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El camino fue desesperantemente largo y por primera vez en semanas sintió a su lobo vivo, débil pero vivo

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El camino fue desesperantemente largo y por primera vez en semanas sintió a su lobo vivo, débil pero vivo. Le gritaba que se apurara, que necesitaba ver a su omega, necesitaba salvarlo.

SeokJin y NamJoon lo pusieron al tanto con lujo de detalles, informándole que una vez adentro, una persona lo ayudaría a conectar sus almas y de ahí dependería de él convencer, o no, al mayor de vivir. Para HoSeok la respuesta era obvia, daría todo porque YoonGi eligiera salvarse, incluso si lo rechazaba después, lo haría.

Al llegar tuvo que sostenerse de su amigo, sus piernas temblaron de debilidad al estar tanto tiempo en cama, caminaron hasta el interior del templo, sintiendo lo frío del aire helar sus huesos, pero no les podía importar menos.

Pudo ver a la familia Min reunida, junto a TaeHyung y JiMin que abrazaban a su destinado brindándole apoyo. Todos fijaron su mirada en él cuando entró, pero sus ojos estaban en el cuerpo de YoonGi recostado sobre una manta delgada en el suelo. No tenía ningún aparato junto a él, según SeokJin, habían quitado los sedantes hace dos días, para no causar intervenciones al momento de la unión, sin embargo, mantuvieron la intravenosa como medio de alimentación, ya que incluso con la droga fuera de su organismo no tenía fuerzas para abrir la boca y comer, manteniéndose la mayor parte del tiempo dormido.

Se acercó caminando a él solo, rechazando la ayuda de su amigo, no quería a ningún alfa muy cerca de YoonGi. Pudo percibir por el rabillo del ojo como alguien pareció ir con su omega y gruñó, deteniéndose cuando se dio cuenta de que se trataba de JungKook.

—K-Kookie...

—Solo quería evitar que tropezara —le dijo apuntando al suelo, donde estaba arrugado el borde de la manta.

HoSeok asintió arrepentido, permitió que el chico guiara sus últimos pasos y que lo ayudara a recostarse junto a YoonGi.

Susurró un leve agradecimiento antes de fijar sus ojos en el omega inconsciente. Se le partió el corazón al comprobar su estado tan demacrado, llevó una mano a su mejilla sintiéndola fría, sin embargo, su lobo aulló cuando el mayor se acercó instintivamente a su toque, ladeando la cabeza. Quiso abrazarlo cuando una voz lo detuvo.

—Esa es una buena reacción —Se alteró de momento, percibiendo otra presencia desconocida en la sala. Gruñó amenazante, desistiendo cuando vio que se trataba de una anciana, una omega vestida con un hanbok blanco, con una cinta roja y otra azul en su cintura. La mujer le sonrió con dulzura y se dio cuenta de que tenía un ojo blanco—. Lo siento, cariño. No quise asustarte.

—N-No, fue mi culpa.

—Claro que no. Haces lo correcto queriendo proteger a tu pareja —concedió amable. Miró a los demás con la misma expresión—. Necesito que me dejen a solas con estos jóvenes.

—Mi cachorro no se quedará con nadie que lo haya lastimado. —determinó JoonHee.

—Si quieren salvarlo, deberán salir —contestó sin dejar de lado el tono dulce—. Mientras estén aquí el lobo del alfa se negará a establecer el contacto, percibiendo presencias que podrían lastimar a su pareja estando ambos inconscientes. Ni siquiera los omegas podrán quedarse, por muchas buenas intenciones que tengan.

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora