Ir a un escape room* en el primer día de vacaciones de Hobi sonaba como algo divertido que los sacaría de la monotonía. Hoseok fue quien buscó el lugar y terminó encontrando con las mejores opiniones de Seúl.
Al ver el lugar por internet, viste que era un escape room de terror por lo que le preguntaste a Hoseok si se había percatado de eso ya que él no era una persona que gustara de las experiencias de terror así que era algo medianamente ilógico, sin embargo, el argumentó que quería probar algo nuevo y tratar de ser un poco más resistente a los sustos.
En camino, Hoseok se veía confiado, con un semblante fresco y relajado.
—Bien, es momento —Frente al lugar, Hoseok te tomaba de la mano tratando de actuar como el hombre más valiente de la historia.
Se registraron en la recepción. El circuito se componía de 5 habitaciones ambientadas en una casa antigua. La historia que manejaba el lugar era que en esta casa habitaba el espíritu de una niña de 12 años y su hermanito de 10 años quienes se divertían asustando a los que iban a la casa por mera curiosidad.
Llegaron a la primera habitación, era la cocina de la casa.
No hubo ningún susto en esa habitación, por lo que estaban muy confiados en que sería así el resto. Que ilusos.
Llegaron a la habitación de la niña.
—Oh no —Decía Hoseok al darse cuenta de la baja iluminación que ese cuarto tenía. Los sustos no tardarían en llegar— Okey, hagamos esto rápido, no quiero tantos sustos
—Jung Hoseok, ¿Qué esperabas que pasara en este lugar que se llama Escape room: scary versión? —Decías sarcástica.
El solo subió y bajo sus hombros.
En una de las pruebas, se tenía que encontrar una llave para abrir un cajón de un escritorio. Durante la búsqueda, la luz se tornó roja y aún más tenue haciendo que el ambiente se tornara algo tenebroso.
Ahora, la luz parpadeaba impidiéndoles ver claramente. La puerta de la habitación se comenzó a abrir dejando entrar a una niña.
—¡____! —Hoseok gritaba de repente totalmente aterrado. Gritó justo al lado de tu oído dejándote un leve malestar— VAMONOS, YA NO QUIERO
—ESPERA, SI PODEMOS —Le dabas ánimos, pero esto, resultaba en vano ya que él estaba completamente asustado. Verlo así, te angustiaba y te daba miedo— OLVIDALO, TAMBIEN TENGO MIEDO.
—VETE —Decía Hoseok manoteando, tratando de alejar a la niña que se acercaba poco a poco— VEN AQUÍ —Hobi te jalaba del brazo y huía de la niña llevándote a un rincón de la habitación haciendo que te acurruques junto a el y cerraran sus ojos.
Cuando se acurrucaron, dejaste de sentir miedo y lo reemplazaste por un sentimiento de gracia.
—Hey, hey —Tratabas de tranquilizar a Hoseok acariciando su mano
—¿YA SE FUE? —Preguntaba alterado— DIME QUE SI
—No, escucho sus pasos —Decías mientras reías. No es que disfrutaras ver a Hoseok en ese estado, pero te daba algo de gracia ver como el había elegido el lugar y estaba convencido de que lo lograría— Relájate, es una empleada, les pagan por hacer esto —Susurrabas a su oído para que la niña no escuchara y probablemente, se ofendiera.
—VETE —Hoseok seguía suplicando— ESPERA, ¿POR QUÉ ACEPTÉ ESTO?
—No lo sé —Reías
Esperaron 30 segundos y la niña se fue. En ese momento, Hoseok se levantó rápidamente y se dirigió a donde la cámara apunta para monitorear las misiones de los participantes.
—Hey, renunciamos —Hacía señas con las manos.
Tu reías y te levantabas tratando de convencerlo de que se quedara, pero fue en vano, el quiso irse y como no iba a ser tan divertido hacerlo sola, accediste.
No podías creer lo que acababa de pasar.
—¿Cuánto dinero gastaste en las entradas?
—Eso no importa, casi me da un paro cardiaco allí. ¿Cómo es que tuviste tiempo para reírte?
—Basta con que te pusieras en mi lugar y te vieras a ti
Hoseok solamente rodaba los ojos divertidos.
Escape room*: es un juego de aventura físico y mental que consiste en encerrar a un grupo de jugadores en una habitación, donde deberán solucionar enigmas y rompecabezas de todo tipo para ir desenlazando una historia y conseguir escapar antes de que finalice el tiempo disponible.
