—¿Recuerdas esa vez que estuvimos en Los Ángeles y nos perdimos porque no supimos seguir las indicaciones del mapa? —Decías esbozando una sonrisa amplia ante el feliz recuerdo que venia a tu memoria.
—Fue muy chistoso, pero las fotos que tomamos fueron lo mejor del viaje, ¿no crees? Es decir, mira esta —Hoseok tomaba su teléfono y buscaba rápidamente en su galería para luego extender su mano y mostrarte la fotografía que habías tomado en aquel divertido viaje de hace ya un par de años— Ahora que la veo, me da un poco de nostalgia. Me gustaría volver a viajar.
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—¿Viajar? —Una pequeña niña aparecía de repente por el umbral de la puerta— Papá, yo quiero viajar a Disney, sería increíble —La niña se recostaba en medio de ustedes dos disfrutando del calor de hogar.
—Yeesul, iremos pronto, te lo prometo —Le decías a la pequeña niña. Su hija, pero no biológica. Hace un tiempo, una bebé diminuta lloraba en la esquina de una calle transitada, todos miraban, pero no hacían nada hasta que tú y Hoseok pasaron por el lugar, el corazón de ambos se estremeció ante la escena.
"¿Cómo es que había alguien capaz de hacer eso?" era la pregunta que más resonaba en tu mente. Era realmente conmovedor ver un ser tan frágil en esas condiciones.
Hoseok y tu llevaban solo 3 años de noviazgo en ese entonces, pero siempre fue una relación sólida. Ambos no tenían intención de tener hijos, no por aquellas épocas ya que aun tenían muchas cosas que hacer y aprovechar. Pero al ver a esa bebé, no pudieron resistirse y llevarla con ustedes al departamento que compartían con la condición de que la cuidarían por un tiempo en lo que encontraban una familia que la acogiera o su familia biológica. Al cabo de dos días, la bebé se había recompuesto bastante. Después de un baño, darle de comer y por supuesto, un techo donde dormir calientita.
Hoseok no permitió ir a la comisaria para reportar el caso, no cuando él había caído perdidamente enamorado de aquella bebé solo con verla unos minutos. El se había encariñado con la bebé y no tuvo corazón para entregarla a los policías, no quería que ella viviera esperando por que la adoptaran o peor aún, jamás ser adoptada por lo que el te propuso ser ustedes quien la adoptaran.
Al principio, te negaste rotundamente, aun no estabas preparada para adoptar ese rol de madre tan de la nada, pero solo fue cuestión de días para que la niña lograra enamorarte y que aceptaras la propuesta. Desde ese entonces, Hoseok y tú se convirtieron en padres por coincidencias del destino. La nombraron Yeesul y ahora, tenía 7 años.
—¿Cuándo es pronto? —Yeesul interrogaba.
—Pasado mañana, eso es pronto —Y de repente, Hoseok tiraba la bomba.
—¿Qué? —Tu no sabias nada de eso— ¿Enserio?
—No, no es enserio...es demasiado enserio
—A ver, Jung Hoseok —Te acercabas a el— ¿Cuándo pensabas decirlo?, ¿Cuándo faltara una hora para el vuelo?
—No, mañana —Reía sonoramente y se acercaba de igual manera a ti— Pero en mi defensa, te llevaste una sorpresa y eso era lo que quería lograr.
—¿Es broma, papá? —Yeesul sonaba insegura, se negaba a creer que fuera verdad. Su más grande sueño hasta ahora era ir a Disney.
Hoseok se levantaba de la cama y la cargaba en forma de princesa y daba vueltas con ella para luego depositarla en la cama de nuevo y posar un pequeño beso en su cabeza.
—No, no es broma —Hoseok te miraba de nuevo con ojos alegres— Es como mi amor por tu mamá, no es broma —Se acercaba a ti y te daba un corto beso lleno de ternura.
—¡No! —Yeesul se tapaba sus ojos y se quejaba, pero reía al mismo tiempo— ¡Que asco!
Tu y Hoseok se miraban y sonreían. Tu le agradeciste a Hoseok por el viaje abrazándolo. La tarde concurrió con una película de Disney que Yeesul sugirió cosa que no les disgustaba en absoluto ya que también disfrutaban de esas películas. Cuando Yeesul cayó profundamente dormida, tu tomaste su cabeza y la apoyaste en tu pecho y la acariciaste para darle tranquilidad y seguridad.
—Hey, ¿en qué momento te volviste la mejor madre que he visto? —Hoseok te hablaba en voz baja con cuidado de no despertar a Yeesul mientras te miraba con ternura.
Tu solo sonreías ante su comentario.
—Nuestra vida cambio en una noche, literalmente —Decías— Yeesul tiene al mejor papá del mundo.
—Corrección, los mejores padres del mundo. Aprendimos a ser padres en una sola noche, pero fue hasta ahora, la segunda mejor cosa que me ha pasado en la vida, porque la primera es cuando te conocí.
Hoseok era el mejor padre y Yeesul, la mejor coincidencia.
