El salón donde se llevaría a cabo la boda estaba hermoso. Los colores eran dorados y blancos. Un contraste bellísimo.
En un lado, estaban los invitados del novio y al otro, los invitados de la novia.
Estabas en tercera fila, ya que en las dos primeras estaban los familiares de Jin.
Primero, pasaron las madres de la pareja, luego Jin.
Se veía hermoso, con su frente descubierta, un traje negro que combinaba con su cabello, sus hombros anchos resaltaban mucho, un maquillaje muy natural, casi imperceptible lo que hacía que su belleza natural resaltara.
Mientras Jin caminaba hacia al altar, te miro con una mirada cómplice y nerviosa. Estaba a punto de cambiar su vida así que buscaba que, por tu mirada lo calmaras. Le hiciste una seña de respiración para darle a entender que respirara profundo, que mantuviera la calma y no perdiera la cabeza. El solo sonrió y sus ojos brillaron.
Luego pasó Sun hee, la novia de Jin.
En los 20 minutos que duró la ceremonia, hubo el discurso oficiante, una función musical dedicada a los novios; una venia y abrazo por parte de los novios hacia cada par de padres y por último...el beso. Cuando pronunciaron la frase que daba la orden de besar a la novia, todo se volvió en cámara lenta.
Jin tomo la cintura de Sun hee, la miro por unos segundos, sonrió y ella respondió con una sonrisa y luego...la beso. Cuando eso pasó, sentiste como tu corazón palpito rápidamente y luego se estrujo. Querías correr de allí, querías irte lejos y no volver en unos días.
Luego vino la ronda de aplausos que tuviste que acompañar porque si él era feliz, estabas bien.
La sesión de fotos llegó. Mientras todos se reunían para la foto, Jin se dirigió hacia ti, sonrió y suspiro relajado.
—Casi muero allí —Decía Jin con un semblante más relajado.
—Pero ya paso lo critico —Le decías fingiendo estar feliz— lo hiciste bien —Dabas palmaditas en su brazo.
—Se siente extraño —Jin decía poniendo sus manos en la cintura.
—¿Por qué?
—Estar casado es un sentimiento muy nuevo —Jin esbozaba una sonrisa.
—Ya te acostumbraras —Abrazabas a Jin y retenías las ganas de llorar.
Luego de aquel abrazo, fueron a sus lugares para la foto.
Tomaron varias fotos.
Luego de eso, fueron al piso donde estaba el restaurante. Generalmente, las bodas coreanas son totalmente privadas durante la ceremonia, pero durante el buffet, es para todas las bodas del mismo edificio así que el buffet es compartido.
Comiste lo que habías agarrado. En tu mesa, estaban los amigos que tú y Jin compartían, así que tuviste como distraerte. A veces desviabas la mirada a la mesa de Jin y observabas como él sonreía y hablaba con su familia.
Luego de otros protocolos de la cultura coreana en las bodas, se terminó.
Te despediste de los invitados.
—Hey, estuvo muy lindo hoy —Le decías a Jin cuando llegaba su turno de despedirte.
—Gracias por venir ______ —Jin te decía sonriendo— Me hizo muy feliz saber que estabas aquí.
—Aw, que tierno —decías sarcásticamente— ¿Puedo preguntarte algo?
—Claro, lo que quieras
—¿A dónde irán en su luna de miel? —Te daba mucha vergüenza preguntar eso, pero tenías curiosidad ya que Jin, meses atrás, te había pedido una sugerencia.