—¿Qué pasa ____? ¿Estas bien? —La preocupación de Namjoon era notable al notar tu voz entrecortada en la llamada.
—¿Puedes venir a mi departamento? —Hablabas en tono suplicante. Necesitabas a alguien que te abrazara después del momento tan amargo que habías pasado con el que ahora era tu expareja— Solo si tienes tiempo.
—Claro, estaré allí en 20 minutos.
Tu solo te recostaste en el sillón con la mirada en la nada esperando por la llegada de Namjoon. Al paso de 20 minutos, tal y como lo dijo Namjoon, el tocaba el timbre y tu te levantabas a paso pesado para abrirle.
Este cuando te vio, se preocupó al verte tan abatida, tan ida y triste.
—¿Pero que carajos te pasó? —Se acercaba rápidamente a ti— ¿Hace cuanto estas así?
—Desde hace dos días —Caminabas al sillón y te sentabas pesadamente en este y Namjoon se sentaba a tu lado. Te miraba fijamente para escuchar lo que tenías que decir, pero estabas tan rota por dentro que no podías pronunciar palabra, solo llorabas. Recostabas tu cabeza en el pecho de Namjoon mientras llorabas desconsoladamente. El solo te acariciaba la cabeza y no te obligaba a hablar, el solo quería que primero te calmaras y si podías, hablar sobre eso.
Pasaron 5 minutos, recobrabas tu respiración normal y sentías que estabas lista para hablar sobre todo el dolor que sentías.
—Trae ese sobre de la mesa —Le decías a Namjoon quien inmediatamente se ponía de pie y acataba tu orden. Te lo entregaba en tus manos y tú lo abrías con delicadeza sacando su contenido: dos pasajes de avión con fecha para ese día— Estos eran los pasajes a lo que probablemente iba a ser el viaje que más recordaría en mi vida. Recuerdo bien cuando fuimos a un parque precioso en las afueras de Seúl, me dijo cuántas ganas tenia de ir a Londres conmigo, que quería ir con el amor de su vida que se suponía era yo. Le iba a dar la sorpresa antes de ayer, pero la sorprendida fui yo.
—¿Qué? —Namjoon te miraba con ojos de comprensión y tristeza al mismo tiempo— No me digas que...
—Si, fui a darle la sorpresa en su casa, pero me encontré con que otra persona estaba en nuestra relación y luego siendo muy descarado me repitió varias veces que era mi culpa el hecho de que el estuviera en brazos de otra persona, que yo lo había desatendido y que hace ya un año solo estaba conmigo por lastima. Le mostré los boletos, los miró y solo pudo responderme con un "No quiero ir contigo, terminamos" y los tiró al suelo —Mirabas apenada al suelo— Y ahora que lo pienso, si fue mi culpa.
—¿Qué? No, no es tu culpa de nada. Él debe y debió entender que tu vida no gira en torno a él, que tú tienes una vida social aparte —Levantaba tu mirada poniendo su mano debajo de tu barbilla— Eres una persona increíble ____, ¿sabes cuan agradecido estoy al tenerte en mi vida?
Namjoon te abrazó y puso tu cabeza en su pecho para que encontraras el consuelo que tanto necesitabas. Recordaste que tenías varias botellas de Soju, fuiste por ella junto con dos pequeños vasos y le ofreciste a Namjoon quien al principio se negó, pero luego, accedió.
Después de beber tanto, perdiste la conciencia y todo se volvió negro.
Despertaste en tu cama, con la misma ropa de la noche anterior y con las mantas de tu cama cubriendo todo tu cuerpo. No recordabas que había ocurrido, solo que comenzaste a tomar y perdiste el control. Lo más amargo, fue recordar la persona que había causado tu embriagues.
Saliste de cama y de tu habitación, caminaste hacia tu sala para encontrarte a Namjoon profundamente dormido en el sillón con una delgada manta envolviéndolo.
La cabeza te dolía un poco por lo que fuiste por una pastilla y un vaso con agua. Ante el movimiento y el ruido, Namjoon despertó y al verte se levantó rápidamente.—¿Cómo estás? —Preguntaba preocupado— Te ves algo pálida, recuéstate y preparare algo de comer para que te recuperes un poco. Me quedé a dormir para procurar que estuvieras bien en cuanto despertaras.
La verdad, no podías negarte a esa oferta por lo que acataste sus órdenes y regresaste a la cama. Pasaron 20 minutos y Namjoon aparecía por el umbral de tu puerta junto con una bandeja con un desayuno muy apetitoso.
—No pude preparar nada por lo que ordené algo —Sabias que eso iba a ocurrir— Toma, come —Ponía la bandeja en tus piernas y te incitaba a comer del desayuno
Comiste y te recuperaste un poco de tu resaca. Namjoon estuvo todo el tiempo a tu lado, preguntándote si necesitabas algo o si ya te sentías mejor. Luego de pasar un rato ameno con él, dijo que tenía que salir a su casa, cambiarse de ropa y que regresaría a hacerte compañía más tarde.
Tú te quedaste y viste series todo ese rato hasta que Namjoon regresó tal y como lo dijo horas antes.
—Hey hey, ¿Cómo estás? —Se recostaba a tu lado— ¿Ya te sientes mejor?
—No te voy a mentir, me siento mejor pero el dolor sigue ahí
—No te preocupes, traigo buenas noticias —Se sentaba a tu lado y sacaba de su mochila un sobre pequeño— Se que no tienes ganas de levantarte de esa cama, pero estar aquí solo te recordara cada vez más por qué estas así, por eso, traigo esto y quiero que lo abras.
Tomabas el sobre y lo abrías cuidando de no romper su contenido. Dos pasajes de avión con destino a Venecia, Italia.
—¿Es enserio? —No podías creer lo que Namjoon te había traído.
—Muy enserio, nos vamos en dos días asi que ve pensando en que ropa llevaras —Se levantaba de la cama— Escúchame una cosa, vas a salir de esta y yo te voy a ayudar.
Dos días después, Namjoon y tu estaban arriba de un avión disfrutando de la compañía del otro. Tu corazón estaba en paz y agradecido con Namjoon, no encontrabas las palabras correctas para decirle que estabas infinitamente agradecida con él por su gesto tan hermoso al querer ayudarte de todas las maneras posibles.
El primer día, fue maravilloso. Namjoon te invitó a comer en un lugar que había visto en internet. Hablaron de tantas cosas que tu olvidabas tu dolor y lo reemplazabas por felicidad.
Luego, caminaron por la ciudad para llegar a un pequeño parque en donde se sentarían y solo dejarían que el momento se apoderara de ustedes.
—Gracias Namjoon, enserio. Eres el mejor amigo que la vida me dio, gracias —Lo mirabas fijamente— ¿Puedo darte un abrazo?
—¿Enserio me preguntas eso?, claro que sí, ven aquí —Extendía sus brazos para luego envolverte con ellos— No dejes que alguien te haga sentir insuficiente, ¿entendido?
—Entendido.
Namjoon era el mejor amigo que la vida pudo poner en tu camino.