Destino o Casualidad - jhs & myg

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YoonGi saludó a sus amigos tan pronto llegó al aula. SeokJin se quitó de donde estaba para que el omega pudiera poner la mochila en el escritorio, al lado del moreno.

—¿Cómo te fue en tu cita con HoSeok? —le preguntó NamJoon una vez que se sentó.

Echó la cabeza hacia atrás mientras suspiraba, pensando en que parte de todo decirle primero.

—Bien —decidió por una respuesta sencilla para comenzar—. Bueno, fue un desastre por una parte y al mismo tiempo estuvo decente.

NamJoon tradujo ese 'decente' como 'maravilloso', conocía bastante a YoonGi y sabía que no era de expresarse mucho en público, consideraba a SeokJin su amigo, pero no tenía la confianza suficiente para dejar salir sus sentimientos reales, además de que alguien podría escucharlos y con lo entrometidos que eran sus compañeros, divulgarían el chisme, después de todo, YoonGi se había ganado la fama en el instituto por mandar a la mierda a todos los alfas que intentaban coquetear con él.

Lo que sí le preocupó un poco fue el 'desastre'.

—¿Pasó algo malo?

—El sábado llovió, ¿no? —el moreno asintió—. Me caí en un charco por casualidad y casi muero congelado, sin mencionar, que en el viaje de ida el autobus se llenó hasta hacernos parecer prieta a los pasajeros.

—Oh shit.

—Exacto.

Otro dato de YoonGi, era que detestaba a las multitudes.

—¿Y cómo lo hiciste para ir a casa? —el mayor se sonrojó sin responder— ¿Hyung?

—No fui para allá. Me quedé en el departamento de HoSeok.

Tanto NamJoon como SeokJin abrieron los ojos sorprendidos.

—¿Y qué pasó?

—Nos besamos...

—¡¿Se besaron?! —exclamó el alfa ganándose las miradas de todos los alumnos en el aula.

YoonGi lo golpeó en la cabeza, siseando.

—No grites, idiota.

—¡Es que Hobi no me ha dicho nada! Lobo traidor, yo le cuento todo con lujo de detalle.

—Y no fue lo único que pasó... —continuó ignorando a SeokJin, ambos chicos le prestaron nuevamente su atención. YoonGi se quitó la bufanda, bajó el zipper de la chaqueta y movió su ropa, dejando a la vista la unión de su cuello y hombro.

Sus mandíbulas cayeron y el omega estaba seguro de que si no estuvieran unidas al resto a su cabeza, se encontrarían tiradas en el suelo.

Cubrió el área otra vez, mirando a NamJoon un poco preocupado, el moreno se había vuelto blanco y SeokJin se sujetaba con fuerza de la mesa para no caerse.