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La mañana del martes comenzó como cualquier otro día de primavera, soleada y con un viento relativamente fresco

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La mañana del martes comenzó como cualquier otro día de primavera, soleada y con un viento relativamente fresco. Los estudiantes del INS caminaban por los pasillos tranquilamente, conversando sobre sus academias o actividades curriculares.

HoSeok revisaba su casillero, sacando un par de cuadernos y guardando un pequeño ramo de margaritas en un frasco con agua, se lo daría a YoonGi finalizadas las clases.

Su cortejo iba cada vez mejor. Cada día llegaba con una sorpresa para él, desde pockies de chocolate o fresa que se comía a escondidas en clases, hasta peluches de Kumamon que presumía frente a sus amigos.

Ese día le daría flores del jardín de su madre. La mujer casi se desmaya al verlo con unas tijeras metido entre las plantas y a pesar de que lo regañó por querer cortarlas, decidió ayudarlo a sacar algunas sanas y salvas para que se las diera al omega.

Se aseguró de que el frasco estuviera firme antes de cerrar el casillero e ir a clases. Sin embargo, una multitud bloqueaba el pasillo, parecían rodear algo o a alguien. Ladeó la cabeza confundido. ¿Acaso había entrado otro perrito al instituto? No sería la primera vez.

Miró hacia el otro lado, estaba vacío, podía ir por ahí, pero tendría que darse una vuelta completa para llegar a su destino y no tenía mucho tiempo hasta el toque de timbre. Soltó un suspiro caminando hasta la multitud, moviéndose entre ellos con algo de dificultad, dándose cuenta que rodeaban a una chica, aunque solo podía verle la espalda. La ignoró tratando de hacerse un espacio, cuando una voz conocida dijo su nombre.

-¿Hobi oppa?

Fue entonces que se detuvo, casi creyendo que había escuchado mal y que su cabeza le jugaba una broma, no obstante, al darse la vuelta y mirar a la joven, notó que estaba en lo correcto.

-Imposible...

YoonGi frunció el ceño cuando el timbre sonó por todo el INS y el asiento del alfa continuó vacío

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YoonGi frunció el ceño cuando el timbre sonó por todo el INS y el asiento del alfa continuó vacío. Hoseok era bastante puntual, especialmente cuando tenían clases de matemáticas, que era el ramo que más le costaba.

-¿Hobi tarde? Se va a acabar el mundo. -dijo Namjoon, jugando con el pequeño peluche de cangrejo que le obsequió SeokJin en su última cita.

-Seguro le surgió algo...

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora