Jungkook y tu despertaban un poco más tarde de lo común, hoy era un día de descanso después de una agitada semana de trabajo y actividades que consumían la suficiente energía como para desear no volver en unos años. Desayunaron juntos y hablaron de muchos temas en poco tiempo cosa que era bastante entretenida y más si la compañía era de Jungkook con quien te sentías en toda la confianza de hablar de tantas cosas, al fin y al cabo, es tu pareja.
Hoy querían salir a pasear por el parque un tiempo, sería algo relajante ver a las demás personas caminar por ahí, padres sosteniendo a sus pequeños hijos en el tobogán para evitar que caigan al final, niños comiendo de sus helados, jóvenes sentados en algún lugar con un libro o teléfono en sus manos y ustedes, solo observaban y disfrutaban de la compañía del otro.
—Hoy el día estuvo muy diferente, ¿no crees? —Jungkook hablaba sentado a tu lado mirando el panorama que el parque ofrecía— Es decir, es nuestro día de descanso, pero, aun así, se sintió muy diferente que los demás lo cual no me molesta en lo absoluto.
Tú también habías sentido esa diferencia que no era para nada incomoda, pero estaba presente todo el día.
—La verdad si, tal vez hoy el mundo nos sonrió más —Dijiste con una amplia sonrisa a la que Jungkook correspondería segundos después.
La tarde continuo igual o más relajante de cuando comenzó. Caminaron y pararon en un puesto de Dalgona* para comprar uno en forma de estrella y luego intentar separarlo cosa que era divertido cuando Jungkook tenía un alma competitiva por naturaleza.
Regresaron al departamento y decidieron recostarse en el piso y existir. No es que no tuvieran energía, pero tampoco querían emplearla por completo así que no hacer nada sonaba muy tentador.
Comenzaron a revisar sus teléfonos, navegaron por redes sociales y si alguien encontraba algo divertido, se lo mostraba el otro para reír por unos segundos.
La sensación de que ese día era muy diferente seguía ahí, como si algo faltara.
—¡Jungkook! —De repente, te sentabas al saber el motivo de esa diferencia luego de ver una notificación pendiente en el servicio de mensajería Kakao* con un mensaje de Namjoon— ¡Ya sé porque nuestro día se sintió tan diferente!
—¿Por qué hoy me amas más?
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—Si, pero no, es decir, ¡Teníamos un almuerzo con Jimin y Namjoon!
—¡El almuerzo! —Jungkook se sentaba igualmente con una sonrisa nerviosa en su rostro. Los iban a matar— Lo olvidamos por completo, estábamos tan concentrados en relajarnos hoy que olvidamos eso tan importante, ahora si somos pareja muerta
—Yo no los voy a llamar a pedir disculpas, me dan miedo cuando se enojan
—Pues hoy es tu día de suerte, hoy vences tus miedos —Jungkook te rodeaba por los hombros— Será increíble verte triunfar.
Y es que Jimin podría dar una apariencia tierna e inocente, pero al enojarse era alguien completamente diferente y aterrador. Igual Namjoon, enojado era completamente aterrador por lo que llamarlos para pedir disculpas no sonaba para nada lindo.
Pero el teléfono de la casa sonó y ambos sabían de quien se trataba por lo que dudaron mucho en contestar, pero luego, Jungkook tomó valor y alzó el teléfono. Mientras hablaban, tu mirabas expectante las expresiones de Jungkook quien abría sus ojos impresionados y luego a un semblante de arrepentimiento.
Después de una conversación de aproximadamente 3 minutos, Jungkook colgó.
—¿Qué te dijo?, imagino que está muy enojado —Le preguntabas a Jungkook.
—Si que lo está, dijo que en el restaurante al que nos invitaron tenían las mejores hamburguesas de todo Corea y que nos perdimos eso —Jungkook tocaba su estómago y hacia una mueca de nostalgia. El de verdad hubiera disfrutado esas hamburguesas— Traían adición de papas gratis.
—Nos perdimos todo eso, ¿Cómo nos olvidamos de eso? —Decías frustrada— En verdad, tenemos que ir a ese lugar —Te dabas cuenta de que te comenzabas a desviar del tema— El punto aquí es, ¿Qué haremos para que Jimin y Namjoon nos perdonen?
—Ah, Jimin dijo que podíamos invitarlos a cenar 3 días seguidos a él y Namjoon lo que ellos quisieran —Decía Jungkook como si se tratara de quitarle un dulce a un bebé
—Eso quiere decir que nos van a someter a comer cosas que ellos saben muy bien que odiamos, ¿verdad?
—Estas en lo cierto cariño mío —Sonreía ampliamente— No tenemos otra opción para remediar el rechazo de ellos.
—¿Sabes?, debemos comprarnos 20 calendarios del tamaño de una pared para poder recordar esas cosas —Decías sonriendo ampliamente— ¿Recuerdas la vez que olvidamos que teníamos que recoger el correo?, esas facturas vivieron ahí por 3 semanas.
Dalgona*: Es un dulce coreano hecho con azúcar derretido y bicarbonato de sodio. Era un bocadillo popular en las décadas de 1970 y 1980 y todavía se come como comida retro. Imagen de referencia:
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