[ 90 - Yoongi ]

564 65 7
                                    


Hoy era el cumpleaños de Yoongi, tenías pensado en invitarlo a cenar pero su madre se adelanto planeando una cena con amigos y familiares. Estabas invitada, eras la pareja de Yoongi y su familia ya era como la tuya.

Estabas algo preocupada, no tenias un obsequio para Yoongi ya que, por falta de tiempo, no pudiste comprarlo. Le dirías a Yoongi que te diera unos días, que tu le darías un regalo.

Llegaste a la casa de los Min, tocaste el timbre y en cuestión de segundos la madre de Yoongi te abrió.

—Querida, ¿cómo estás? —la madre de Yoongi extendia sus brazos para recibirte en un abrazo cálido— Entra, estas en tu casa.

Tu acatabas su orden y entrabas en el hogar. Ya habían varias personas, tíos y algunos primos, al parecer, solo faltaban tu y el hermano mayor de Yoongi.

Saludaste a todos y luego encontraste a Yoongi, quien estaba en el balcón de su hogar hablando por teléfono.
Cuando el te vio, te hizo señas de que esperaras un segundo a que acabará su llamada.

—Listo, Hola dueña de la parte de mi corazón que jamas pensé en usar porque creí que jamás me enamoraría

—¿Qué? —reías ante ese largo apodo— Si algún día llegamos a tener hijos, yo me encargaré del nombre, no quiero que se llamen "Hijo primero de Yoongi y _____, quien no nos dejó dormir 5 noches cuando nació"

Ambos sonreían para luego unirse en un abrazo.

—Gracias por venir —Dejaba un tierno beso en tu cabeza.

—¿Crees que me perdería el cumpleaños de mi novio? —Lo mirabas. El aprovechó el momento para acortar la distancia entre sus labios para luego unirlos en un tierno beso que duró lo suficiente como para tener que separarse por falta de aire— Por cierto, estoy segura de que vas a perdonarme que no traje regalo porque no tuve tiempo de comprarlo y me vas a dar tiempo para dártelo, ¿verdad?

—Ven aquí —Yoongi te acercaba más y volvía a besarte. Entendiste ese mensaje como un "no importa el regalo" pero luego, el se separó del beso y se acercó a tu oído— Tienes 3 días —Susurraba con voz ronca.

—¡Oye, pensé que me dirías que el mejor regalo es que estuviera aquí! —Lo golpeabas en el brazo.

El dejó ver una sonrisa tierna.

𝚋 𝚝 𝚜 - 𝚘 𝚗 𝚎 - 𝚜 𝚑 𝚘 𝚝 𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora