—¿Lista ____? —Jin se sentaba en el asiento del copiloto y ponía su mano sobre la tuya la cual se encontraba en el freno de mano.
—No, ¿Cuáles son las probabilidades de morir? —Decías comenzando a sudar.
—Ninguna, a no ser que la estudiante sea muy mala
Hoy Jin te iba a enseñar a manejar. La verdad, sabias un poco pero solo teoría, aun no ponías en práctica lo que sabias.
Jin te comenzó a explicar todo lo que el cómo un buen maestro sabia. Jin siempre había sido un buen conductor, siempre tenía cuidado y conservaba una velocidad prudente. En fin, el era el conductor perfecto.
—¡Frena! —Jin presionaba la pierna que tenías en el freno.
Un freno en seco te sacudió.
—¿Estas bien? —Jin preguntaba tomando su pecho en señal de nervios.
—Si, pero...
—¿¡Pero!? —Jin te miraba preocupado
—Pero...creo que me gusta más la bicicleta
Jin se recostaba en el asiento y suspiraba. Ponía su antebrazo sobre su frente.
De repente, el salía del auto, caminaba hacía la puerta del conductor donde tu estabas, abría la puerta, se inclinaba para quitarte el cinturón y luego te alzaba en estilo princesa y te cargaba hasta el asiento de atrás para luego recostarte. El se sentaba en el asiento de conductor.
—Hey! —Decías dándole un golpesito en el hombro.
—Quiero llegar vivo —Decía mientras avanzaba.
—¡Dijiste que no había peligro!
—Pero solo si era una estudiante muy mala —Jin comenzaba a reír.
—¿Ah sí? Pues en español eres peor que yo manejando.
—¿Disculpa? —Jin frenaba y te miraba por el espejo retrovisor.
—Si, así mismo —Le guiñabas un ojo.
—Es una pena porque hoy tenía una receta increíble que aprendí hace unos días.
—¡Espera! —Le decías mientras te pasabas al asiento del copiloto en un movimiento ninja.
—¿Se me permite estar digno? —Jin decía mirando hacia su ventana.
—No —Le agarrabas la cara por sus cachetes con tu mano.
—¿Sí? —Jin hablaba con sus cachetitos apretados por tu mano
—Yo aprendo a conducir si tu aprendes español
—Trato —Y Jin te robaba un beso una vez lo soltaste.
