Tus padres se habían ido de viaje por el fin de semana. Te dieron algunas recomendaciones para que pudieras estar sola.
Ellos se fueron.
Paso todo el día hasta que cayó la noche. Alguien toco la puerta.
Era Yoongi. Él era...un vecino tuyo que no te caía del todo bien pero tampoco te caía mal. Se podría decir que eran amigos.
No abrías la puerta, solo hablabas.
—¿Eres mi niñero? —Preguntabas.
—¿Qué? —Reía— No, primero muerto. Además, mírate...ya puedes cuidarte sola por dos días y yo estoy muy joven para cuidarte.
—¿Entonces que haces aquí?
—Tus papás me dijeron que viniera a revisar que si cerraste bien las puertas antes de dormir —Hablaba Yoongi desde afuera.
—No hay necesidad de que vengas, lo hago todas las noches
—¿Ah sí?
—Si —Decías segura.
—¿Entonces por qué puedo abrir la puerta?
De repente, Yoongi abría la puerta.
"Mierda" pensaste.
—Me equivoque, si puedes morir sola —Yoongi hablaba una vez viéndote a la cara— Igual, no te voy a cuidar.
—¿Entonces por qué vienes?
—Porque si te pasa algo, quien va a terminar muerto soy yo, por eso —Yoongi cerraba la puerta— Ciérrala bien. — Yoongi hablaba ya al otro lado de la puerta.
—Ya —Cerrabas bien la puerta.
—Si algo te pasa, pues ni modo —Yoongi decía y reía— Y quiero conservar el cariño de tus papás porque preparan los mejores brownies, eso no puedo perderlo por culpa de tu despiste.
—¡OYE! —Golpeabas la puerta— Si te preocupan los brownies...tranquilo, estaré bien. Espera, ¿no es lo mismo que ser un niñero?
—No, porque no tengo que verte todo el día ni tampoco preguntarte "¿Qué hay en la nevera para prepararte tu almuerzo?" porque en mis días...
Ya iba a comenzar con eso.
—¡YA ENTENDI! No quiero que me cuentes de "tus días" como si hubiese pasado hace 100 años.
