Destino o Casualidad - jhs & myg

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-¡Alfa!

La voz de YoonGi lo hizo mirar hacia la escalera justo antes de que saltara los últimos escalones, lanzándose sobre él.

-¡Hyung! -chilló atrapándolo de la cintura, retrocediendo un par de pasos para poder equilibrarse. Su corazón latió rápidamente por la sorpresa y cuando iba a murmurar unos regaños sintió los labios del omega sobre su mejilla, dejándolo mudo.

—Hola, Hobi. —lo saludó sonriente, borrándole todo pensamiento de la cabeza.

—H-Hola. Estás... Luna... Estás hermoso. —le confesó al separarse.

Los ojitos de YoonGi se iluminaron ante el cumplido y su sonrisa creció dejando ver sus encías, enviando al alfa a la luna en un instante.

—JungKook me maquilló un poco, ¿se ve bien?

A HoSeok le tomó unos segundos responder. Delineó suavemente el rostro del omega con sus dedos, admirando la sombra rosada en sus párpados, sus mejillas rellenitas que lucían más mordisqueables que de costumbre y el labial en sus labios, ese labial que lo invitaba a llevárselo lejos y besarlo hasta no poder más.

Trago duro antes de volver a enfocarse en los ojos del mayor.

—¿Bien? —murmuró ido—. Ni siquiera la palabra "perfecto" se acerca a como te ves, hyung.

Si YoonGi creía que el alfa ya lo había ruborizado lo suficiente desde que se conocieron, estaba muy, MUY, equivocado.

Su rostro se pintó de rojo y solo atinó a esconderse en el pecho contrario, mientras su omega aullaba corriendo de un lado a otro, totalmente eufórico por la respuesta.

Hoseok lo abrazó por instinto tratando de salir del asombro, al igual que él, quedándose en silencio hasta que una tos extraña los distrajo.

JungKook los observaba sonriente desde las escaleras, saludando al alfa con la mano.

–No quiero arruinarles el momento ni nada, pero mientras más tarden en salir, menos van a poder disfrutar la tarde.

La pareja se separó aún con las mejillas rojas, asintieron al unísono y luego de que YoonGi recibiera una chaqueta extra por si el clima se tornaba helado, salieron de la casa rumbo a la feria.

El camino fue silencioso, ninguno habló mucho y sin embargo, se lanzaban miradas a cada minuto.

YoonGi se removía en el lugar, observando la apariencia casual del alfa.

Llevaba una chaqueta abierta de un color café claro sobre una polera blanca, y unos jeans azules con zapatillas negras. En su muñeca derecha se hallaban dos coloridas pulseras que hacían juego con sus uñas pintadas.

Sonrió para sí.

Una de las cosas que le gustaban de HoSeok era precisamente aquello, no seguía reglas ni estereotipos estúpidos impuestos por la sociedad. Si quería pintarse las uñas, lo hacía, si quería usar ropa con colores llamativos o suaves, la usaba, no tomaba en cuenta la típica imagen de alfa rudo y ultra masculino que aún en pleno siglo XXI existía.

Hoseok era auténtico y libre, tal y como él.

Lo observó nuevamente, esta vez centrándose en su rostro, sus mejillas seguían levemente rosadas y parecía fruncir los labios de vez en cuando, YoonGi quería saber el porqué, pero algo más llamó su atención antes de soltar la pregunta. Llevaba el cabello peinado hacia atrás, dejando su frente descubierta. Estaba acostumbrado a verlo con algunos mechones casi en los ojos, dándole un aspecto dulce y tierno, y sin embargo, esta apariencia más atractiva no le desagradaba en lo absoluto.

—¿Ocurre algo? —le preguntó sacándolo de sus pensamientos.

—Nada, ¿por qué?

—Me miras mucho y eso me pone nervioso.

El lobo omega chilló emocionado al escucharlo.

—No es nada, solo pensaba que luces distinto con el cabello así.

—¿D-Distinto?... ¿Distinto malo o distinto bueno?

YoonGi río al notar el temblor en su voz, no era el único preocupado por cómo se veía.

—Distinto bueno —le aseguró y tardó unos segundos en agregar la otra frase que rondaba en su cabeza—. Te ves... sexy —HoSeok sintió su rostro enrojecer al instante y balbuceó sin poder responderle. El omega sonrió— ¿Falta mucho para llegar a la feria?

—T-Tres cuadras.

—Bien.

—Es por aquí. —le indicó luego de caminar unos minutos más, callados pero con sus manos unidas.

YoonGi miró con odio la gran escalera frente a él, los costados eran adornados por faroles que se encendían conforme el cielo iba oscureciendo y a lo lejos lograba divisar unas manchas de colores, probablemente banderines.

¡La maldita feria estaba en la punta del cerro!

¡LITERALMENTE!

Miró al menor con seriedad.

—Espero que hayan puestos con bebidas allá arriba, porque te patearé el culo de no ser así.

Hoseok sonrió al escucharlo, sacando una botella de jugo natural de su bolso.

—Nada mal, alfa. Nada mal.

Unos minutos después estaba en la cima, YoonGi se había acabado el jugo y respiraba un poquito más rápido de lo normal.

—Puto cerro, primera y última vez que te subo.

—Piensa en que valió la pena, hyung. Mira.

La feria era muy grande y colorida, estaba llena de puestos colocados estratégicamente para no interferir con otros vendedores ni con el público en general.
Había sitios destinados a la comida comida rápida, otros con dulces y cupcakes con diseños adorables, algunos vendían ropa o accesorios artesanales y por supuesto, no faltaban aquellos que tenían juegos para divertirse en el transcurso del tiempo.

YoonGi analizó todo, curioso, sintiendo a su omega chillar para que tomara la mano del alfa y lo llevara a recorrer la feria de principio a fin.

—¿Por dónde quieres ir, amor? —le preguntó observando sus ojitos brillar.

No respondió.

Mordió su labio inferior y apuntó lo primero que captó su atención.

Un puesto de brochetas de cordero.

Hoseok sonrió, entrelazando sus dedos y caminando hacia allá.

La primera muestra del cortejo estaba comenzando.

Maratón 2/3