—Toma —Hobi te entregaba una cámara nueva que había comprado. Una polaroid— Probémosla para saber si fue una buena opción tirar el recibo antes de probarla.
—A ver, siéntate ahí —Señalabas a un montón de sillas que estaba a su costado.
Hoseok se sentaba.
—Okey, ¿Qué hago ahora? —Reía perdiendo toda la seguridad que tenía hace minutos atrás.
Mientras Hobi reía, tu tomaste la foto.
Salió perfecta.
Hobi al sentir el flash en su cara se sorprendió porque fue totalmente desprevenido.
—¿Qué? —Hobi te miraba desconcertado— Dime que salió bien porque ya perdimos una foto en caso de que no.
—Salió increíble.
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—¿Enserio? —Hobi se levantaba de la silla y caminaba hacia ti para ver aquella foto.
—Espera —Detenías a Hobi— ¿Seguro que quieres verla?
—Si, ¿Por qué lo dices?
—Ehh, es que...sale algo que no ven nuestros ojos, pero al parecer la cámara si —Broma express
El rostro de Hobi se tornaba pálido.
—¿Qué significa eso? —Un nervioso Hoseok tragaba saliva con fuerza.
—Ehh, ¿Crees en fantasmas?
—Ay no, tengo miedo —Hobi te tomaba de la mano y te guiaba a la salida del lugar— No volveremos aquí nunca.
—¡Espera! —Te tratabas de detener, pero la adrenalina de Hobi impedía que te soltara.
Una vez fuera del lugar, Hobi respiraba agitado.
—Oye, es broma —No tenías la suficiente crueldad para seguir con eso. Hobi era alguien asustadizo
—¿Qué? —Hobi te volteaba a mirar— _____, obedezco mis principios y por eso no quiero declararte una guerra de bromas.
—Jung Hoseok, siempre existe el perdón —Te ibas alejando de el— Y también el amor.
