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Todos pudieron sentir como el ambiente comenzó a cargarse de feromonas alfa, dirigiendo su mirada hasta el origen de estas

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Todos pudieron sentir como el ambiente comenzó a cargarse de feromonas alfa, dirigiendo su mirada hasta el origen
de estas. HoSeok se puso rojo de la vergüenza, levantándose del asiento para salir corriendo del salón, ignorando los reclamos del profesor y las miradas curiosas de sus compañeros.

Luna, que horror.

¿Cómo los miraría a la cara ahora?

YoonGi siguió con la vista al extraño chico hasta que salió del aula, sintiendo a su lobo completamente alerta y revoloteando en su interior

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YoonGi siguió con la vista al extraño chico hasta que salió del aula, sintiendo a su lobo completamente alerta y revoloteando en su interior. Frunció el ceño, ignorando al animal y concentrando ahora, su mirada en los que serían sus nuevos compañeros.

Hizo un gesto de desagrado al notar varios pares de ojos llenos de lujuria puestos en ellos.

Estúpidos hormonales.

El profesor les pidió amablemente que tomaran asiento y YoonGi no pudo hacer otra cosa que tomar a su amigo de la mano y jalonearlo hasta los dos últimos puestos vacíos del lugar, olfateando las feromonas sexuales de varios chicos y chicas al pasar junto a ellos.

La última chica omega, se sentó junto al extraño alfa que aún no regresaba al salón. Y YoonGi pudo sentir a su lobo gruñir en su mente.

El humano rodó los ojos, fastidiado de la actitud del animal y lo regañó en silencio.

Un gruñido más y calló. Agradeció que no lo siguiera molestando, para luego concentrarse en ignorar el notorio olor a canela que revolvía su estómago.

—Hay cada rareza en el mundo... —dirigió la mirada hacia su amigo, quien hizo un ligero gesto con la cabeza hacia la puerta del aula, YoonGi entendió de quien estaba hablando. Asintió sin darle mucha importancia, enfocado en sacar sus cuadernos y útiles para comenzar la clase, al menos tenía que dar una buena impresión el primer día.

—Tenía cara de idiota y se comportó como un idiota, así que en resumen... Es un idiota. —el moreno no pudo evitar soltar un pequeña carcajada.

—Eso es ser malo, hyung.

El omega no pudo evitar estar de acuerdo.

—Tonto, tonto, tonto, estúpido, estúpido, ¡estúpido!, ¡idiota! Ahora no querrá ni estar cerca tuyo —El regaño hacia su lobo era evidente, el animal bajó las orejas soltando un aullido lastimero

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—Tonto, tonto, tonto, estúpido, estúpido, ¡estúpido!, ¡idiota! Ahora no querrá ni estar cerca tuyo —El regaño hacia su lobo era evidente, el animal bajó las orejas soltando un aullido lastimero. Él sólo estaba muy contento por haber encontrado a su pareja, y no pudo evitar soltar feromonas para atraerlo, cosa que al parecer no había funcionado muy bien—. Tendrás mucha suerte si no se cambia de salón luego del absurdo que nos hiciste hacer.

Se sentía ridículo mirándose al espejo y retando a su alfa, pero es que no podía creer que la primera imagen que le había otorgado a su destinado era la de un chico desesperado.

Suspiró tratando de relajarse y no golpear su cabeza contra el lavamanos, ya tendría más oportunidades para hablar con el chico y aclarar el malentendido, por ahora era mejor mojarse el rostro y regresar al aula si es que no quería tener una anotación por fuga interna.

Cuando regresó, fue recibido por el profesor en la entrada de la puerta, el hombre era un poco más bajo que él, sin embargo, su porte elegante y firme, digno de un alfa, le dejaban en claro su posición ligeramente inferior.

Entró pidiendo disculpas y caminó hacia su puesto con la cabeza agachada y las mejillas rojas, si no hubiese sido por el leve olor a miel de su compañera, ni siquiera se habría dado cuenta de su presencia.

—Lo siento, no te vi —dijo con un tono arrepentido—. Mucho gusto, me llamó HoSeok.

—Igualmente —su voz era suave y bajita, con una timidez palpable—. Soy HaeIn, espero que nos llevemos bien.

—Lo mismo digo.

Ohh, el lobo de YoonGi estaba celoso, quería saltar sobre aquella joven y tirar de su cabello hasta dejarla calva, y de paso rasguñar su adorable carita inocente con sus gruesas y afiladas garras

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Ohh, el lobo de YoonGi estaba celoso, quería saltar sobre aquella joven y tirar de su cabello hasta dejarla calva, y de paso rasguñar su adorable carita inocente con sus gruesas y afiladas garras.

El omega estaba haciendo un enorme esfuerzo por mantenerlo a raya y no ser expulsado en el primer día, además de ignorar a sus compañeros de adelante quienes se volteaban cada cinco minutos para lanzarles insinuaciones nada discretas.

Los omegas ya sabían sus nombres, direcciones, posición social y, repugnantemente, lo que les media la cosa de ahí abajo.

—... Como te iba diciendo, precioso, te daría la mejor noche de tu vida si me permitieses colarme entre tus piernas. —la mueca de asco en el rostro de YoonGi no se hizo esperar, NamJoon se echó ligeramente hacia atrás para evitar que el chico le tocara la mejilla.

—Prefiero mantener mis noches tranquilas, gracias.

El mayor no podía entender como su amigo lograba mantener la calma en situaciones así, él ya le hubiese tirado un diccionario a la cara para arruinarle aquella horrible sonrisa.

—Que mal, ¿y qué dices tú? —YoonGi sonrió y NamJoon oró a la luna.

—Que si con esa cara e insinuaciones consigues novia o novio, necesitas tener mucha suerte y dar mucha lástima, porque yo, ni aunque fueras el último alfa en el mundo, me acostaría contigo.

El chico se quedó con la boca abierta y su amigo se comenzó a reír sin parar. Probablemente, era la primera vez que un omega le respondía, pero YoonGi y NamJoon sabían que no sería la última, y disfrutarían todo lo posible las siguientes oportunidades.

Por suerte para ambos, los alfas parecieron rendirse y se voltearon para continuar con la clase, uno de ellos aún refunfuñando por lo sucedido.

HoSeok, que estaba atento a lo que sucedía a sus espaldas, tenía una ligera sonrisa de satisfacción en su rostro. Al parecer el omega era alguien difícil de intimidar.

Destino o Casualidad - jhs & mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora