—Ok, comencemos —Tae te decía mientras se ponía su sombrero para evitar que los rayos del sol quemaran su rostro.
Hoy recolectarían fresas en la granja de los abuelos de Tae. La verdad, ustedes estaban muy aburridos en casa y...fue lo más "loco" que se les había ocurrido.
Ahora que lo pensabas, no sabias que clase de definición tenía Tae sobre lo "loco"
Comenzaban a caminar por entre las siembras de fresas.
—¿Cuánto tenemos que recoger? —preguntabas mientras te agachabas para comenzar a llenar la primera canasta.
—Por lo menos, 3 canastas —Tae imitaba tu acción.
Y así, comenzaron la recolección.
—Tengo hambre —Decías una vez llenaste una canasta entera.
—Come algunas fresas de la canasta, no veo problema. Creo que yo también comeré algunas, no puedo resistirme —La fruta favorita de Tae eran las fresas. Ya podías imaginarte todas las ganas que tenía Tae de comer unas.
Decidieron tomar un descanso mientras comían lo de la canasta.
No se dieron cuenta y más de la mitad de las fresas en la canasta habían desaparecido.—Oye, creo que...comimos mucho —Señalabas la canasta una vez te percataste de la canasta medio vacía.
—Fue tu idea —Tae reía y te culpaba.
—Dos cosas: tenía hambre y tú me lo permitiste también, se supone que te criaste con granjeros, debes saber de esto.
—El que me hayan criado granjeros no quiere decir que tenga que saber cuan grande es tu estomago para que quepan tantas fresas
