[ 75 - Jin ]

537 59 13
                                    


Jin había salido muy temprano de casa, dijo que tenía un asunto importante que resolver por lo que no había tiempo que perder. Ni siquiera desayuno, solamente agarró su ropa, se cambió lo más rápido que pudo y salió del departamento agarrando las llaves del auto.
Estabas tan desorientada que ni tuviste tiempo de preguntarle rápidamente a donde carajos iba. No tuviste más remedio que esperar a su regreso y a la vez, una explicación.

Pasaron 4 horas y comenzaste a preocuparte lo suficiente como para llamarlo por lo menos unas 5 veces, todas sin respuesta. Decidiste darle un poco más de tiempo para su llegada, aproximadamente una hora más, si el no decidía por regresar, tu tendrías que buscarlo.

"¿Dónde carajos voy a buscarlo sin tener la más mínima idea sobre a donde fue?" Repetías en tu cabeza enojándote contigo misma por no tener idea de donde estaba.

—Oye, ¿Jin esta contigo? —Decidiste llamar a Jungkook, uno de sus amigos en común para tratar de localizarlo en caso tal de que el supiera donde diablos de había metido el chico de los hombros gigantes— Salió esta mañana con la excusa de que tenía un asunto importante pero no me dijo que era, simplemente salió rápido sin siquiera desayunar

—Ah, sobre eso —Jungkook se mostraba inseguro— No, no se donde esta sinceramente —Jungkook solía ser buen mentiroso, pero esta vez no era así. Un evidente tono de duda e inseguridad se notaba en su voz por lo que era más que seguro que el sabia donde estaba Jin solo que no quería decírtelo— No he hablado con él estos días pero de seguro volverá pronto, no te preocupes

—¿Cómo quieres que no me preocupe?, Jin es mi mejor amigo, casi como mi hermano mayor y no se donde carajos esta metido, lleva 5 horas afuera sin decir a donde diablos fue, es claro que me preocupa eso —Le decías obvia y algo molesta— Jungkook, ¿sabe dónde está el?

—No —Luego, vino un silencio amenazante de tu parte

—¿Seguro, Jeon Jungkook?, ¿Estas totalmente seguro? —A veces, Jungkook era presa facil al sentirse intimidado y algo presionado por lo que, de seguro, te diría donde estaba Jin— Tienes que estar totalmente seguro Jungkook, ¿lo estas?

Jungkook suspiraba y soltaba una pequeña risa que daba a entender que estaba cediendo.

—Para que te quedes más tranquila: si se donde esta Jin y se que no debes preocuparte porque esta bien, se tomo un poco más de tiempo de lo esperado, pero estará en casa pronto —Jungkook te daba un parte de tranquilidad— Se guardar muy bien los secretos y esta, no es la excepción. Obviamente, te diría donde esta si estuviera en peligro, pero este no es el caso.

—Jungkook, si Jin no llega en las siguientes dos horas me tendrás que decir donde esta, ¿entendido?

—Aish, esta bien

La llamada terminaba y tu no tenias más remedio que esperar pacientemente, claramente, estabas más tranquila al saber que Jin estaba bien y que no tardaría tanto.
Al cabo de 1 hora tu teléfono vibro indicándote que un mensaje había llegado por lo que, sin dudarlo, lo abriste. Pensabas que se trataba de Jin diciendo que estaba a unos minutos del departamento, pero era Jungkook.

Era una fotografía de Jin junto a un peludo amigo.

Era una fotografía de Jin junto a un peludo amigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ante la confusión, llamaste a Jungkook de nuevo.

—¿Un perrito?

—Si ____. Mandé el mensaje al chat que no era —Se quejaba— Esa era la sorpresa de Jin, pero por favor, finge sorpresa cuando llegué con el perrito porque si llega a enterarse que te lo dije, me matará.

Tu solo reías ante lo ocurrido y acatabas la orden de Jungkook.
1 hora después, llegaría Jin.

—¡Ya llegué! —Un emocionado Jin hacía notar su presencia— ¡____, tengo que decirte algo! —Tu estabas en tu habitación por lo que Jin te llamaba a la sala.

—Hasta que al fin llegaste, ¿podrías decirme donde carajos estabas? —Llegabas al encuentro de Jin.

—Cumpliste años hace poco tiempo y te dije que tu regalo tenia que esperar un poco en lo que iba por el y ahora, aquí esta —Entre sus manos había una caja de gran tamaño sin cerrar para que el perrito no se estresara en el encierro. Obviamente, sabías de que se trataba, pero tenías que sacar tus dotes de actuación— Claramente, una disculpa por darte un regalo fuera de la fecha, pero lo que importa es que llegó, ¿no crees?

—Totalmente —Te acercabas a la caja y te estirabas un poco para poder ver su contenido. Al verlo, tu corazón dio un brinco de ternura. Aquel perrito estaba ahí, indefenso pero lleno de vida, su colita se batía eufóricamente de lado a lado y sus ojos curiosos eran de un profundo negro— ¡Esta precioso Jin!, ¿puedo alzarlo?

—¡Claro, ahora es tuyo! —Jin te extendía la caja para que sacaras al perrito de ella.

Lo tomabas entre tus manos y sentías la fragilidad de una vida inocente.

—¡Es tan lindo que podría besarte! —soltabas totalmente emocionada

—No, mejor no —Jin reía— pero es demasiado lindo, lo adopté de un refugio de perritos en las afuera de Seúl, me dijeron que encontraron a este perrito junto a sus hermanos en una calle para nada transitada por lo que no dudaron en acogerlos.

El gesto de adoptar en vez de comprar era extremadamente lindo, lo valorabas mucho.

—¡Se ve mejor que en la foto! —Y de repente, no mediste tus palabras debido a tu euforia y simplemente, lo dijiste.

—¿Foto? —Jin te interrogaba inmediatamente— ¿Qué foto?

—Ah, escuchaste mal. Ya sabes que mi pronunciación en coreano suele ser pésima

—No es cierto, hablas muy bien coreano —Jin respondía algo molesto— Déjame adivinar, ¿Jungkook?

—¿Qué? Noo, para nada —Pero sentías la mirada fulminante de Jin sobre ti— Bueno, si

—Lo voy a matar, arruinó la sorpresa —Agachaba su cabeza triste

—No no no, Jin —Lo tomabas por la barbilla alzando su cabeza suavemente— No la arruinó, Jungkook evitó que yo me desmayara de la emoción, y tu me acabas de traer un perrito lo cual ha sido la mejor sorpresa de cumpleaños.

—Me da igual, hoy mismo Jungkook dictó su sentencia de muerte —Jin suspiraba y tomaba las llaves del auto de nuevo— Vuelvo enseguida, voy a charlar con Jungkook un rato

—Oye Jin, gracias, eres el mejor amigo del mundo —Decías sosteniendo el perrito y mirando a Jin.

—Lo sé, ¿Qué harías sin mí? —Sonreía para luego reír sonoramente con esa escandalosa, pero contagiosa risa tan característica de Jin. 

𝚋 𝚝 𝚜 - 𝚘 𝚗 𝚎 - 𝚜 𝚑 𝚘 𝚝 𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora