Destino o Casualidad - jhs & myg

49

Más de 4500 palabras para este capítulo, unas 3000 mínimo centradas en la segunda muestra de cortejo jaja.
En fin, disfruten de él y nos leemos a la próxima.

B.S.

Los gritos del público, el deslizar de las zapatillas por la cancha y los llamados por parte de los jugadores resonaron con fuerza en el gimnasio. Dos equipos de cinco integrantes cada uno, luchaban arduamente por tener la pelota y encestar, sin embargo, la defensa de ambos era buena, iban casi empatados y el reloj que marcaba el tiempo no hacía más que aumentar la presión.

—¡Mark! —la voz de HoSeok llamando al beta se elevó por sobre el ruido. Estaba libre. El chico obedeció, arreglándoselas para lanzarle el balón, sin embargo, alguien se metió entremedio, bloqueando al alfa y logrando que otro miembro agarrara la pelota— ¡Maldición!

Trató de recuperarla, siendo detenido por el capitán contrario.

—Lo siento, Jung —dijo con una sonrisa cansada en el rostro—, pero este juego es nuestro.

El alfa sonrió.

—No deberías cantar victoria antes de tiempo, Wonho hyung.

Taemin apareció detrás del mayor y HoSeok aprovechó de escapar, dejando al otro alfa encargándose del capitán. Sin embargo, no logró moverse a tiempo antes de que encestaran, igualando el marcador.

[46-46]

Chasqueó la lengua y le hizo una seña al árbitro, este asintió haciendo sonar el silbato.

—¡Tiempo!

Ambos equipos se reunieron dónde les correspondía, aprovechando de hidratarse y secarse el sudor.

—Capitán —lo llamó Mark, acercándose—, debemos romper su defensa, si seguimos así es probable que perdamos.

—Lo sé —respondió cansado. Soltó un suspiro antes de mirar a un beta que pertenecía al grupo secundario, el chico jugaba bastante bien, pero se notaba cansado, había estado desde el comienzo del partido porque era excelente en la defensa, pero ahora, necesitaban atacar—. Soobin —habló ganándose su atención de inmediato—, buen trabajo, ahora descansa —el joven asintió, murmurando un agradecimiento, dejándose caer contra la banca. HoSeok miró esta vez a un omega que se hallaba atento a ellos, esperando órdenes—. ¿Listo para obtener algo de Kumamon? —los ojitos de Yoongi brillaron interesados, y asintió sin dudarlo—. Bien, aquí vamos.

Dedicó el resto del tiempo a contarles la nueva estrategia, una vez que todos estuvieron de acuerdo y con el plan en mente, volvieron a la cancha.

—¡A GANAR, YOONGI HYUNG! —gritó Jungkook desde la galería, con un cartel en sus manos apoyando a su hermano.