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YoonGi escupió el jugo que tenía en la boca luego de escuchar a su alfa, ensuciando la mesa y un poco a SeokJin

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YoonGi escupió el jugo que tenía en la boca luego de escuchar a su alfa, ensuciando la mesa y un poco a SeokJin.

—¡Min YoonGi!

—Mierda. Lo siento. —se disculpó sincero, pasándole una servilleta y tomando otra para limpiarse.

Los maknaes rieron, pero el par de miradas que les dieron los mayores del grupo los hizo callar y esconderse tras NamJoon, que comía tratando de que no se notara su sonrisa divertida.

Hoseok, al lado de YoonGi, tenía un puchero, sin dejar de observar a su omega, que continuaba soltando maldiciones mientras limpiaba.

—Es la segunda vez que escupo algo por tu culpa. —refunfuñó tirando la servilleta a un basurero cercano.

—¿Por qué segunda?

El mayor no respondió, pero la carcajada que soltó JungKook le dio a entender que sabía algo, más aún cuando sus parejas lucieron curiosas y volvieron a reír después de que les contara la anécdota a susurros. NamJoon también rio al escuchar gracias a la cercanía entre ellos.

Ahora HoSeok estaba más interesado y quiso preguntar, pero YoonGi habló antes.

—Se siguen riendo y me encargaré de hacer helado con sus lágrimas. No me importa cómo deba obtenerlas.

—No va a sacar nada, hyung. —se burló TaeHyung, seguro de sí mismo.

YoonGi sonrió malévolo.

—Tú serás el primero. Te voy a rapar, por insolente —el alfa palideció, tomando su cabello con fuerza y negando—. A JiMin le tiraré sus mofletes —continuó, observando como el omega colocaba ambas manos en sus mejillas, temeroso—. Y con JungKook, sólo necesito un microondas.

—¡Malo! —chilló su hermano, apegándose aún más al moreno.

—Están advertidos.

—Hyung... —habló HoSeok, ganándose su atención—, ¿me darás una respuesta?

Su pareja suspiró, intranquilo.

La hora del almuerzo había estado llena de risas y diversión como siempre, los mayores tratando de comer tranquilos a pesar de la energía de los maknaes por jugar. Al final, SeokJin los regaño por el bullicio y terminaron el almuerzo sentaditos en sus puestos, aunque continuaron rieron por cada cosa que se les ocurriera. YoonGi hubiera perdido antes la paciencia de no ser que se mantenía entretenido hablando con NamJoon de una nueva canción, hasta que su pareja decidió decirle algo sumamente importante de la nada.

"Mis padres quieren conocerte".

YoonGi estaba seguro de que su alma abandonó su cuerpo un instante. Ni siquiera recibió contexto o algo, no, claro que no, el menor decidió aprovechar la pausa entre su conversación con el moreno y soltar la bomba en un susurro.
Bueno, al menos entendía porque había estado nervioso toda la mañana, casi sin hablarle y mirándolo con ojitos titubeantes.

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora