hasta que la necesidad de beber agua llamó al menor, YoonGi lo observó alejarse desde el suelo, con el estómago al aire.

HoSeok caminó hacia él, llamando su atención, se quedaron en silencio unos segundos hasta que el alfa acercó el hocico al vientre del omega, olfateándolo; el mayor se dejó examinar, concentrando su mirada en las nubes incluso cuando sintió unas lamidas cortas y lentas en el área.

Quizás fue porque estaban en su forma animal y los instintos salían a flote, o tal vez porque eran pareja destinada. Pero se sentía tan natural, tan correcto.

Los omegas eran recelosos con su vientre por naturaleza, no cualquier alfa podía tocarlo u olerlo de tal manera, menos uno con el que llevaran poco tiempo de conocerse. Algo más de un mes era insuficiente para crear la confianza necesaria en ellos y permitir que tocaran el lugar donde crecerían sus cachorros. Sin embargo, aquel instinto era casi omitido en las parejas destinadas, ya que la luna les prometía que su fertilidad estaría a salvo con su compañero.

JungKook observaba en silencio con una sonrisa en el hocico, contento de que su hermano hubiera encontrado a su pareja. De la nada, una fugaz imagen de un chico alto y de aroma preticor se coló en su mente, sacudió la cabeza quitando aquel pensamiento de sí, y volvió a beber un poco de agua.

YoonGi mostraba la pancita sintiendo como el menor dejaba de lamer su vientre para pasar a restregar su cabeza contra él, opacado su aroma.

Marcándolo.

El bosque fue testigo del aullido adolorido que soltó cuando YoonGi lo mordió.

Aprovechó la confusión del alfa para lanzarse sobre él y mostrar sus colmillos, enojado. HoSeok sonrió de una manera casi inocente, como sino hubiera hecho nada.

Sin embargo, luego de volver a sus formas humanas, vestirse y partir de regreso a casa sin que le dirijiese la palabra, comenzó a arrepentirse.

-Hyung, nunca más, lo juro.

-Cállate, perro sarnoso. Lamentarás haberte atrevido a marcarme.

-Ya lo lamento, hyung. Me duele mi brazo.

-Te lo mereces.

-Cuando lleguemos a casa, lo curaré, Hobi hyung -intervino tratando de animarlo-. Solo aguante un poco más.

-Eres un ángel, JungKook.

-Iris in ingil, Jingkik -se burló el mayor-. Hagan silencio y caminen. Hay que llegar a la carretera antes de que sea de noche.

-Sí, hyung.

Podía estar enojado, pero tanto su omega, como el alfa de HoSeok, brincaban de felicidad al haber tenido un encuentro tan cercano y cariñoso, apesar del agresivo final.

YoonGi no lo admitiría nunca, pero aquella noche, después de un baño, deseó conservar el aroma sobre sí, al menos algunos días.

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora