Destino o Casualidad - jhs & myg

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Cielo levemente nublado acompañado de un viento fresco y suave. Las hojas de los árboles danzando al compás, produciendo un sonido dulce y arrullador, de vez en cuando se escuchaba el piar de algún ave, probablemente llamando a su pareja, y después venía nuevamente el silencio casi absoluto.

Era el ambiente perfecto. O al menos así lo consideraba YoonGi, mientras bebía chocolate caliente sentado en el patio de su casa, sintiendo como sus cabellos se movían con el viento, y sus pulmones se llenaban de aire limpio.

Seoul era una ciudad con bastante contaminación, y para alguien como él que amaba la naturaleza, una casa lejos del área urbana era simplemente perfecta. No importaba si debía levantarse temprano para no llegar tarde a clases, o si para ir al centro tuviera que tomar varios autobuses, lo haría sin reclamar en tanto pudiera disfrutar de aquel aire.

Respiró profundo sintiendo como su celular vibraba dentro del pantalón.

'Ya estoy afuera'. Le escribió su cita.

Sonrió tecleando la respuesta con rapidez, sintiendo a su lobo ansioso. Se levantó acabando con la última gota de su bebida, antes de entrar a la casa e ir a la cocina para dejar la taza en el lavaplatos.

Ya la lavaría después.

Caminó ocultando su emoción hasta la puerta, agudizando el oído al captar la voz de su hermano con la del alfa.

—¡No es juuuuusto! ¡Yo también quiero salir con ustedes, hyung!

—Lo siento, Kookie. Para la próxima ¿si?

—Me cambia con YoonGi hyung porque es su pareja ¿no? Me duele. Pensé que me quería.

—Claro que te quiero, conejito.

—¿De verdad?

—De verdad.

—Todavía ni salimos y ya me eres infiel. —habló interrumpiéndolos, fingiendo estar molesto.

Ambos chicos pegaron un brinco sorprendidos. El alfa soltó las mejillas del menor, mientras que este le sonría burlón al otro omega.

—Largo, mocoso. Este alfa es mío. —gruñó separándolos, tomando el brazo de HoSeok entre los suyos.

—Hobi hyung me quiere a mí.

—Ni en tus mejores sueños. ¿Por qué no mejor vas y molestas a TaeHyung o JiMin? Así nos dejas en paz para disfrutar nuestro día.

JungKook le sacó la lengua burlón antes de correr, escapando de sus garras.

—Maldito crío.

Hoseok soltó una risa, ganándose un golpe del omega.

—Hyung... —puchereó.

—No te rías. Es un demonio.

—Espero y no hables de tu hermano, YoonGi.