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YoonGi se removió en su lugar, sintiendo una respiración cálida en sus cabellos y unos brazos fuertes rodeándolo

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YoonGi se removió en su lugar, sintiendo una respiración cálida en sus cabellos y unos brazos fuertes rodeándolo.
Abrió los ojos lentamente, con pereza, enfocando la vista poco a poco, ladeó la cabeza confundido ante la imagen que veía.

¿De quién era ese pecho? ¿Acaso había sido secuestrado por algún loco psicópata y terminó acostándose con él? Su mente entró en pánico e iba a pegar un grito asustado cuando un aroma conocido llegó a su olfato.

Canela. Era su alfa.

Los recuerdos del día anterior lo golpearon con fuerza. La ida en autobus, el juego por la billetera, la película y HoSeok asustado, la lluvia, el baño juntos..., su beso.

Enrojeó hasta las orejas, su lobo chilló emocionado en su interior, correteando por todas partes moviendo la cola.

Escuchó a HoSeok emitir pequeños quejidos, probablemente sintiendo su aroma volverse más dulce por la felicidad en su pecho y despertando del sueño en el que estaba.

Se hizo el dormido, tratando de calmar a su corazón, rogando porque no lo notara.

El menor lo apretó contra sí, frunciendo el ceño al sentir que la almohada que usualmente usaba para dormir entre sus brazos era más cálida y grande de lo que recordaba, y soltaba un aroma a vainilla.

¿Desde cuándo su objeto favorito olía a YoonGi?

Abrió los ojos fijándose en el cuerpo aferrado al suyo.

-¿Hyung? -preguntó para sí, confundido.

Olfateó su cabello, apretándolo un poco más para comprobar que no estaba soñando, y no lo hacía, el chico en sus brazos era real, su omega dormía acurrucado a él, en su departamento, en su habitación.

Su alfa aulló extasiado y lleno de gozo.

YoonGi quería seguir fingiendo un estado de inconsciencia pleno, ignorando las feromonas alegres del menor, pero se estaba ahogando contra su pecho. HoSeok lo apretaba con fuerza, probablemente tan inmerso en su felicidad que ni se daba cuenta de sus acciones.

Sintió el aire escasear y a su lobo eufórico dar vueltas persiguiéndose la cola.

-H-Hobi, no puedo respirar. -habló no pudiendo aguantar más el aliento.

El alfa se sorprendió al oírlo, completamente seguro de que estaba dormido. Lo soltó de inmediato viendo como se alejaba tomando una gran bocanada de aire, una mano en su pecho que subía y bajaba agitado.

-¿Estás bien, hyung? -preguntó preocupado, con un puchero en los labios.

-Van dos días seguidos en los que casi muero asfixiado, estoy empezando a pensar que tienes un fetiche con verme ahogándome.

Se sonrojó negando con la cabeza.

-Fue sin querer... No sabía que estabas despierto.

YoonGi desvió la mirada, ruborizado.

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora