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Cuando el médico se fue, dejaron a YoonGi en el cuarto, dormido, reuniéndose en la sala principal, en un silencio absoluto

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Cuando el médico se fue, dejaron a YoonGi en el cuarto, dormido, reuniéndose en la sala principal, en un silencio absoluto. La madre de NamJoon prefirió apartarse, dándoles tiempo para procesarlo entre amigos, no sin antes aconsejarle a JungKook que le informara a sus padres del asunto, el menor con suerte la escuchó, pero recibió un asentimiento de JiMin, prometiéndole que lo harían.

Según el especialista, al lobo de YoonGi le quedaba un mes de vida y al humano unas semanas más, y eso sólo en caso de que nada los lastimara de nuevo, de lo contrario, el tiempo se vería afectado, disminuyendo.

También les dijo que la única solución al problema, era que su alfa fuera con él y conectara sus almas, reforzando el hilo rojo con su propia hebra, sincronizando ambas conciencias para que pudiera convencer tanto al humano como al lobo de seguir viviendo. En el mejor de los casos, accederían finalizando con el cortejo ahí mismo, teniendo en sus manos la decisión de aceptar o no a su pareja, pero si no lo hacían, morirían de igual forma, debilitando por completo al alfa, poniéndolo a él ahora en el conflicto, solo que no habría forma de ayudarlo.

JungKook se rehusaba a que Hoseok fuera con su hermano, incluso si se daba cuenta de la verdad, no lo quería cerca, no después de lastimarlo tanto, de llevar su alma y cuerpo al límite de la muerte. Buscaría otra forma de salvar a YoonGi, incluso si tenía que quedarse sin dormir o comer por días, lo iba a hacer.  Todo fuera por su hyung.

SeokJin de verdad no podía entender cómo su amigo era tan ciego

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SeokJin de verdad no podía entender cómo su amigo era tan ciego. Lo veía por el espejo del retrovisor, con la chica en brazos sobre sus piernas, ya no lloraba solo hipaba de vez en cuando diciendo estupideces, pasando descaradamente la mano por el pecho del contrario, restregando su cabeza contra su cuello para dejar impregnado su aroma, y el alfa no hacía nada por detenerla.

Iban en su auto en dirección a la casa de la omega, ya que según ella se sentía demasiado mal y no quería quedarse en el instituto, argumentando además de que no tenía cambio de ropa. SeokJin aceptó llevarlos de mala gana cuando su amigo lo miró con cara suplicante pidiendo su compasión al ver que la mujer no quería soltarlo.

—Ya llegamos. —gruñó enojado, sin detener el motor del auto a las afueras de la casa.

—Gracias, hyung. Ven, Aki —le susurró con dulzura, abriendo la puerta para que salieran—. Te llevaré adentro.

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora