[ 78 - Taehyung ]

678 58 3
                                    


Un día de parque de diversiones era un plan divertido para un viernes en la noche. Tae y tu habían organizado eso hace dos días ante la inquietud constante de Tae "No hago algo emocionante un viernes en la noche hace mucho tiempo"

Después de terminar sus horarios laborales, se encontraron en la casa de Tae para dormir un poco y no terminar con sueño durante su visita al parque de diversiones. Cenaron ligero porque sabían que en el parque comerían un poco. Salieron de casa de Tae en su auto y para hacer el recorrido más ameno reprodujeron música durante el camino.

Al llegar, ver el parque tan iluminado era bastante placentero e inundaba el lugar de un ambiente feliz y lleno de euforia.

—Taehyung, ¿A dónde quieres ir primero? —Le preguntabas expectante por su respuesta.

—Me gusta vivir al máximo así que empecemos con la montaña rusa principal del parque, es bastante alta

—¿Eres tú? —Le tocabas su mejilla— Digo, siempre que nos queríamos subir a una atracción alta comenzabas a rogar no subir y ahora te desconozco

—Hay días de días y hoy me siento invencible —Sonreía y te miraba heroico.

Subieron a cuantas atracciones pudieron, comieron y se la pasaron de maravilla. Ahora, seguía la parte en donde más gastabas dinero, pero no por eso dejaba de ser atractiva: Los juegos de feria. Tae estaba emocionado por eso ya que había muchos peluches que podría ganar y el cómo buen amante de estos, no dudo en acceder a jugar.

Primer juego: explotar los globos con un dardo.
Tae comenzó con un "pan comido" y se veía muy seguro de todo lo que hacía

—Okey Tae, es tu momento de brillar —Le dabas animo— Si ganas este, te prometo que ganaré en el siguiente, ¿Qué te parece?

—Puede ser —Ladeaba su sonrisa

Tae logró romper la cantidad de globos necesarios y ganó un pequeño perrito de peluche.

—¿Sabes? Si estuviéramos en un momento más romántico, te lo hubiera regalado, pero como no, entonces te presumiré que gané un perrito —Decía en tono orgulloso y risueño mientras te mostraba su peluche

—¡Oye!, ¿en qué momento te dije que lo quería?

—Te conozco ____ —Te ponía una mano en tu hombro— Te invito a comer, eso si te lo puedo dar.

Le alegaste en broma un poco, pero accediste a esa invitación. La verdad, no habían querido comer antes porque si lo hacían, probablemente lo vomitarían ante las sacudidas de las atracciones.

Fueron a comer, Tae disfruto mucho su comida que el hecho de verlo comer te llenaba a ti.

Después de aquella noche tan magnifica, regresaron a casa agotados, pero con mucha felicidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de aquella noche tan magnifica, regresaron a casa agotados, pero con mucha felicidad.

Sin nada más que hacer, durmieron. Pero a eso de las 3:40 de la mañana, sientes como Tae se levanta de un golpe de la cama y para luego correr al baño, te preocupaste, pero le diste su tiempo en el baño para que, al salir, te explicara que había ocurrido.

—Tae, ¿Qué ocurre? —Al salir, Tae se veía algo pálido

—No sé, me dolía mucho mi estómago, pensé que era un simple dolor, pero sentí nauseas muy fuertes y por eso me levanté rápido para ir a vomitar —Parecía un niño de 10 años que le estaba diciendo a su mamá que su estómago no se sentía bien. Solo pudiste contestarle con un "recuéstate, veré que hacer"

Era demasiado temprano como para salir a la farmacia y comprar suero de rehidratación*. Le preguntaste si quería comer algo suave para reponer todo lo que el excusado se había llevado del estómago de Tae, pero él respondió con el ánimo en el suelo, que no tenía apetito de nada.

Tae no duró mucho tiempo despierto y retomo su sueño y tu tratabas de cuidarlo despierta por si algo le ocurría. Acertaste: Tae durmió aproximadamente 2 horas antes de que el vómito regresara e interrumpiera su sueño.

—Oye, saldré a comprar medicina —Ya no podías esperar más tiempo— Quédate recostado, si quieres, puedes dormir un rato.

Cuando saliste, ya había algo de personas en la calle que salían muy temprano por algún pendiente que tuvieran. La farmacia más cercana estaba abierta, por suerte.

Compraste el suero de rehidratación y otras medicinas contra las náuseas, pasaste a una tienda de conveniencia y adquiriste alimentos blandos para poder dar de comer a Tae en lo que su estómago se recuperaba por completo.

—Hey, ¿vomitaste de nuevo? —Le preguntabas a un Tae recostado y sin ganas de hacer algo más que recostarse

—No, aún no

—Mira, tienes que tomarte esto —Le extendías un vaso con suero para que su cuerpo recompusiera líquidos— Se que no eres tan fanático de esto, pero te aseguro que esto te ayudara —El recibía pesadamente el vaso y luego bebía de el con desagrado. Se recostaba y cerraba sus ojos. Le preguntaste si deseaba algo de comer, el asintió suavemente y tu no dudaste en prepararle algo de comer.

Le preparaste un caldo de pollo con unas manzanas picadas para que su estómago pudiera soportarlo. Al regresar al cuarto con la comida, viste a Tae medianamente despierto y con los ojos hinchados del poco sueño.

—Hey, mira lo que te preparé —Ponías la bandeja en la mesa de noche esperando a que Tae se incorporara para que pudiera comer— Sopla un poco, está caliente.

Tae comenzó a degustar la comida mientras tú lo veías. Luego, ponerle un poco de humor a la situación no le venía mal a nadie.

—¿Sabes? Esto es Karma con respecto al peluche, ¿no crees? —Sonreías— Permíteme reírme de eso, además, siento que cuido de un niño

—Dos cosas, no es Karma y yo también te he cuidado como si fueras una niña cuando te enfermas, ¿me equivoco?

—El caldo se enfría, come




Suero de rehidratación*: compuesto de sales que se administra en casos de deshidratación leve y moderada por vía oral para prevenir la deshidratación. 

𝚋 𝚝 𝚜 - 𝚘 𝚗 𝚎 - 𝚜 𝚑 𝚘 𝚝 𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora